La Iglesia Católica divulgó los resultados del “Diálogo Democrático para una Agenda Ciudadana”, que la Pastoral Social realizó con 349 organizaciones de la sociedad civil en los 9 departamentos.
Los mismos parecen estar causándole urticaria al régimen evista, ya que de inmediato la senadora del MAS Nélida Sifuentes acusó a la Iglesia de ser “jefe de campaña de la oposición”.
Por una parte, las recomendaciones hacen un llamado a no practicar la guerra sucia, falta en la que han incurrido recientemente el presidente y vicepresidente del Estado, tratando de demonizar a quienes buscan la alternancia democrática como “vendepatrias” y “privatizadores”.
Pero el documento del diálogo también hace hincapié en la independencia de poderes, poniendo el dedo en la llaga de la desinstitucionalización republicana sufrida en los últimos años.
Otro aspecto que debe causar molestia en el gobierno central es la recomendación de proceder a una mejor y más justa distribución de recursos económicos con los niveles subnacionales de la administración pública (gobernaciones y municipios), el llamado pacto fiscal, hasta ahora soslayado sistemáticamente por el oficialismo, que parece preferir su postergación hasta las calendas griegas…