Brasil debe pagar los daños al Beni

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz1 Noticia: Brasil y Bolivia analizan los efectos de las inundaciones en dos represas (El País de España 08-03-14).- Bolivia y Brasil analizarán las causas de las peores inundaciones en el norte amazónico boliviano, que expertos locales atribuyen a las represas brasileñas de Santo Antonio y Jirau sobre el río Madeira, que separa las dos naciones.

Comentario: Las inundaciones en el Beni alcanzaron ribetes apocalípticos, un verdadero desastre. El único que no lo vio fue Evo Morales, ofuscado por su odio con el Oriente. El periódico el País de España, le dio relevancia en su edición.



El Canciller Luiz Alberto Figuereido; especialista en temas ambientales, vendrá a embaucar a Choquehuanca, justificando la construcción de estas represas, los proyectos federales más importantes del Gobierno Brasilero. Justificará con ello también a los constructores. "Datos del Tribunal Superior Electoral confirman que las constructoras son las mayores financiadoras de las campañas electorales del PT" de Lula y Dilma (hidrocarburosbolivia.com 16-10-11).

"Varias Organizaciones de la Sociedad Civil brasileñas y bolivianas habían advertido ya en 2007, antes de la construcción de las represas, sobre sus posibles efectos negativos en las poblaciones de este sector de la Amazonia. Esos perjuicios son similares a los que se viven en estos días. Informes de entidades como la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), de Bolivia, o de especialistas como Philip Fearnside, del Instituto Nacional de Investigación de la Amazonia en Manaos, Brasil, entre otros, llegaron al gobierno de Morales, que envió una carta a su homólogo brasileño para indagar en la veracidad de lo que se avecinaba. Todo quedó allí, Jirau y Santo Antônio fueron construidas, comenzaron a funcionar y hoy afectan con inundaciones a poblaciones del estado de Rondônia y Beni" (pagina12.com.ar 04-03-14)

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Es bueno aclarar que estas represas son un proyecto de UNASUR. "El Complejo Hidroeléctrico del Río Madera, forma parte del plan de proyectos de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA). Este plan de megaproyectos comprende varios Ejes de Desarrollo, entre los cuales está el Eje Perú-Brasil-Bolivia que contempla el Corredor Madera-Madre de Dios-Beni. Este corredor está diseñado con cuatro hidroeléctricas. Dos de ellas, San Antonio y Jirau ubicadas en el Estado de Rondonia-Brasil, una binacional en Guajará Mirim entre Bolivia y Brasil y la última en Cachuela Esperanza en el río Beni en Bolivia. Además, contempla la construcción de una Hidrovía de 4.250 Km de largo para hacer posible la navegación de grandes embarcaciones en los ríos Madera, Madre de Dios y Beni.

El objetivo del Complejo del Río Madera, según IIRSA, es consolidar una vía de integración internacional fluvial siendo prioridad la logística de transporte y el desarrollo socio económico de las regiones de Madre de Dios en Perú, Rondonia en Brasil y Pando y Beni en Bolivia. Por otro lado, esta obra está destinada a satisfacer la gran demanda energética del sector industrial del Brasil y promover la inversión de la empresa privada. Además de producir energía, la formación de los reservorios de agua permitirá hacer navegables estos ríos y abrir una ruta de exportación, para la expansión de la producción de soya en la Amazonía" (herencia.org.bo).

El problema que hoy comienza, con las inundaciones en Beni, Pando y Rondonia-Brasil, es solo el inicio de un problema internacional mayúsculo y complejo. Tendrá su parecido con el TIPNIS, solo que elevado a la milésima potencia. La carretera por el TIPNIS costaba 415 millones de dólares (hoybolivia.com 06-10-11), solo San Antonio y Jirao costaron 15.000 millones (survival.es).

Las represas de UNASUR modificaron el sistema hidrográfico de la región, y como consecuencia cambiaran la ecología y la sociología. Ganaderos del Beni, castañeros de Pando y sus pueblos en general, tendrán que acostumbrarse a otra vida. Le cambiaron de vida sin consultarles, ¡Que brutal irresponsabilidad!

La Gobernación del Beni, como legítima representación del pueblo más damnificado, debiera exigir una auditoria ecológica internacional a la ONU, para pedir la mitigación del impacto ambiental y el resarcimiento de los daños a su gente. Como ya lo están pidiendo el Ministerio público Federal de Brasil y otras instituciones, para los damnificados brasileros (soemrondonia.com.br 07-03-14).

La ONU es el foro más adecuado para ventilar este problema, que permita sentar un precedente en el mundo, castigando a gobiernos y empresas abusivas que solo piensan en su bolsillo, y a gobiernos; como el boliviano, que no sabe hacer respetar a su pueblo.

Será también una excelente oportunidad de dirimir un añejo conflicto entre desarrollistas y medioambientalistas, buscando una síntesis para beneficio de la humanidad. Que el sacrificio del Beni no sea en vano.