Su abuela le ensenó el valor de trabajar y ser útil en la vida
Carismático, extrovertido y sin pelos en la lengua, así es Javier Vargas Gárate, presentador de TV. de moda, belleza y espectáculos con 13 años de trayectoria en periodismo. Trabajó en Televisión Universitaria (canal 11), Bolivisión (canal 4), Canal 7 (canal 7) y Sitel (canal 57). Se formó en Ciencias de la Comunicación Social en la Universidad Gabriel René Moreno y hace 9 años es parte de la familia de canal 18, Megavisión.
Javier es maestro de ceremonias en eventos corporativos y es estratega de marketing en reconocidas empresas. En Megavisión es periodista comercial del programa Lo Ultimo y productor del programa Mundo Social. Es conductor del sector de espectáculos en la revista matinal Buen Día con Carla Patricia Soria Galvarro, Jeannine González y Darwin Ruiz.
Mientras estudiaba en la universidad, Javier se inicia en la Tv., siendo su primer trabajo en la recepción de llamadas de un programa musical en el canal universitario. “Me interesaba mucho la televisión y no me importaba gastar dinero y tiempo, porque hacía lo que me gustaba, y tenía interés por aprender”, recuerda. También hizo un programa radial infantil con el payaso Pompín donde adquiere experiencia en coordinación.
El periodista le debe todo lo que es hoy a su abuela materna Elena Gárate Gallardo, quien con sus tíos lo criaron desde sus seis años. “Me gustaba escucharla y verla trabajar, y aprendí de ella a ser colaborador en familia y saber ¿qué era trabajo?,a los 10 años yo vendía gelatina de pata afuera de un colegio aunque algunas veces, me comía algunas sin darme cuenta”,se ríe como si fuera ayer. A su abuela le gustaba su espíritu emprendedor.
“Cuando era niño, soñaba ser cantante, actor o sacerdote’’, señala Javier quien estudió en el colegio San Martín de Porres, donde el padre Lucas pasaba clases de religión todos los días. “Me invitaron a ser monaguillo, pero descubrieron que no estaba bautizado, recién me bautizaron a los 13 años, fui diablito toda mi niñez’’, recuerda ese pasaje riéndose.
Revela que de pequeño siempre fue noble y atento, se llevaba muy bien con sus compañeros de curso. “A pesar que era un poco introvertido porque era gordito, no me dejaba que me discriminaran y que me dijeran “tonto” porque yo era muy directo al expresarme”, dice.
“En el Día del Padre o de la Madre y otras fechas especiales, les transmito a los niños que no tienen a sus padres a su lado que esa persona que está a su cargo les está dando todo. Mi abuela me dio mucha protección, me defendía, y me castigaba cuando lo merecía. Me hizo un hombre, y a raíz de eso es que yo me sustento. Ella me ensenó a creer en Dios y la Virgen pues soy muy católico, aunque tuve una novia atea que quería mucho’’, expresa.
Fuente: Revista For Kids y Familia