El poder de los tacones. Dicen que no hay accesorio femenino con más poder que los zapatos con tacos altos. Vestir un uniforme militar también jerarquiza la presencia. A ella le gustan las dos cosas.
Si algo se ‘filtró’ en el audio de esta entrevista, fueron las risas de la Generala cuando escuchaba nuestras preguntas, que gentilmente le refería nuestro colega Marcelo Tedesqui en la ciudad de La Paz, lo que reveló el buen humor y la jovialidad de doña Gina Reque Terán.
“Yo tenía la ilusión de ser militar desde que era niña, pero no existía la posibilidad. Cuando se pudo, mi padre, que también era militar, no me censuró, más bien dijo: si has escuchado que se puede, andá averiguá”.
Y así lo hizo. Ingresó a la institución a fines de los 70 y cuatro años después, en 1982, Gina Reque Terán se graduaba con la primera promoción de 11 mujeres militares. De su época de estudiante dice que no había rivalidad entre las jovencitas que se alistaron, sino sana competencia. “La institución militar es muy competitiva, pero tuve todo el apoyo de mis compañeras. Compartimos destinos y actividades y hasta ahora nos reunimos, no todas, porque están en otras ciudades o retiradas”.
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¿Qué edad tiene?
“¡Qué horror! cómo me preguntan la edad… ¿no se puede decir que ya pasé de…?” Risas. Tengo 51.
¿Comparte anécdotas de la vida militar con su esposo?
Nos conocimos cuando fui destinada al Cite en Cochabamba y empezamos la relación haciendo el mismo curso de salto libre de paracaidismo. Me encantaba saltar porque experimentas una paz increíble cuando ves y sientes desde arriba; el sonido del silencio, la grandeza del mundo. En esa época yo y Jonás hacíamos lo posible por saltar juntos para tomarnos de la mano. Nunca pudimos. Luego planeamos nuestra boda en al aire, pero tampoco se dio.
¿Qué conversaron en casa sobre su ascenso?
No hubo tiempo para muchas conversaciones pero mis hijos están muy orgullosos y felices que haya alcanzado mis aspiraciones. Han llegado mi hermana Cynthia, mi madre Laura y mi hermano de Cochabamba para los actos.
¿Qué cursos especiales hizo?
Realicé de Policía Militar, fuerzas especiales, Inteligencia y operaciones sicológicas.
¿Cómo ha crecido la participación de la mujer en las FFAA?
En 2006 hubo una apertura, desde ese año la participación es importante con las nuevas políticas del Gobierno. Las FFAA y la Armada ya tienen mujeres, profesionales egresadas de los diferentes institutos.
¿Las unidades están preparadas para recibir mujeres?
“Nos dan nuestro destino y, como militares, nos adaptamos. Si hay que compartir con varones, compartimos. Ponemos al baño ‘ocupado’ y ya está. Yo prestaba mis servicios como cualquiera.
¿Tuvo alguna ventaja por ser mujer?
“¿Cómo?”, respondió rápidamente la Generala, “nosotras buscábamos la igualdad”. Cuenta que cuando eran cadetes no les permitían hacer guardia por ser mujeres y ellas exigieron tener el mismo trato que los varones. “Así terminamos haciendo la guardia con 400 soldados, recuerda con risas”.
¿Existe machismo en la institución?
“Aunque usted no lo crea, todas las adversidades, las tomé como un reto”.
Hay exigencias física e intelectuales…
La carrera militar exige mucha preparación física e intelectual. Trotes, buenas piernas para el paracaidismo. Hace mucho que no salto pero me atrevería a hacerlo ahora.
¿Es difícil alternar la vida militar y personal?
Cuando mis hijos eran pequeños mis padres me ayudaron mucho y con mi esposo compartíamos las responsabilidades. Ahora que mis hijos ya están grandes (Jeison de 22 y Jazmín de 16) sigo recibiendo su apoyo.
Las militares se ven rudas, fuertes y enérgicas ¿han sacrificado un poco de su femineidad?
La feminidad no se pierde por llevar el uniforme ni por ser estrictas. Las personas tienen sus propias características, más sensibles o más delicadas, pero uno no pierde la femineidad. Si han optado por la carrera militar van a recibir formación para ser líderes.
¿El gusto por la moda pasa a otro plano? Le gustan las carteras, los vestidos, los zapatos…
¡Claro que sí, soy mujer! Me gustan los tacos, son muy femeninos. Me gusta arreglarme y, cuando voy de compras, algo que no puedo resistir son las zapatillas deportivas.
En la vida militar hay que cuidar el uniforme ¿nos dice cómo?
Existe un reglamento que determina qué uniforme usar de acuerdo a la ocasión, cómo usarlo y cómo vestirlo. El que llevo puesto tengo que ponérmelo con botas negras, insignias y ponerme boina si salgo a la calle.
¿Qué opina sobre las mujeres en el frente de batalla?
Mi generación estuvo al frente de diferentes unidades operativas. Si estás al frente y al mando de un grupo de soldados, sección o compañía, tienes que ir.
¿Las mujeres podemos ser valientes en el frente de batalla?
“La historia nos demuestra que sí. Bartolina Sisa y Juana Azurduy se enfrentaron en combate sin ser profesionales y demostraron que las mujeres pueden ser muy valientes. Todos los seres humanos tenemos valor para enfrentar la batalla si creemos por lo que estamos luchando”.
¿Qué piensa de mujeres soldados en Irak o Afganistán? No conozco esos lugares pero, si elegiste la carrera militar tienes que cumplir tu responsabilidad, sea donde sea.
Color preferido Rojo
Signo zodiacal Aries
Tacos altos o bajos Tacos altos, pero también me gusta estar cómoda
¿Tiene buena puntería?
Tengo buena puntería, practico tiro deportivo.
¿Quién manda en casa, la generala o el coronel?
En casa es la familia.
Sabe cocinar?
¡Sí sé cocinar aunque no lo crean! Hago pastas y repostería.
Su plato preferido
Todo lo que tenga queso.
En casa, los chicos y el esposo ¿se le cuadran?
No (risas), somos una familia normal.
Un consejo para mujeres soldados
Que sean perseverantes en sus objetivos y que enfrenten sus desafíos con la frente alta
Fuente: www.eldeber.com.bo