Gobierno de Bolivia descarta despenalizar drogas

MINISTRO ROMERO DIJO QUE LA REALIDAD DE URUGUAY ES DISTINTA Y QUE BOLIVIA ES UN PAÍS TRÁNSITO DE DROGA.

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Erradicación de cultivos de marihuana en la localidad Umamarka en Cochabamba. Los Tiempos.



El Gobierno no considera que la lucha contra las drogas pase por  la legalización del consumo de éstas, como optaron con la marihuana recientemente en Uruguay y el estado de Colorado en Estados Unidos, según el ministro Carlos Romero.

A criterio de la autoridad gubernamental, respetan la decisión de Uruguay, que tiene un contexto muy distinto al del país, razón por la cual éste ha puesto a prueba un nuevo esquema, pero “Bolivia va seguir en la estrategia del control de la oferta y demanda”.

Por su parte, los legisladores René Martínez y Nelson Virreira, del MAS, y el vocero del MSM, Edwin Herrera, consideran que lo que viene sucediendo en estos países obliga a Bolivia a entrar en ese debate, aunque admiten que no existe ninguna iniciativa al momento que promueva una discusión sobre la despenalización del consumo y la producción de drogas.

Romero manifestó que el debate mundial sobre la legalización o no del consumo de drogas está abierto y es permanente en un intento de regularizar los mercados de las drogas, puesto que son varios, imperfectos o irregulares y lo que está haciendo Uruguay, es tratar de regular el comportamiento de esos mercados.

Sin duda, anotó la experiencia de Uruguay va alimentar el tema, el debate, pero los contextos con Bolivia son muy diferentes.

“No siendo Bolivia un país consumidor, no tiene mucho sentido abrir debate sobre la legalización de la marihuana o de todas las drogas, nuestra preocupación es cómo fortalecer los mecanismos de control para frenar el tránsito de droga por el país, aprovechando su ubicación geopolítica”, precisó el Ministro.

Por el contrario, el senador del MAS, René Martínez, y el diputado también oficialista Nelson Virreira, coinciden que el tema no ha sido debatido y tampoco hubo iniciativas para promover la discusión, por ejemplo en la Asamblea Legislativa. Para Virreira es un asunto complejo que debe tratarse con mucho cuidado, porque si se trata el tema de la marihuana, indirecta u obligadamente se abriría el debate sobre las otras drogas y ese debate debe hacerse de acuerdo a la realidad de cada país, puesto que tampoco se puede estar al margen de este contexto mundial que puede tener impactos.

Según el senador Martínez, desde el Gobierno no se ha promovido un debate sobre el tema, pero tampoco se ha cerrado a hacerlo, sino que otras son sus prioridades, y tampoco hay una posición al respecto.

No obstante, desde su punto de vista sería saludable iniciar un debate profundo y serio, pero sobre la base de datos por ejemplo, su incidencia en la delincuencia,  la salud, que muestren la realidad existente en el país, para evaluar si corresponde o no tomar una decisión similar a la asumida por Uruguay.

Un debate obligado

El diputado de Convergencia Nacional Tomás Monasterio expresó su rechazó a cualquier posibilidad de legalización del consumo de droga en el país, incluso de debate sobre el tema, porque considera que no se puede asumir la política “de la cobardía o simplista” de tratar de legalizar lo ilegal para tapar las falencias que se tiene como Estado.

Sostiene que el debate debe estar orientado a definir estrategias de lucha profunda, para como Estado hacer frente al consumo y la producción de la marihuana o cocaína.

Para el vocero del Movimiento Sin Miedo, Edwin Herrera, las decisiones tomadas en Uruguay así como en Colorado, obligan a los países a debatir internamente sobre éste y los nuevos mecanismos que se plantean para neutralizar el negocio del narcotráfico.