Scolari deja en forma definitiva cargo de DT de Brasil tras fracaso en Mundial

«Scolari y toda su comisión técnica merecen nuestro respeto y agradecimiento. Fueron responsables por devolver al pueblo brasileño el amor por la Seleção, aún cuando no se haya conseguido nuestro objetivo mayor», señaló Marín.

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Fotografía cedida por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), de José María Marín. Foto: AFP

La Razón Digital / AFP / Río de Janeiro



La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) confirmó la tarde de este lunes la salida de Luiz Felipe Scolari de la dirección técnica de la Seleçao tras una decepcionante campaña en la Copa Mundial-2014, de la que fue su anfitrión y en la que obtuvo el cuarto puesto.

«El pedido de dimisión fue aceptado por el presidente (de la CBF José María) Marín, que agradeció a todos los integrantes de la comisión técnica y a los jugadores», señaló una nota de la CBF divulgada en su sitio web.

La CBF anunció además que este jueves ofrecerá una conferencia de prensa sobre el tema, pero hasta el momento no mencionó al posible sucesor de Scolari al frente de la selección.

«Scolari y toda su comisión técnica merecen nuestro respeto y agradecimiento. Fueron responsables por devolver al pueblo brasileño el amor por la Seleção, aún cuando no se haya conseguido nuestro objetivo mayor», señaló Marín en la nota.

En la comisión técnica saliente también está el coordinador Carlos Alberto Parreira, campeón del Mundo como entrenador de Brasil en 1994.

La madrugada de este lunes la prensa brasileña ya había adelantado que la CBF no prolongaría el contrato de Scolari tras la mediocre participación de Brasil en el Mundial.

Conocido como ‘Felipao’, Scolari puso su cargo a disposición el sábado pasado, después de que Brasil cayera ante Holanda por 3-0 en encuentro disputado por el tercer puesto del Mundial.

Ya el martes anterior la Seleçao había sufrido la peor goleada de su historia en las semifinales contra Alemania, al caer por 7-1 en una catástrofe deportiva comparable al ‘Maracanazo’ de 1950, cuando Brasil perdió la final ante Uruguay en el primer Mundial que organizó en su casa.

Las críticas a Felipao como DT

Felipao ya fue campeón del mundo con Brasil en 2002 y había asumido las riendas de la selección Canarinha en diciembre de 2012, seis meses antes de la disputa de la Copa Confederaciones de Brasil.

En esa competición, considerada un ensayo antes del Mundial, la Seleçao se llevó el título tras vencer con contundencia en la final a la por entonces campeona del Mundo, España (3-0).

Brasil comenzó entonces a prepararse para el Mundial, en el que aspiraba a conseguir su sexta estrella y primera en casa, pero nunca llegó a despejar las dudas de los críticos con el estilo poco vistoso de Scolari.

Aunque Brasil pasó la primera fase como primera del grupo A, en octavos de final tuvo que acudir hasta los penales para deshacerse de una aguerrida selección de Chile (1-1).   En aquel partido el equipo dio una imagen de gran inestabilidad cuando todos sus jugadores acabaron en llanto, incluido el experimentado portero Julio Cesar, antes de la tanda de penales.

En cuartos, Brasil venció a Colombia (2-1), pero perdió a su astro Neymar para el resto del torneo a causa de una fractura en la tercera vértebra lumbar en el partido ante Colombia, lo que marcó un punto de inflexión en la Seleçao.

Reforma del fútbol brasileño

Ya sin su estrella Neymar, Brasil cayó de forma humillante ante Alemania (7-1) en las semifinales y quedó fuera de la lucha por el título, que muchos consideraban suyo de antemano, causando conmoción en un país que vive el fútbol con devoción.

Tras repetir derrota y mala imagen en el partido por el tercer puesto frente a Holanda, donde los brasileños cayeron 0-3, Felipao explicó en su última conferencia de prensa que ponía su cargo a disposición de la directiva.

«Tiene que decidir el presidente (de la CBF). Nosotros entregaremos el cargo a la directiva de la federación, que era lo que estaba previsto, ganáramos o perdiéramos. Nuestro presidente tiene capacidad y cualidades para hacer el análisis», señaló Scolari el sábado.

Pero la mayoría de los brasileños no olvidará fácilmente el 8 de julio de 2014 cuando vio a su selección desorientada y sin rumbo sufrir cinco goles de Alemania en apenas 30 minutos, ante un atónito estadio Mineirao de Belo Horizonte.

«¿Quién es el responsable de las elecciones (de jugadores)? Soy yo. La responsabilidad por el resultado catastrófico es mío. Fui yo el responsable», dijo el técnico en la rueda de prensa posterior al encuentro, aludiendo a las críticas sobre sus convocados.

Las consecuencias del ‘Mineirazo’ no se hicieron esperar y hasta la presidenta Dilma Rousseff pidió una «renovación del fútbol brasileño» y también «de sus instituciones».

La mandataria lamentó que los astros brasileños del fútbol sean exportados tan pronto y defendió «el derecho absoluto que tenemos de tener a nuestros atletas aquí», al tiempo que pidió que se reformule el trabajo con las bases al estilo de lo que hizo Alemania tras no lograr ninguna victoria en la Eurocopa de 2000.

Scolari, que disputó así su tercer Mundial porque también fue seleccionador de Portugal en Alemania-2006, se despide tras 29 partidos, de los que Brasil venció en 19, perdió cuatro y empató seis.

«He estado en tres Mundiales, dos con Brasil y uno con Portugal y en todos ellos llegué a semifinales. No estoy en una situación en la que me tenga que estar lamentando el resto de mi vida, porque a veces en fútbol, cosas que pasan en un par de minutos pueden cambiar todo», concluyó Scolari en su última rueda de prensa como seleccionador.