El Papa Francisco visitó de manera sorpresiva, la mañana de este viernes, el área de trabajo de los servicios públicos de la Ciudad del Vaticano, donde saludó a carpinteros y obreros, quienes lo admiraron sorprendidos.El Papa apareció imprevistamente en la puerta del taller de carpintería con un simple “buenos días” y pidió saber a los empleados que desarrollaban sus labores cotidianas, cuántos eran y qué es lo que hacían. Saludó a los trabajadores que no podía creer lo que veían y les deseó a todos un buen día en el trabajo.El Pontífice llegó hasta ese lugar junto al monseñor Fabián Pedacchio Leaniz a bordo de un automóvil compacto negro con una placa de matrícula italiana. En esa área de trabajo se encuentra también desde el año 1929, las oficinas de L’Osservatore Romano.Luego se fue a la herrería y la central térmica, donde escuchó con interés la historia de un trabajador del turno de la mañana. Movió las manos para saludar a los otros tres trabajadores que salieron maravillados por detrás de las grandes turbinas de la planta térmica de electricidad.Después se trasladó a la central hidráulica a pocos pasos de distancia de ese lugar, donde fue rodeado por los técnicos, el Papa Francisco dio la mano a todos y les dio las gracias por el trabajo que cumplen.Incluso los periodistas y trabajadores de “L’Osservatore” Romano llegaron hasta las ventanas sorprendidos y aplaudieron el gesto del Papa, a lo que el Santo Padre respondió con saludos y una gran sonrisa. Luego abordó el coche de su asistente, Sandro Mariotti, que lo llevó de regreso a Santa Marta.“Francisco llegó de improviso, sin que nadie nos hubiera advertido. Nos lo encontramos delante, imagínese nuestro estupor… El Papa quiso recorrer todas las divisiones productivas, lugares en los que nunca habríamos pensado recibir al pontífice”, dijo uno de los carpinteros.La central térmica vaticana fue construida en los años 1932 y 1933 bajo el pontificado de Pío XI para aprovechar la producción de energía eléctrica que se proyectó en el pequeño Estado en 1897 gracias a la caída del agua del acueducto procedente del lago de Bracciano. En 1934, fueron construidos cerca de la central; los talleres de mecánica, el laboratorio de técnica electrónica y la carpintería.ANF