Jimmy Ortiz Saucedo
Noticia: No existe noticia que comentar. A nadie le interesa el sufrimiento de estos ciudadanos.
Comentario: Quiero levantar mi voz de protesta por la forma desconsiderada, y hasta abusiva, como es tratado el ciudadano en las instituciones públicas. Si bien el trato es malo en general, esta vez quiero concentrarme en las interminables colas que tienen que soportar estoicamente.
Por razones de trabajo paso todos los días hábiles, a tempranas horas de la mañana, por las oficinas de SERECI (Servicio de Registro Cívico), situada en la calle 21 de Mayo esquina Andrés Ibáñez. Me parte el alma y llena de bronca, ver colas todos los días, que nunca tienen menos de una cuadra. Esto mismo sucede en varias oficinas públicas. Truene, llueva o relampaguee la gente tiene que enfrentarlas, con frecuencia desde las 4, 5 o 6 de la mañana, la necesidad de realizar trámites los obliga. Los días de lluvia y de frio son los más dramáticos, es triste e inclusive inhumano, ver a nuestros ancianos parados soportando las inclemencias del tiempo.
Los pobres son los que más sufren; como siempre, porque los que tiene unos pesos se dan modo de tener un trámite "más expedito", previo pago de una "compensación económica".
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Yo me pregunto: ¿a quién le importa esto? ¿Qué dicen las autoridades elegidas por ese mismo pueblo que hace cola? ¿Qué dicen nuestros senadores y diputados? ¿Qué dicen nuestro gobernador y nuestro alcalde? Incluso los medios de comunicación y la propia gente ya no dice nada, se ha vuelto normal, ¡nos hemos acostumbrado a la mediocridad!
Tenemos que reclamar nuestros derechos; no nos acostumbremos a ser del Tercer Mundo. Si uno no se hace respetar nadie lo respeta. Esta es nuestra Nación, espabilemos a esta clase administrativa y gobernante, que circunstancialmente tiene el poder.
Estas desconsideraciones con el ciudadano tienen que acabar. Se debe respetar al pueblo, que es el objetivo final de la democracia. Aunque vivamos en una "democracia" de pliqui. Los servidores públicos tienen que recordar todos los días de la vida su condición de tal.
Una de las frases más lucidas del Presidente Morales fue decirles a las empresas petroleras que queríamos "socios no patrones" (Los Tiempos 1-01-06). Con la misma lógica nosotros queremos funcionarios públicos, no patrones. Necesitamos funcionarios con vocación de servicio, que atiendan con diligencia y una sonrisa en los labios.
Que existan colas por excepción es razonable, pero que las colas sea la regla, es incompetencia pura de los administradores. ¿Porque, si ven que las colas son frecuentes, no aplican el mismo trato que los bancos y/o ponen más funcionarios para su atención? Que costaría darles un ticket numerado y tratarlos confortablemente hasta la hora de su atención. ¿Y por qué no invitarles un cafecito? ¿El pueblo no lo merece? ¿O es que el pueblo solo sirve para votar?
Exijo respeto y consideración para ellos. Es imperativo cambiar esta pésima costumbre, de poca consideración al ciudadano.