“Las chicas buenas van al cielo, las malas van a todas partes”. ¿Habías escuchado antes esta frase?
La dijo una famosísima actriz de Hollywood, Mae West, en los años 30. Lo cierto es que el concepto de chica traviesa no pasa necesariamente por ser mala, sino que está más cerca de ser «pilla”. Se trata de saltarse alguna vez las reglas, comportarse de manera contraria a lo previamente establecido y sorprender a los demás con una actitud inesperada. ¿Alguna vez has actuado así?
¿Cómo reconocemos a una chica traviesa?
Soy “todo plan”
En la cabeza de una chica traviesa no se contempla la opción de condicionar sus planes a una llamada. Esto significa que la imagen de un viernes por la tarde sin ningún plan porque sigue esperando a que el teléfono suene, no existe. ¿Por qué? Porque valora su tiempo, a la gente que le rodea y sus ganas de vivir. Por eso, no duda en apuntarse hasta a “un bombardeo”. ¡Todo puede ser divertido si la diversión va contigo!
La aceptación y el rechazo: siempre con «buena onda»
Una chica traviesa sonríe cuando dice que no. No es fácil este punto, hay que trabajarlo pero, una vez conseguido, los beneficios son espectaculares. Ser traviesa es divertido, pero hay que pensar en los demás. ¡Anda que no nos han dado calabazas y no siempre con “buena onda”…! Divertirse sí, incluyendo a todo el mundo, mejor.
¿Te atrae el misterio?
Una chica traviesa es misteriosa. ¡Ojo! Esto no significa que mienta, pero sí que reserve su intimidad, que tenga secretos. La transparencia en todo lo que haces puede restar algo de interés a una persona, y seamos realistas, tener la sensación de estar descubriendo cosas continuamente, sentir la conquista permanente…es muy atractivo.
No te quejes. ¡Al mal tiempo, siempre buena cara!
¿Una chica traviesa se lamenta constantemente de sus errores? ¿Se queja? ¿Es una mártir con un sentimiento de culpa que no la abandona? No, esa no es la actitud (bueno, nos la podemos permitir un ratito…). Las traviesas admiten sus errores, aprenden de ellos, solucionan, procuran enmendar, toman nota y… ¡pasan página!
Recuerda: una chica traviesa es lista, sabe esperar, tiene siempre un as en la manga y, sobre todo, sonríe mucho, porque siempre hay algún motivo. ¡Pruébalo, funciona!
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