Hollywood y los contratos que se firman en la cama


– Lindsay Lohan acusa a Jennifer Lawrence de usar el sexo para conseguir papeles
– Existen numerosos ejemplos de actores y actrices que se enamoran de directores y productores
– Libros como ‘Hollywood Babilonia’ recogen diversos episodios de andanzas sexuales en la trastienda del cine

el_selfie_de_los_oscar_“Sus caídas en la alfombra roja son evidentemente falsas y patéticas. Eso es bastante obvio. Es muy falsa y además, yo no tengo sexo para conseguir papeles”. En un par de frases, Lindsay Lohan pasó de ser la niña mala de Hollywood a fray Tomás de Torquemada. Lohan dispuso la hoguera para la recién oscarizada Jennifer Lawerence en una entrevista concedida a Kode Magazine. El motivo era hablar de su turbulenta trayectoria pero aprovechó para despacharse a gusto con una recién llegada revelando, según su criterio, un misterio que no deja vivir a muchos cinéfilos.

¿Cómo una cría de 22 años y con apenas cuatro películas se impone en los Oscar a dos tótems como Meryl Streep y Glenn Close? ¿Qué broma es esa? Fue por ‘El lado bueno de las cosas’ y, para muchos, también Viola Davis merecía más el premio en 2012. Sin embargo, Lawrence acaba de lograr un BAFTA por ‘La gran estafa americana’, además de con un Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores.



Jennifer Lawrence no se molesta ni en responder. Quizá porque todo es falso. Pero existen casos que podrían levantar sospechas de un interés poco artístico. Hace un par de años, Kristen Stewart, estrella de la saga ‘Crepúsculo’ engañó a Robert Pattinson con Rupert Sanders, su director en ‘Blancanieves y el cazador’, se suponía que felizmente casado. Esto no fue un rumor sino un hecho. Existen numerosos ejemplos de actores y actrices que se enamoran de directores y productores: Steven Spielberg y Kate Capshaw, Tim Burton y Helena Bonham Carter, Keira Knightly y Rupert Friend, Sam Mendes y Kate Winslet, Frances McDormand y Joel Coen, Brigitte Bardot y Roger Vadim, Rita Hayworth y Orson Welles, Ingrid Bergman y Roberto Rosellini, etc.

La leyenda de que en Hollywood se firman más contratos en la cama que en los despachos viene de antiguo. El primero que puso luz sobre el asunto fue el archiconocido‘Hollywood Babilonia’, libro que el cineasta Kenneth Anger escribió en 1959 y que tuvo que publicar en Francia seis años después. Fue prohibido en cuestión de días y no pudo volver a las librerías de EE. UU. hasta 1975. En él serpenteaba por los escándalos –la mayoría sexuales– deun Hollywood en blanco y negro que resultaba ser muy colorista tras las cámaras: Charles Chaplin, Lana Turner, Rodolfo Valentino, Erich Von Stroheim, Wallace Reid y muchos otros no quedaban bien parados.

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Lo más salvaje que en él se contaba fue el origen de la caída en desgracia de Roscoe FattyArbuckle, un cómico que fue llevado a juicio por el supuesto crimen sexual contra una actriz ocasional. Se le acusó de haberle desgarrado sus partes íntimas con una botella de champán en una fiesta y, aunque no se pudo demostrar –se contaban decenas de versiones–, su carrera terminó ahí. Luego se ha sabido que la causa de la muerte probablemente fue varios abortos clandestinos que Virginia Rappe se había hecho practicar.

En el libro se decía incluso que Clara Bow, cual Mesalina del siglo XX, se había acostado con todos los jugadores del equipo de fútbol USC Trojans, hazaña que tal vez inspiró a la famosa marca de preservativos americana. La mayoría de anécdotas recogidas en la obra (de la que se editó una segunda parte) fueron desmentidas por sus protagonistas, por otros miembros de la industria del cine o por testigos presenciales pero había cumplido su objetivo: retratar la meca del cine como una orgía continua.

jude_law_y_sienna_millerNo solo la diatriba de Lindsay Lohan contra su compañera ha hecho daño en la industria. Hace apenas dos semanas, el New York Daily News recogía las gravísimas acusaciones del actorMichael Egan III, que con 31 años ha demandado al director de los ‘X-Men’ (Brian Singer), al exjefe de NBC Entertainment (Garth Ancier), a un ejecutivo de Disney (David Neuman) y a un productor de Broadway (Gary Goddard). Según el joven, de 31 años, todos ellos se propasaron con él cuando tenía 17. Asegura que ha visto lo mismo con otros chicos a quienes suministraron drogas y alcohol en diversas fiestas y que los cuatro forman parte de un privadísimo club de sexo sórdido son sede de Los Ángeles. La propia acusación parece un sugerente guión de cine.

Desde luego, los cuatro lo han negado y han anunciado querellas apabullantes aunque no son el único caso: el actor Corey Feldman, estrella infantil en la década de 1980, publicó un libro de memorias que detalla el supuesto abuso sexualde menores que sucede en ciertos rincones secretos de Hollywood. Algunos casos han granjeado órdenes de búsqueda y captura (Roman Polanski) y de otros, existen testigos cualificados de (Dylan Farrow vs Woody Allen).

Pero no es necesario emular ‘Eyes Wide Shut’ para constatar que el sexo tiene mucho tirón entre los más reconocidos actores o bucear entre chismes difícilmente constatables. Afortunadamente, la mayor parte de ejemplos pertenecen al lúdico campo del sexo consentido. En 1995, Hugh Grant -casado con Liz Hurley y en la cima del mundo tras ‘Cuatro bodas y un funeral’- posó con el pelo grasiento para su foto policial tras haber sido sorprendido por unos agentes con Divine Brown, una prostituta de tres al cuarto, en Hollywood’s Sunset Bulevard.

John Travolta, casado con Kelly Preston, se vio en la portada de la revista National Enquirer como asiduo de clubs gays mientras que el marido de Sandra Bullock. Jesse James, la engañó durante todo un año antes de que ella se diese cuenta.

Otras veces, las infidelidades son cruzadas: Jude Law confesó públicamente haber engañado a Sienna Miller con la niñera –lo mismo que hizo Arnold Schwarzenegger y con hijo de por medio– y ella se envolvió en dignidad para acabar conociéndose tiempo después que el propio Law ya lucía astas sin saberlo, regalo del también actor Daniel Craig.

También conocemos ejemplos de sexo indiscriminado y de aficionados irredentos al aquí-te-pillo-aquí-te-mato: David Duchovny, Michael Douglas y Charlie Sheen son los ejemplos más notorios. Los dos primeros rehabilitados de su adicción y el último, sin redención posible.Y si no podíamos hacer este repaso por el Hollywood más rijoso sin mencionar ‘Hollywood Babilonia’ sería injusto olvidarnos de ‘Servicio completo’ (Anagrama). En él, Scotty Bowers, un guapo exparacaidista, confesó haber sido amante de Walter Pidgeon, George Cukor, Vincent Price, Vivien Leigh y Edith Piaf y, como alcahuete, surtir de ligues a Howard Hughes, Katherine Hepburn, Tyrone Power, Cary Grant, Charles Laughton, Randolph Scott, Errol Flynn, Bob Hope, Mae West, Rock Hudson, James Dean, Montgomery Clift, Anthony Perkins…

La lista es extenuante. Quizá por ello y según recoge Román Gubern, el doctor Alfred Kinsey lo fichó como colaborador para sus estudios sexológicos.

Fuente: www.revistavanityfair.es


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