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Los hechos de violencia no ocurren solamente en el fútbol argentino, esta vez los protagonistas fueron los dos equipos más populares de Uruguay. Nacional y Peñarol jugaban un tradicional partido de verano y protagonizaron un bochornoso final.
Como todo clásicos, los jugadores dan un plus más al jugar contra el rival de toda la vida. Y cuando faltaban tan solo 10 minutos para el final, Carlos Núñez le fue con una dura plancha a Guillermo De los Santos en los testículos. Allí comenzaron las recriminaciones y los empujones que terminaron con una piña de Fabián Estoyanoff a la cara de Pablo Álvarez.
El partido se vio interrumpido durante casi diez minutos por una verdadera batalla campal que se desató en pleno campo de juego, donde hubo golpes de puños y patadas voladoras para todos lados. Cuanto todos se calmaron, el árbitro se juntó con sus asistentes y resolvieron expulsar a dos jugadores por bando y continuar jugando el partido. Insólito.
Fuente: Red Uno, www.26noticias.com.ar