“Los hijos de acullicadores ya no mastican”, dice el director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), Franklin Alcaraz.
Consumo: Los bolivianos de las zonas rurales tienen la costumbre de masticar coca. Foto archivo La Prensa.
ERBOL.- El director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), Franklin Alcaraz, dijo a Erbol que -en la actualidad- el consumo tradicional de coca no supera las ocho mil hectáreas y que el excedente tiene otros fines.
A pocas horas que el Gobierno pretende presentar los resultados de un estudio referido al acullicu, el representante del Celin señaló que la proyección a una investigación realizada en el año 2000 confirma las 8.000 hs y no más.
“El hecho de que se haya tomado tanto tiempo para lanzar el estudio (del Gobierno) da que pensar. El cuerpo principal (de la investigación) lo haga el INE (tiene siete módulos) implica a considerar que el gobierno es juez y parte del estudio y da qué pensar. El estudio se presenta a los cocaleros y eso da que pensar”, enfatizó.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El 5 de noviembre pasado, el jefe de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Asamblea Departamental de Cochabamba y dirigente de los productores de coca en el Chapare, Edgar Torres, había señalado que el estudio de la coca, financiado por la Unión Europea y cuyo resultado oficial el Gobierno no dio a conocer hasta ahora, establece que el país requiere apenas seis mil hectáreas del arbusto para su consumo legal.
“La Unión Europea es poco confiable para nosotros, (porque) la Ley 1008 dice que en Bolivia debe haber 12.000 hectáreas, pero ahora el estudio preliminar que hizo la Unión Europea dice que sólo debe haber 6.000; hay una contradicción total y como productor de coca yo quisiera que se lleve adelante un estudio transparente para saber cuánta de coca se necesita en Bolivia”, aseveró.
Los hijos ya no acullican
Alcaraz criticó la posición asumida desde el Gobierno sobre el mismo estudio, indicando que se pretende hacer creer a la gente que no se consideraron distintas variables para llegar a los resultados finales.
“Entonces el estudio no salió como se quería y se quiere suavizar. Se incorporaron primero a los mineros luego a los transportistas. El acullico no es un tema que incremente sus usuarios en el tiempo, sino al revés, hay cada vez menos acullicadores. Los hijos de los acullicadores ya no acullican. Entonces, no es como dicen los cocaleros que aumenta la población y aumenta el consumo. Es un tema que hay que discutirlo”, aseveró.
El 2000 el Celin hizo el estudio sobre el consumo a todo el universo involucrado en el tema coca. Ese estudio arrojó una cifra de cinco mil hectáreas de coca necesarias para cubrir el consumo tradicional.
De esa fecha esta entidad hizo una proyección a 2013 que arrojó las 8 mil hectáreas planteadas.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana , dijo el lunes en Cochabamba que en los resultados no se toma en cuenta la hoja que se destina para la industrialización y otros menesteres.
Según el Instituto Boliviano de biología de la Altura (1997), la Organización de Naciones Unidas en 1949 identificó de 913.875 “mascadores” de hoja de coca bolivianos. “Por otra parte Carter, Mamani y Parkenson también estimaron el número de acullicadores para 1979 en un millón de personas”.
“Los hijos de los acullicadores ya no lo hacen. Cuando hicimos el estudio, preguntamos a ellos si querían que sigan consumiendo y fue el 60 por ciento que nos dijo que no querían.La población que cullica es la minera, luego campesinos y después los transportistas. En las ciudades en los barrios periféricos también. No es un fenómeno para ver en la calle acullicando coca. Hay que ir a determinados lugares para ver que mastican”, señaló Alcaraz.
El estudio del Celin advierte una disminución consecutiva de la cantidad de acullicadores en el país. En 1950 consumía el 33.68% de la población, en 1980 el 18.67% y en 1997 sólo el 14.72%.
Coca yungueña
El Director del Celin afirmó que el estudio realizado por ellos confirma que el 92% de la coca consumida proviene de Yungas y el restante 8% de otros lugar, entre ellos Chapare, Apolo y otros.
“Cualquier estudio serio debe acercarse a las cifras que mostramos. Todavía eso de las seis mil es especulación. Si la cifra es más que las necesidades, habrá un excedente, ¿dónde va?. Eso es lo que tendría que pensar la población y ponerse la mano al pecho. Apolo siempre produjo hoja de coca, debe producir 300 hectáreas. En eso habría que estar de acuerdo”, concluyó.