Se radicalizan las protestas de militares de bajo rango en las FFAA

“No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Con este refrán un militar, de quien resguardamos su identidad, explicó la situación de los sargentos y suboficiales que demandan cambios en el interior de las Fuerzas Armadas y denuncian abusos.

Las mujeres de los militares de bajo rango protestaron ayer en las afueras del Estado Mayor del Ejército en La Paz. Foto. APG Noticias



Para este militar de bajo rango la decisión de su gremio de hacer conocer a la opinión pública el trato que reciben es porque ya agotaron acciones por los conductos regulares. Observa que en el Gobierno de Evo Morales, que impulsa la “descolonización de las Fuerzas Armadas”, no se incluya a los suboficiales y sargentos.

Lamentó que su sector no pueda acceder a una formación superior, porque “esta solo está permitida para los oficiales”, lo que significa –agregó– que hay un “clasismo” dentro de la institución en la que los oficiales tratan a los sargentos y suboficiales, “como personal de segunda”.

Otro militar, al que se contactó vía telefónica, indicó que la lucha es porque se acabe la discriminación en las FFAA Citó como ejemplo que los uniformados de bajo rango no pueden compartir la misma mesa con un suboficial, tampoco estudiar una carrera a nivel de ingeniería en la Escuela Militar de Ingeniería (EMI).

En un documento que recibió este diario, el sector militar sostiene: “Hasta hoy se mantiene el clasismo dentro de la institución armada, no se ha eliminado la discriminación, solo se ha cambiado la cara; el sistema colonial con el que nació el Ejército introdujo todas las formas de discriminación, empezando desde el baño exclusivo para oficiales (…)”.

Sobre la protesta, que ayer derivó en el despido de las FFAA de cuatro suboficiales, Carola Justiniano, esposa de un militar de bajo rango y que junto a otras cuatro mujeres inició una huelga de hambre en Santa Cruz, dijo que radicalizarán sus medidas hasta que el Gobierno intervenga y gestione el cambio en el interior de esta institución.

En La Paz, son alrededor de 20 las mujeres que se han sumado a la huelga de hambre en instalaciones de la Asociación Nacional de Sargentos y Suboficiales. Sobre el tema, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, instó a los manifestantes dar un paso atrás en sus protestas para instalar una mesa de diálogo.

Fuente: El Deber