El reloj y otras extravagancias

Pedro Shimose shimoseNo voy a enloquecer porque las manecillas del reloj del ministro David Choquehuanca giren de derecha a izquierda. Lo importante es saber que los relojes del resto del mundo + China seguirán marcando las horas de izquierda a derecha. ¿De qué se quejan? Más de 200 relojes aimaras fueron regalados en la Cumbre del G-77 + China, realizada hace poco en Santa Cruz (La Razón, 25.06.14). ¡Qué le vamos a hacer! El reloj del ministro Choquehuanca que se exhibe en el frontispicio del Parlamento, en La Paz, es una metáfora del ‘proceso del cambio del cambio’, según la ‘lógica andina’. A partir de ahora, el tiempo del colonialismo occidental ha dado paso al tiempo del colonialismo aimara, aunque me temo que, con reloj aimara o sin él, los bolivianos seguiremos llegando tarde a nuestros compromisos sin que nadie nos eche de menos.** En Samaipata acaba de celebrarse el año 5522 de la era aimara, según la ‘deconstrucción’ histórica manipulada por los relojeros masistas. Samaipata nada tiene que ver con los aimaras, porque Samaipata fue conquistada por los quechuas en tiempos del inca Túpac Yupanqui, imperialista precolombino. La fiesta pagana del 24 de junio tampoco es exclusividad de los aimaras. Hitler también celebraba el solsticio del tata Inti como algo propio de los ayllus arios de raza pura. Lo absurdo es que los masistas hayan incluido, en la ceremonia, a los indios amazónicos, descendientes de aquellos que repelieron la invasión inca, precisamente en Samaipata. ¡Se le mete, nomás!** La idea que tengo del tiempo es una imagen poética, mientras la idea masista del tiempo es una imagen electoralista. Platón dijo, hace 2300 años: “El tiempo es la imagen móvil de la eternidad” (Timeo). A partir de ahí, poco se ha avanzado porque el tiempo es un problema metafísico que ni siquiera Heidegger pudo resolver en El ser y el tiempo. Solo los relojeros aimaras han dado en el clavo. El tiempo no es una paradoja que carece de dimensión, como San Agustín creía (Confesiones); el tiempo es una ‘parajoda’ aimara “en la que no existe el futuro”, según un ‘k’ara’ mutante, convertido en yatiri aimara (La Razón, 29.06.14).** Recordemos que el Apu Mallku dijo, al asumir la Presidencia de la República, que su objetivo era parecernos a Suiza. Después de ocho años de mandar sin gobernar, su profecía se va cumpliendo. De hoy en adelante, los suizos fabricarán relojes con tecnología aimara. // Madrid, 04.07.2014El Deber – Santa Cruz