Alertan por el consumo de droga sintética en los jóvenes de Bolivia

Se trata de un grave problema de salud pública. Flagelo. Hay preocupación de las autoridades por el crecimiento de la demanda de estupefacientes sintéticos, como el éxtasis y la metanfetamina. Se consume en discotecas, colegios y universidades.

imageEL DÍA, Santa Cruz

Ref. Fotografia: Productos. La combinación de fármacos con gaseosas o tragos se convierte en estimulantes alucinógenos utilizados por los jóvenes en discotecas, colegios y universidades.



Miguel (nombre ficticio) tiene las rastas largas y negras que contrastan con sus ojos enrojecidos y sin brillo. Su sueño siempre fue poder bailar alocadamente durante horas bajo el ruido ensordecedor de la música. Para conseguir ese propósito, Miguel solía recurrir a los estimulantes sintéticos, especialmente al éxtasis, una metanfetamina que se ha puesto de moda en algunas discotecas, colegios y universidades de la capital.

"Hoy en día en Santa Cruz se sufre mucho con esto de las drogas y más que nada en las discotecas. No puedo mencionar cuáles son, pero hay muchas. Y la enfermedad de la adicción te lleva a las cárceles, a hospitales o a la muerte", afirma en un tono de arrepentimiento, pues dice que está intentando dejar el vicio y a sus malas influencias.  

Felcn confirma el consumo de drogas en discotecas y colegios. Miguel, tiene 28 años, vive en la zona norte de la ciudad y se gana la vida distribuyendo periódicos en la ciudad. Confiesa que es un adicto a las drogas sintéticas y que todos los fines de semana se interna completamente "dopado" a la movida cruceña. Sin reservas, este joven, asegura que se ha extendido el uso de estupefacientes sintéticos en forma de píldoras, conocidos como la "droga de las discotecas". Además del consumo de la pasta base de cocaína y la marihuana, Yamil cita el uso del éxtasis (combinación de químicos), diazepam, alprazolam, clonex y jarabes para tos que mezclado con soda y trago, se convierte en drogas. Aunque no existen datos estadísticos, autoridades sanitarias y del Gobierno, confirman que el consumo de drogas sintéticas, como el Éxtasis, LSD y estimulantes anfetamínicos, entre otras, es un fenómeno reciente en la capital cruceña, pero tiende a crecer y si no se enfrenta el problema con decisión, podría convertirse en el futuro, en un serio problema para la salud de los jóvenes.

Sin precisar datos estadísticos, el representante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), capitán Henry Pórcel, asegura que hay un aumento del consumo de la droga sintética, especialmente  en las fiestas y  en las unidades educativas entre adolescentes y jóvenes. En su experiencia profesional ha recogido testimonios de jóvenes acerca del consumo de las famosas "pilas" (que es una combinación de fármacos con Cocacola).  Otro de los flagelos de la juventud, según el efectivo de la Felcn, es el consumo de la marihuna y la cocaína que son de más fácil acceso, así como el alcohol y los cigarrillos. “Muchos jóvenes empiezan con el alcohol y luego van buscando estimulantes más fuertes hasta convertirse en adictos de drogas”, comenta Pórcel.

Especialistas confirman que el consumo de estos químicos causan  grave daño a la salud.

Nils Noya, especialista psiquiatra en fármacodependencia desde hace 40 años, explica que el problema del consumo de la metanfetamina o éxtasis  tiene efectos más rápidos en su lesión cerebral porque es más potente que la anfetamina y tiende a producir estados intensos de euforia hasta el agotamiento físico y mental. En el caso del LSD 25 o ácido lisérgico, Noya detalla que se trata de una sustancia sintética extraída del Cornezuelo de centeno que es un hongo parásito de esta planta. “Produce estados de alucinaciones terroríficas visuales, auditivas y del tacto. La problemática más grave es que produce lesiones cromozómicas en las neuronas que luego se van a transmitir a las generaciones futuras”, sentencia.

Alejandro Gonzales, asegura que el consumo de droga sintética en los adolescentes y jóvenes, se convierte en un grave problema de salud pública en el país. Gonzales es de la idea que no se trata de prohibir por prohibir, sino de evitar que caigan en la dependencia por imitación, por curiosidad o por ignorancia. Tanto Gonzales como Noya coinciden en señalar que la rehabilitación es muy difícil, porque ya existen lesiones cerebrales localizadas o generalizadas que hacen el pronóstico muy severo y de muy pocas posibilidades de recuperación.

Es de fácil acceso en las farmacias. Para Noya, este tipo de drogas se consiguen en mercados clandestinos, pero cree que hay también medicamentos recetados irresponsablemente por malos profesionales y gente que comercializa estas drogas.

El especialista cree que la mejor forma de combatir el consumo de estupefacientes, es con la educación de padres, maestros y profesionales de los medios de comunicación para evitar hacer una apología o defensa de las drogas. “Debemos hacer que la población tenga conciencia de que la utilización de todo medicamento o sustancia que pueda producir adicción, pone en riesgo su capacidad cerebral y por lo tanto su futuro, principalmente cuando hablamos de gente joven”, recomienda el doctor Noya, expresidente del Colegio nacional de Psiquiatras. La misma preocupación sostiene el capitán Pórcel, quien cree que la falta de control de los padres de familia, es una de las principales causas del consumo de drogas en los jóvenes. “Yo diría que este flagelo se debe a la falta de control por parte de los padres de familia. Ellos le dan libertad para salir y nadie los controla”, sostiene. Según un estudio epidemiológico realizado por la Comunidad Andina en 2013, existe cierta facilidad para conseguir las drogas sintéticas. El 29% de los universitarios de Colombia, manifiesta que les resultaría fácil conseguir éxtasis, sólo 11% de los estudiantes de Bolivia perciben lo mismo, 15% en Ecuador y 20,5% en Perú. En los cuatro países, el éxtasis sería la droga sintética de más fácil acceso. A ella le siguen, en todos los países, las anfetaminas.

Por otro lado, el 5% de los estudiantes de Bolivia, Ecuador y Perú señalan haber recibido oferta de alguna droga sintética, ya sea para comprar o probar, cifra que se duplica entre los estudiantes de Colombia (11,6%). En todos los países, y consistente con los resultados anteriores, el éxtasis es la droga de la que los estudiantes declaran con mayor frecuencia, haber recibido oferta en el último año.

El Gobierno cree que hay farmacias que venden droga sintética. El Ministro de Gobierno, Carlos Romero, en los últimos operativos ejecutados en Santa Cruz y Cochabamba, reveló que se detectó que algunas farmacias están involucradas en el microtráfico de drogas sintéticas. “Algunas farmacias, junto a la comercialización de medicamentos autorizados, también camuflan la venta de droga sintética, como diazepam y otras sustancias prohibidas, que producen alucinaciones, especialmente en los jóvenes”, afirmó Romero. La autoridad de Gobierno puntualizó que estas farmacias operan a través de algunos intermediarios, que buscan enlaces en los colegios para poder proveer las drogas sintéticas relativamente baratas, pero de acceso masivo, a los estudiantes. “Hemos encontrado casos específicos y se ha procedido a la clausura y la detención de los implicados, gracias a la denuncia de los profesores”, apuntó. Las farmacias están obligadas a vender sus productos con receta médica, según disposiciones del Ministerio de Salud y las leyes.

Drogas

Éxtasis. Es casi siempre administrado por vía oral en forma de tableta o cápsula. Las tabletas o cápsulas del mercado negro varían ampliamente en su potencia.

El éxtasis es adictivo.

LSD. Es una sustancia sintética extraída del cornezuelo de centeno que es un hongo parásito de esta planta. Produce estados de alucinaciones terroríficas visuales, auditivas y del tacto.

Anfetamina o metanfetamina. Es una droga estimulante. Produce alerta, confianza e incrementa los niveles de energía y stamina. Reduce el apetito, decrece el deseo y la habilidad de dormir, especialmente por las noches.

‘Tacha’.  Es la droga de la falsa felicidad. Se cree que no hace daño, pero es un estupefaciente altamente adictivo que va ganando terreno entre los jóvenes, de manera preocupante. Con cinco sesiones, se vuelve imprescindible para el ser humano.

Punto de vista

Dr. Nils Noya

Especialista en Fármacodependencia

"Metanfetamina o éxtasis produce estados de euforia, agotamiento físico y mental "

"Las drogas sintéticas que producen dependencia y adicción han sido utilizadas hace mucho tiempo, desde fines del siglo XIX.

Los estimulantes como la anfetamina, fueron utilizados en los soldados de la Primera Guerra Mundial para producir mayor estimulación y que no durmieran mucho. Sin embargo, se observó tambien que producía una baja del apetito, por lo cual se utilizó en personas obesas para bajar de peso. Este tipo de drogas produce muy rápidamente, un fenómeno que se denomina "tolerancia", que es la necesidad del organismo de ir aumentando la dosis en forma paulatina, hasta producir dependencia y adicción. La peor parte de este problema, produce una alteración en la personalidad del sujeto que consume, a volverse muy susceptible, y llegar hasta la paranoia ( pensar que es motivo de daño y perjuicio por parte de otras personas). Es muy frecuente, las crisis psicóticas ( locura ) en personas jóvenes, porque se hallan en pleno periodo de desarrollo cerebral.  El cerebro se desarrolla completamente hasta los 25 y 30 años.

En el caso de metanfetamina o éxtasis, el problema es todavía más rápido en su lesión cerebral, porque es aún más potente que la anfetamina y tiende a producir estados intensos de euforia hasta el agotamiento físico y mental. En el caso del LSD 25 o ácido lisérgico, es una sustancia sintética extraída del cornezuelo de centeno que es un hongo parásito de esta planta. Produce estados de alucinaciones  terroríficas visuales, auditivas y del tacto. La problemática más grave es que produce lesiones cromosómicas en las neuronas que luego se van a transmitir a las generaciones futuras. Este tipo de drogas se consiguen en mercados clandestinos, pero hay también medicamentos recetados irresponsablemente por malos profesionales y gente que comercializa estas drogas.