Los opositores apuestan por llegar a la segunda vuelta

Bolivia. El primer domingo de octubre del próximo año, los electores habilitados votarán dentro y fuera del país.

image

EL DEBER



La posibilidad de una segunda vuelta se hace más visible que nunca para la oposición. Por un lado, las encuestas muestran una intención de votos a favor de Evo Morales de máximo 39,8% y, por el otro, el propio presidente y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) acaban de anunciar que los comicios se adelantan para octubre de 2014, previendo una segunda vuelta.

Para la oposición estas son señales claras de que ese escenario es inevitable, sobre todo por el desgaste del Movimiento Al Socialismo (MAS) que está en el poder desde 2006. “La población está decepcionada, desencantada con el presidente Evo Morales y su partido, porque han dividido al país. Los masistas son ciudadanos de primera clase y los demás somos de segunda”, asegura el precandidato de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina.

Encuestas realizadas por Captura Consulting para la revista Poder y Placer entre 2012 y 2013 muestran que la intención de votos a favor de Evo Morales se incrementó de 27% en junio del año pasado a 39,8% en septiembre de este año. Aún así está muy lejos del histórico 64% que logró en las elecciones de 2009 y que le permitió seguir en el Palacio Quemado.

La diferencia se acorta

Según el artículo 166 de la Constitución, si ningún candidato consiguiera la mayoría absoluta o si no obtuviese al menos el 40% de los votos, con una diferencia del 10% sobre su inmediato seguidor, el órgano electoral debe convocar a una segunda vuelta en el plazo de 60 días, a la que solo podrán concurrir las dos candidaturas más votadas. La evolución de la intención de votos (ver infografía) muestra que en febrero de este año, Doria Medina estuvo a  solo 5,2 puntos de Morales, aunque esta diferencia se fue profundizando hasta llegar a 25 puntos en septiembre.

El Movimiento Demócrata (MD) cree que irá a una segunda vuelta con Morales, al menos así lo asegura el vocero de este partido, José María Leigue. “Lo que queda claro es que tanto Evo Morales como el TSE han advertido con certeza que en 2014 habrá una segunda vuelta. No quiero decir que el partido de Gobierno esté en la lona, porque tiene su fortaleza, pero no le alcanzará”, enfatiza.

Doria Medina apuesta a que el Frente Amplio que promueve le haga sombra a Morales en los próximos comicios. El empresario aclara que si bien es precandidato a la presidencia, se someterá a la votación del pueblo en unas elecciones primarias o a la consulta a través de encuestas, de donde saldrá el nombre del candidato a la presidencia por el Frente Amplio. El mismo método se utilizará para elegir los candidatos a la vicepresidencia y a parlamentarios en los primeros meses de 2014. En 60 días, este frente tendrá listo su programa en base al cual se harán acuerdos y alianzas.

Centa Reck, senadora por Convergencia Nacional (CN), dice que la segunda vuelta es una muestra de que el Gobierno está seguro de que ese escenario puede darse y que mientras menos tiempo pase hasta los comicios será mejor para el MAS por el desgaste que sufre la figura de Evo. Reconoce que la segunda vuelta será la gran apuesta de la oposición, aunque el sacarle el mejor provecho dependerá de la unidad que se logre. “Si la oposición no lee esto será la culpable por no saber cosechar en una situación propicia. No es el momento de crear partidos, sino un frente común”, reflexiona

El MAS basa su  campaña en obras realizadas por el Gobierno de Evo Morales

La presidenta de la Cámara de Diputados, Betty Tejada, reconoce que las obras que entrega el presidente Evo Morales serán el principal argumento para que la población evalúe su gestión y que esto le permitirá llegar y hasta ‘sobrepasar’ su techo máximo, 64%, que obtuvo en 2009.

“La población está construyendo junto a Evo su cancha, su colegio, su posta sanitaria o su megaproyecto como Rositas. No estamos hablando de poca cosa, en el caso de Santa Cruz, por ejemplo, son más de $us 2.900 millones”, dice y enfatiza en que esto “facilita la confianza del pueblo a la hora de votar”. Según Tejada, se contempla una segunda vuelta solo para sujetarse a las leyes.

En las filas del MAS existe la certeza de que Evo Morales ganará sin ir a segunda vuelta.

Críticas al TSE por no mostrar independencia

Análisis 

La refundación está en peligro

Miguel Ángel Bastenier | Periodista/ El País/España

Evo Morales parece inquieto. Tiene un año por delante para calentar las elecciones presidenciales de octubre de 2014. El proceso de refundación del país, que proclama, quizás no avanza con la celeridad que Palacio Quemado desearía. Eso y la muerte del presidente venezolano, Hugo Chávez, pueden haber alborotado el ánimo de Morales, induciéndole a convocar personalmente unos comicios sin respetar las competencias en ese terreno del Tribunal Electoral.

  Hay un recorrido reciente que abona la hipótesis de que se está entrando en la fase decisiva de la revolución pre-colombina, centrada en la idea de refundar Bolivia. El 22 de diciembre de 2012 Morales pronunciaba en la isla del Sol del lago Titicaca el Manifiesto por la Vida y contra el Capitalismo Salvaje, que marcaba el comienzo del Pachakuti o ‘Nuevo Tiempo’. En enero de este año anunciaba 13 metas presuntamente encaminadas a hacer la felicidad imperecedera del pueblo boliviano, que habrían de hacerse realidad al bicentenario de la independencia el 6 de agosto de 2025. E igual que Morales consiguió que el Tribunal Constitucional avalara su pretensión de ser candidato, pese a que la Carta solo permite dos periodos consecutivos, el imán que esa fecha representa para todo boliviano podría ser tan irresistible como para hacerle desear un cuarto periodo, puesto que un tercero solo le llevaría hasta 2020.

La desaparición de Chávez es otro gran factor que contribuye a la agitación presidencial. Es incongruente, sin embargo, que el líder indígena trate de llenar el espacio vacante del líder bolivariano. Para Morales el libertador debería ser solo un criollo más que peleó por la libertad de los criollos, antes que por la de los pueblos originarios. Pero razones de oportunidad explican su interés por ‘suceder’ a Chávez.

El gravísimo error de cuatro expotencias coloniales –Francia, Portugal, Italia y España- de no autorizar el sobrevuelo del avión de Morales de regreso de Moscú le reafirmaba que Europa era solo un tinterillo de EE.UU. y que la verdadera batalla había que librarla con Washington. Y de nuevo un incidente aéreo daría pie a ello. Una aparente confusión hacía que EE.UU. negara permiso para otro sobrevuelo, esta vez a Nicolás Maduro, sucesor de Chávez. La pronta rectificación del error no impediría que Morales representara un papel que hasta entonces había parecido reservado al presidente venezolano. En la asamblea general de la ONU, en Nueva York, Evo Morales pediría al areópago mundial nada menos que la creación de un Tribunal del Pueblo para juzgar al presidente Barack Obama por delitos de lesa humanidad, como el bombardeo de Libia. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, que también pretende ocupar el estrado planetario que tan bien explotó el chavismo, jamás habría cometido tal osadía. Correa quiere que su país siga siendo parte de Occidente; Evo, no.

En el último año el pueblo boliviano ha sido menos dócil de lo acostumbrado con su presidente. La COB le ha restringido su apoyo hasta el punto de crear su propio partido (IPT); médicos y policías han estado en huelga; los indígenas de la media luna parecen cada vez menos convencidos de que Morales sea su hombre; y el censo en las tierras bajas ha azuzado diferencias de todos con La Paz.

El presidente mantiene, pese a ello, un alto índice de popularidad y la desunión patológica de la oposición sigue haciéndole grueso favorito para revalidar la presidencia. Pero el hombre del altiplano toma precauciones. Tras su visita al papa Francisco en el Vaticano, se ha producido un visible acercamiento a la Iglesia. Resta como manzana de la discordia el disgusto que siente la Iglesia por la inclusión de ritos ancestrales en actos ecuménicos del Gobierno.

  Refundación e Iglesia, refundación y pertenencia al mundo occidental son realidades escasamente compatibles. Y Evo Morales, que parece creer llegada la hora de la verdad, deberá recorrer sobre el alambre el trayecto que le conduce a un tercer mandato. En Bolivia nada está decidido todavía

En menos de 24 horas, el anuncio que hizo el presidente Evo Morales sobre el adelanto de las elecciones para octubre de 2014, fue ratificado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Coincidencia o no, para algunos este hecho ya puso en tela de juicio la independencia de este organismo.

El sábado 21, Morales adelantó que los comicios serán el 5 de octubre de 2014 y el domingo la vocal del TSE, Dina Chuquimia, confirmó esa posibilidad y anunció la segunda vuelta que incluso ya tiene presupuesto.

El expresidente de la Corte Nacional Electoral (CNE), Jorge Lazarte, considera que si bien el nuevo marco legal contempla la segunda vuelta, “no está bien que muchas decisiones que toma el TSE parezcan concertadas con círculos gubernamentales. Nadie olvida que el organismo electoral ha sido elegido por la bancada oficialista y se eligió, como dice el presidente, a ‘gente confiable’ que no le cause problemas”.

Según Lazarte, a esto se suma el fallo del Tribunal Constitucional que aprueba la relección de Evo Morales, a pesar de las críticas que surgen desde el interior de la misma institución, por parte del magistrado Gualberto Cusi. “Esto es una muestra más de que la crisis de institucionalidad en Bolivia se ha agravado. Las instituciones siempre han sido débiles, pero nunca como hoy porque el poder político se ha sobrepuesto y la mayoría de los miembros de estas instituciones deben sus cargos al Gobierno”, enfatiza.

El TSE se defiende

El presidente interino del TSE, Wilfredo Ovando, sale al paso de las críticas y asegura que el tribunal todavía no ha tomado una decisión oficial respecto a la fecha de las elecciones, aunque reconoce que como el nuevo Gobierno debe iniciar su gestión el 22 de enero de 2015, se debe dar el plazo suficiente para una posible segunda vuelta. “Eso significa tomar en cuenta los 60 días antes (para convocar a la segunda vuelta), además de agregar otros plazos por si se interponen recursos e impugnaciones a los resultados de las elecciones”, explica.

Reglas de juego

La politóloga Ximena Costa cree que el escenario no ha cambiado casi nada con relación a las últimas elecciones, porque la polarización se mantiene y las reglas de juego tambien: “Un sistema electoral que beneficia al partido más grande, una cartografía de uninominales que hace que haya sobrerepresentación rural en desmedro de las ciudades y el control de medios de comunicación, bienes y recursos públicos a favor del partido de Gobierno”.

Costa destaca la ‘renovación’ en la oposición, con la desaparición de partidos tradicionales y el surgimiento de agrupaciones ciudadanas, pero considera que estas nuevas organizaciones tienen que apuntar a fortalecerse a nivel regional sin pretender abarcar todo y luego unirse para crear un frente único con peso a nivel nacional

FRASES 

“La crisis de la institucionalidad en Bolivia se ha agravado. Nunca el poder político se sobrepuso a las instituciones como hoy”.

Jorge Lazarte

EXPRESIDENTE DE LA CNE

“El TSE responde al Gobierno, no a la institucionalidad. El anuncio de la fecha de las elecciones  primero lo dio Evo”.

Ximena Costa

POLITÓLOGA