Recopa Sudamericana
Visita a Atlético Mineiro, que ganó 1-0 en la ida. El equipo de los Barros Schelotto necesita el triunfo que nunca consiguió en Brasil.
Esta noche es noche de copas: Atlético Mineiro y Lanús definirán quién se quedará con la edición número 21 de la Recopa Sudamericana. En la ida, en Argentina, Ronaldinho y compañía se tomaron el primer sorbo: fue 1 a 0 y quedó todo servido a sus pies.
No se va a entregar tan fácilmente Lanús. Quiere desquite, por la derrota de la semana pasada y también por aquella final perdida en 1997 contra el mismo rival de turno (Copa Conmebol). Los antecedentes no son alentadores: el equipo del Sur nunca pudo ganar en Brasil. Si quiere dar otra vuelta continental, deberá quebrar la historia esquiva. Una derrota o un empate lo proclamará campeón al conjunto local. A Lanús sólo le sirve ganar: si es por un gol, habrá alargue y, de ser necesario, penales (en esta competencia no cuenta el gol de visitante); si lo hace por dos o más goles, logrará festejar en tierras enemigas.
El plantel de Lanús llegó ayer a la tarde a Belo Horizonte, ciudad que cobijó a la Selección argentina durante cinco semanas y que padeció la paliza a Brasil. Lo hizo en un vuelo charter, con el ánimo bien arriba y con la fe intacta. Se acomodó en el lujoso hotel Ouro Minas y por la noche reconoció el Mineirao.
Guillermo Barros Schelotto quedó más preocupado por el andar del equipo que por el resultado en sí. Por eso, piensa en otro plan para el desquite: retocará el tradicional 4-3-3 por un 4-4-2. Buscará hacerse fuerte en el medio y tener el control de la pelota (Jorge Ortiz irá desde el arranque) para salir de contra por las bandas, con Lautaro Acosta por derecha (va por Lucas Melano) y con el paraguayo Víctor Ayala por izquierda.
Atlético Mineiro, que tendrá el apoyo ensordecedor de unos 55 mil hinchas, contará con el regreso de su capitán, Réver.
Fuente. www.clarin.com