Veinte días antes de su liberación Felipe Moza concedió esta entrevista a EL NACIONAL. El cívico villamontino ese entonces puso como condición que la charla sólo sea publicada cuando su salida de la cárcel de San Pedro no corra riesgos. La conversación se desarrolló en su celda ubicada en la sección La Posta, muy cerca de varias “celebridades” políticas de estos tiempos. Se encontraban cerca, por ejemplo, la celda de Santos Ramírez, o las de los detenidos por el caso de la masacre de Porvenir o el “narco amauta”. Allí durante casi dos horas Moza, con documentos en mano, relató la odisea de su detención así como la conducta de singulares funcionarios del Gobierno.
Rafael Sagárnaga López/EL NACIONAL, Tarija, Bolivia
DEL CHACO A SAN PEDRO
EL NACIONAL (EN).- Mucha gente se pregunta ¿por qué las autoridades se ensañaron tanto con usted, pese a que había tan escasos justificativos para detenerlo por tanto tiempo?
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Felipe Moza (FM).- Mi respuesta debe regirse a todo lo que ha pasado desde aquel 28 de noviembre de 2008. Esa vez, quienes nos hallábamos perseguidos decidimos hacer una entrega voluntaria. Fue alrededor de 16.30, en el barrio 4 de noviembre, cerca del mercado del Abasto en Santa Cruz. Fue fruto de la negociación iniciada por Reynaldo Bayard, no hubo captura como se dice.
EN.- ¿Qué había pasado antes de esa su llegada a Santa Cruz mientras se producían las detenciones del Gobierno a los opositores cívicos?
FM.- Estábamos a buen recaudo en la frontera tripartita que hay con Argentina y Paraguay. Nos refugiamos en Santa Victoria. Y en su momento hubo algunos parlamentarios que desde La Paz le ayudaron a Reynaldo Bayard para que pueda tener contactos con el Gobierno.
EN.- ¿Qué parlamentarios?
FM.- Principalmente estaban Johny Torrez, Willman Cardozo y Roberto Ruiz.
EN.- ¿Cómo es que decidieron salir?
FM.- En una jornada de esas, yo ya no pude aguantar la permanencia en esa zona. A veces salíamos de ese lugar en moto. Y entonces le dije a Reynaldo Bayard: “Yo me voy a entregar. Voy a Tarija y me voy a entregar. No he matado, no he robado a nadie. Las cosas tienen que aclararse”. Le dije eso frente a lo que escuchábamos en la radio. Pero él no quiso que salga, no quiso ni saber de que yo salga a entregarme. Sin embargo, otro día, Bayard aparece y me dice: “Tenemos que salir porque yo ya he hablado con el número 2 del país”, el segundo hombre del país.
Entonces poco después nos fuimos hasta Tartagal, en Argentina y Reynaldo Bayard me dice: “Voy a Pocitos para entrevistarme con gente del Ministerio de Gobierno, a transar. Entonces volvió al día siguiente y nos dijo que la gente del Ministerio del Interior había ingresado hasta Pocitos argentinos. Me mintió. Me dijo: “No quieren tu cabeza ni la de ninguno de los changos, sino me quieren a mí, a Mario Cossío, Patricia Galarza, Adrián Oliva, Mauricio Lea Plaza y a algunos medios de comunicación. Dijo “yo ya he negociado por eso tenemos que ir a Santa Cruz. Ahí nos vamos a reunir con ellos, luego iremos a La Paz. Vos que no has hecho nada, nada tienes que ver, simplemente vas a hacer tus declaraciones y en 15 días vas a volver. Y los que supuestamente han estado en la voladura de la válvula del gasoducto se van a ir al abreviado y van a salir”.
EN.- ¿En qué le mintió Bayard?
FM.- Yo tenía contactos con otras personas, tenía otras voces. Y esas personas me contaron que en realidad Reynaldo Bayard no se reunió en Pocitos con la gente del Ministerio, sino que se había ido a Santa Cruz y ahí se había reunido durante 4 horas con los funcionarios del Gobierno.
Pero luego, nos recogió en un vehículo el papá de los Salazar. Nos traslada a Santa Cruz. Y entonces llegó ese 28 de noviembre. Dentro de mí recordaba eso de que quien nada hizo nada debe temer. Entonces en un solo vehículo nos fuimos todos. Esa tarde Bayard baja del vehículo y charla con una persona a quien él ya identificó. Luego nos lleva algunos cientos de metros más atrás del lugar y ahí había cinco vehículos. Varios eran marca Land Rover. Inmediatamente nos dieron chalecos antibalas a cada uno.
EN.- ¿Por qué?
FM.- Nos explicaron que la Unión Juvenil Cruceñista podría tomar represalias contra nosotros, lo que al final fue pura mentira. Nos llevaron luego a un extremo de Santa Cruz, a un lugar donde había una cancha con unos pajonales y ahí dos tenientes se ponen sus capuchas, y le hacen el jueguito a Reynaldo, como si lo hubieran capturado en ese momento. Hacen un show ridículo como si pillaran a Bayard y a dirigentes cívicos y sacan fotos. Esas fotos mandaron a los medios y es lo que salió cuando dijeron que nos atraparon.
Luego nos trasladan de Santa Cruz a Cochabamba. Y antes de llegar a Montero, cerca de las 22.00, se paran los vehículos a un costado de la carretera. Y entonces comenzó a hablar el tipo que parecía estar al mando de todo.
LA JUSTICIA EN RED
EN.- ¿Puede identificarlo y también a la gente que participó en esos operativos?
FM.- Por seguridad, por ahora no quiero mencionar todavía tres nombres. Pero del resto puedo citar que estaban Carlos Nuñez del Prado, Luis Clavijo, estaba el mayor Aguilera, estaba el capitán Julio Larrea, y su hermano, el teniente Larrea. También participaron el sargento Álvarez y la única mujer Marilín Vargas.
EN.- Es decir varios de los principales involucrados en casos como el de “Terrorismo- Las Américas” y “Porvenir”.
FM.- Sí, de nosotros estábamos Bayard, los hermanos Marcelo y Guillermo Salazar, Gonzalo Salazar, estaba Fabricio Fuentes, el que corre en el Dakar, Carlos Rodas, Carlos Zeballos y yo. Y quien estaba al mando de todo esto se llama Raúl García Linera. Había tres personas más, me reservo los nombres.
EN.- ¿Ellos los llevaron a La Paz?
FM.- Nos trasladan a Cochabamba en un Land Rover. Yo, al lado de Bayard; el mayor Aguilera delante de mí; Luis Clavijo, a un costado y adelante Raúl García Linera. Por las cosas que hablaron en el viaje, me di cuenta de que a esa gente no le interesaba nada del país, sino sólo el poder político. Yo tengo apuntado con puño y letra todo lo que he visto y escuchado. Lo he resumido en 13 puntos, casi en coincidencia con los 13 puntos que ellos sacan para lo que llaman su agenda patriótica. En su momento, haré conocer al país esos 13 puntos. Y ahí se darán cuenta por qué me han mantenido preso.
Luego, a las 05.00 me bajan en una plaza de Cochabamba. Los tenientes me llevan a un lado y no me dicen nada. Había en el lugar un vehículo blanco que no era parte de la caravana. Me agarra Bayard y me dice: “Te cuento que desconfían de vos y que te van a llevar en otro vehículo…”. Me di cuenta que fue por algunas de las cosas que había escuchado y visto en el camino.
Entonces le dije a Bayard y a los otros: “… No sean cobardes, si quieren matarme, mátenme aquí, en la plaza. Teniente, saque su pistola y hágalo acá, delante de Reynaldo Bayard. No sea cobarde ”. A él le dije: “Vos sos cómplice, y esto va a quedar en tu consciencia”. Me asusté de lo que les dije porque, por las cosas que había escuchado, comprendí que ellos eran capaces de todo.
EN.- ¿Puede citarme algunos ejemplos de las cosas que escuchó?
FM.-Está gente es la que maneja y ha manejado el país. No ponen la cara en la prensa, nunca han salido en la prensa. El único que alguna vez salió ha sido Luis Clavijo, claro mintiendo. Luego, puedo poner por ejemplo que Raúl García Linera manejaba a senadores y ministros. Recuerdo que esa vez le habló a Alfredo Rada, entonces ministro. Le dijo: “Sabes qué, hacé las cosas, carajo. Decile a ese juez y a ese fiscal que cumplan porque si no, que se atenga a la suerte de su familia”.
Luego me subieron a otro vehículo y me acomodo detrás del chofer, me enterqué. Yo imaginaba que si iba al costado, podían meterme un tiro, abrir la puerta y echarme al camino o a un barranco. Pero si iba detrás del chofer podía hacer algo y era mucho más complicado para ellos. Casi nos volcamos al llegar a La Paz porque se durmió el chofer. Llegamos tipo 09.00. Cerca de la tranca de Achica Arriba. De lejos se veía que había una gran cantidad de policías y estaba la prensa… Y ahí estaban Boris Villegas y Denis Rodas y Fernando Rivera.
EN.- Los operadores de la red de extorsión y el caso Ostreicher
FM.- Sí, ellos. Y ahí Raúl García Linera les da instrucciones a todos. Les dice qué tenían que hacer. Hasta ahí llega él, y llegan los otros tres de quienes me guardo los nombres. Luego desaparecen del mapa. Dicen que la opinión pública no va a creer que han caído ocho. Entonces primeramente reúnen a cinco: Raynaldo Bayard, los hermanos Salazar y a Fuentes. Me hacen a un lado. Ese rato dicen: “A éste por parador” y me llevan junto a Carlos Rodas y a Carlos Zeballos. A los otros cinco los meten a un vehículo a los otros y hacen su show. A nosotros tres nos retienen como una hora lejos. Luego nos metieron 5 días en la Interpol. En la Interpol iban a negociar con nosotros. Nos advertían que Reynaldo ya había negociado económicamente y con temas de trabajo con el Gobierno. A mí me decían: “Vos tenés que negociar con el Gobierno porque Bayard ya ha arreglado con ellos”. Eso me decía el mayor Aguilera.
El 3 de diciembre nos llevan a los tres. Nos dicen que primero iríamos a hablar con el Ministro de Gobierno. Me explican que para disimular yo iría con una policía que estaba vestida de civil, con gorra y gafas, como si fuera mi novia. Pero entonces llega la prensa y repentinamente descartan la entrevista que iba a tener con el Ministro. Nos llevan a El Alto y hacen otro show con policías motos y todo eso. Nos trasladan hasta la Fiscalía y hablan como si recién nos hubieran capturado en Santa Cruz.
CACERÍA TARIJEÑA
EN.- ¿En qué momento se le complican las cosas con fiscales y jueces?
FM.- Yo reclamo y reclamo que me dejen declarar. Entonces me llevan con el fiscal Félix Peralta, que hoy es vocal. El mayor Aguilera me vuelve a llamar y me dice que tengo que transar con el Ministerio de Gobierno y me asegura que esa mañana ya hablaron con Bayard y que él dijo que Moza está dispuesto a negociar.
Miré, acá está. Todo lo tengo documentado por eso no tienen argumentos para condenarme. El 3 de diciembre declaramos Rodas, Zeballos y yo. Esta declaración voltea todo lo de mi proceso. Hice esta declaración tres veces y me la rechazan tres veces antes de firmar. ..Porque antes ellos habían puesto una parte en la que yo le echaba la culpa de todo a Mario Cossío, Adrián Oliva, a Mauricio Lea Plaza, y también involucraba a varios medios de Tarija. Allí estaba EL NACIONAL y prácticamente todos los medios escritos de departamento.
Luego borraron algo que yo había declarado. Fue cuando estuvo a punto de haber un enfrentamiento en Villa Montes. Un masista que llegó de Potosí intentó poner una dinamita en medio de las llantas que ardían. Cuando la estaba encendiendo, dos párrocos le agarraron las manos y le dijeron: “Prendelo, si vas a volar, volamos todos, tú más”. Eso yo puse en mi declaración y acá no aparece, lo borraron.
EN.- Entonces a partir de esas negativas optan por intensificar su detención …
FM.-Me pasan a las celdas judiciales y me tienen ahí 22 días. El 24 de diciembre a las 14.00 nos llevan donde la jueza Betty Yañiquez y nos piden que nos acojamos al silencio. Y, por ello, nos llevan a San Pedro, a la sección Chonchocorito. Me señalan bajo la figura de “peligro de estragos”, cuya pena es de uno a cuatro año. La acusación fue presentada en 2009 por el fiscal Marcelo Soza, hoy prófugo en Brasil por el caso Terrorismo Las Américas.
El primer fiscal de mi caso fue Peralta, luego vinieron Edward Mollinedo, Isabelino Gómez, y Soza. La parte querellante eran Boris Villegas, Denis Rodas y Fernando Rivera. Hoy casi todos presos y Soza fugitivo de la justicia.
EL COMPAÑERO BAYARD
EN.- ¿Cuál fue la conducta de Bayard a partir de ese tiempo de reclusión?
FM.- Cuando Reynaldo Bayard en enero de 2009 sale a llorar, casi me agarro a puñetes con él. Todas las noches iba a mi celda. Me decía: “Felipe, cambia tu declaración y vámonos de una vez de esto. Quería que declare con acusaciones para esa lista negra de políticos y medios de comunicación. Aguilera también me pidió: “Sólo di que la declaración de Bayard es verdad y te vas”. Si yo hacía eso, los hubieran traído a toditos a La Paz”.
Para entonces Bayard andaba con dos celulares en San Pedro. Hablaba con Boris Villegas, con Denis Rodas, incluso con Raúl García Linera. Un día hizo una reunión y se fueron todos. Ese rato me agarraron y me llevaron por las oficinas de gobernación de la cárcel. Clavijo nos advirtió a todos: “El que no esté con nosotros, su vida va ser muy triste. Su vida la van a pasar en Grulla y Muralla”, o sea los peores sectores de la cárcel.
Ahí a Reynaldo Bayard se le mojaron los pantalones y se acordó hasta la última vez que comió un saice con Mario Cossío. Yo les dije: “Saquen sus pistolas y métanme un tiro. Prefiero que me metan un tiro a ser traidor”.
EN.- ¿Cómo salen Reynaldo Bayard y Gonzalo Salazar?
FM.- Aparece la abogada Mónica Ramírez, la que luego fue de YPFB. Informa que Boris Villegas y Denis Rodas señalan que no se oponen a lo que pide Bayard. Y le dan la simple sanción de venir firmar. En cambio conmigo, el 27 de 2 de 2013, me dan fianza de 100 mil bolivianos y arraigo. Hemos pedido “n” veces las mismas medidas que le impusieron a Bayard. Y vea que él está acusado por “sedición, alzamiento armado y terrorismo”, y le dan esas medidas. Yo que estoy por “peligro de estragos”, he sufrido cinco años y medio de detención.
Un mes después de que salió, Bayard vino a hablar conmigo. Ya era un agente del Gobierno, incluso para otros temas. Me ofrecieron plata, seguridad para mi familia, etc…Yo lo rechacé.
El resto de los problemas que vinieron con la reclusión, el dolor de mi familia, la muerte de mi padre, las 94 audiencias pospuestas y las mentiras. Todo aquello vino luego y lo conocen bien ustedes los periodistas y el pueblo.
DESTACADO
1.- El primer fiscal de mi caso fue Peralta, luego vinieron Edward Mollinedo, Isabelino Gómez, y Soza. La parte querellante eran Boris Villegas, Denis Rodas y Fernando Rivera.
2.- Porque antes ellos habían puesto una parte en la que yo le echaba la culpa de todo a Mario Cossío, Adrián Oliva, a Mauricio Lea Plaza, y también involucraba a varios medios de Tarija
3.- Un mes después de que salió, Bayard vino a hablar conmigo. Ya era un agente del Gobierno, incluso para otros temas.