Evo reconquista Oruro y los cívicos se acercan al MAS

233 aniversario de la Revuelta. La dirigencia cívica prefiere trabajar al lado de Morales por el desarrollo del departamento. Eso no implica, dicen, que tengan una línea partidaria. El oficialismo recuperó un bastión electoral.

image

Atrás quedaron los días de enfrentamiento por el nombre del aeropuerto de la capital folclórica. Foto: EL DEBER



Iván Paredes Tamayo/Oruro, EL DEBER

Quedó atrás el resentimiento político que bajó la popularidad de Evo Morales en la tierra que lo vio nacer. Hoy, el mandatario camina en un terreno seguro, pues logró reconquistar a las bases que habían puesto en duda su respaldo al oficialismo, sobre todo en el conflicto que surgió por el nombre del aeropuerto de Oruro. El poder político del departamento tiene un condicional apoyo al proyecto del MAS, pero lo más llamativo es que los sectores sindicales, campesinos y cívicos se volcaron a alentar el denominado proceso de cambio.

Un solo mensaje por parte de los vecinos: hay esperanza en Evo, pero le piden más compromiso y un jalón de orejas a sus colaboradores para que cumpla sus promesas, más aún en un año electoral.

Oruro celebra el 233 aniversario de la revuelta protagonizada por Sebastián Pagador y lo hace en medio de un ambiente de fiesta, por el Carnaval y por lo electoral, donde el MAS volvió a pisar fuerte en un terreno que parecía haberlo perdido.

El área urbana de Oruro costó reconquistarla. En 2010, el MAS no logró hacerse de la Alcaldía orureña. Fue el Movimiento Sin Miedo, a través de la alcaldesa Rocío Pimentel, que logró el sillón municipal. Pasaron cuatro años y la burgomaestre se inclinó a Evo y se olvidó de Juan Del Granado. ¿Por qué? La periodista decidió aliarse al oficialismo tras una batalla legal. Luego, apoyó el proyecto de Morales y se convirtió en una operadora política en la capital. 

Los escollos

Ese refuerzo político fue vital, así lo reconoce el diputado masista Ever Moya (Oruro), que destacó la labor de la alcaldesa y el trabajo coordinado entre los niveles autonómicos. “Creo que ella (Pimentel) se dio cuenta de que puede trabajar mejor por el desarrollo de Oruro al lado del presidente”, consideró.

La burgomaestre fue expulsada del MSM y ahora alienta las políticas gubernamentales, como el Bolivia cambia, Evo cumple. Se la vio al lado del mandatario en los actos festivos por el aniversario de Oruro. 

Ese escollo fue vencido, pero vino otro de mayor envergadura. La Asamblea Legislativa Departamental de Oruro, con mayoría masista, decidió en febrero de 2013 cambiar el nombre del aeropuerto. La terminal aérea dejo de llamarse por 32 días Jaime Mendoza y se convirtió en Evo Morales Ayma. 

Tras la refacción y construcción de nuevas instalaciones en el aeropuerto, la idea del MAS era reivindicar y premiar al jefe de Estado por la iniciativa. Este hecho fue calificado por la oposición como servilismo y esta decisión acabó con un conflicto de 32 días que dejo malparado al oficialismo y que fue bien aprovechado políticamente por la oposición. La excívica Sonia Saavedra encabezó la movilización, que terminó por ratificar el nombre de Jaime Mendoza, aviador orureño que falleció en 1977, al frente del aeropuerto.

Hoy no queda nada de ese conflicto. La nueva dirigencia cívica de Oruro ve conveniente alentar los proyectos del Gobierno, pero eso no significa, dice el presidente de la entidad, Pedro Challapa, que estén alineados el MAS. “Le pido al presidente que cumpla sus promesas. A nosotros no nos interesa las ideologías partidarias, pero nos reuniremos con moros y cristianos por el desarrollo de Oruro”, dijo a EL DEBER el dirigente de los cívicos.

Son dos proyectos fundamentales que requieren la atención del Gobierno: la concreción de la vía Pisiga-Oruro y la construcción de una terminal de carga, que suplirá al proyecto del puerto seco.

El vicepresidente de los cívicos, Bernabé Mamani, aplaudió las obras que entregó el mandatario, pero señaló que lo importante es consolidar a Oruro como una región económico-comercial por su cercanía con Chile. “Lo importante es concretar el corredor bioceánico”, destacó el dirigente. 

Existe un ente cívico paralelo. Este fue posesionado por líderes del MAS y es dirigido por Rolando Montealegre, que respalda de antemano la gestión del presidente Morales. 

La COD, al lado de Evo

Otro sector que fue recapturado es la Central Obrera Departamental (COD) de Oruro. Antes, la entidad estaba en manos de Jorge Solares, minero contrario al oficialismo. Hoy, el ejecutivo es Vladimir Rodríguez, que prometió respaldo al binomio Evo-Álvaro en las justas de este año. “Estamos comprometidos con el proceso de cambio, apoyaremos a nuestro presidente”, prometió a este medio el dirigente minero.

La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, no ve afanes electoralistas en el apoyo de estos sectores, es más bien, dice, un trabajo de coordinación entre el Gobierno y las organizaciones. “Como en todos los departamentos, existen niveles de coordinación y eso es lo que hacemos acá (en Oruro)”, remarcó la autoridad.

Y en ese nivel se encuentran los empresarios de Oruro. Su líder, Fernando Dehne, calificó de “vital importancia” las propuestas que tiene su sector. El jueves por la noche tenían prevista una reunión en el aeropuerto con el mandatario, pero fue suspendida porque Morales viajó a La Paz “de urgencia”, según explicó el gobernador orureño, Santos Tito. La cita fue reprogramada para esta semana.

Existen 11 proyectos en carpeta. Dos de ellos opacan los festejos: la vía Pisiga-Oruro y la construcción del puerto seco, aunque el cívico Challapa explicó que el jueves se firmó un compromiso con Morales para que estos diseños sean realizados hasta finales de 2014.

Un sector incondicional es el de los campesinos. Su máximo dirigente, Sabino Fábrica, afirmó a este medio que trabajan en las estrategias electorales.

El gobernador Tito destacó que en cuatro años se invirtió en Oruro Bs 617,6 millones

ANÁLISIS

Se repuso la identidad orureña

Fabricio Cazorla – Historiador

Este último año ha transcurrido para el movimiento cívico de Oruro con mucha fortaleza, sobre todo en la lucha por la reposición del nombre del aeropuerto Juan Mendoza. Quizás para algunos fue muy intrascendente luchar porque no se cambie su nominación, pero para muchos orureños representó un sentimiento de orgullo, identidad y pertenencia. A partir de ello, la lucha cívica ha logrado que las autoridades declinen en este propósito político. El querer modificar el nombre fue muy mal calificado por la gente, porque fue como una especie de ‘llunquerío’ de los que querían adular a sus autoridades.

Esto ha venido a generar una nueva reposición de la identidad orureña. Hay gente que se ha sentido ofendida y hay gente que ha recapacitado. De esa fecha hasta ahora, ha cambiado el Comité Cívico y quizás está con el deseo de poder generar otras posiciones que tengan la misma fuerza.

Lamentablemente, en este último tiempo, el Gobierno se ha dado la tarea de querer generar cierta división con la creación de un Comité Cívico paralelo y con gente afín a su partido político, pero no tienen legitimidad. La COD y otras instituciones se sienten comprometidas por los regalos que reciben del Gobierno, pero vemos también que las obras, como el aeropuerto, no están bien hechas, que ha presentado muchas deficiencias.

Hay un sentimiento disconforme con todo esto. En adelante, se necesitará un poco más de fuerza para pedir con vehemencia los proyectos verdaderamente anhelados por Oruro y postergados muchos años, pero que son de verdadera necesidad para nuestro departamento