Recientemente, un grupo de científicos ha sugerido que uno de los planetas extrasolares o exoplanetas (planeta que orbita una estrella diferente al Sol) más parecidos a la Tierra y potencialmente habitable en el futuro, podría ser únicamente una ilusión y no existir realmente.
El planeta del que hablamos fue descubierto en el año 2007 y recibió el nombre de Gliese 581, siendo descrito como el planeta gemelo de la Tierra. Este exoplaneta fue descubierto utilizando espectrógrafos, unos aparatos que obtienen el espectro de un sonido y lo descomponen en sus elementos, ayudando a los astrónomos a hacerse una idea aproximada de la distancia y el tamaño de este planeta, hecho que les llevó a afirmar la existencia de este exoplaneta. A pesar de ello, un reciente estudio afirma que la actividad estelar de la zona podría haber confundido a los astrónomos, por lo que todo se trataría de un error y no existiría tal planeta. El autor de este estudio es Paul Robertson, un astrónomo de la Universidad Estatal de Pensilvania que en recientes declaraciones ha afirmado que no se debería de tomar este descubrimiento como una crítica al anterior. Asegura que los efectos magnéticos que los astrónomos observan son prácticamente imperceptibles y fáciles de confundir, por lo que los anteriores astrónomos no actuaron de forma negligente al afirmar la existencia de este planeta.
A pesar de que puede que este planeta no exista, existen otros planetas con unas condiciones propicias para la vida. De hecho, la lista de los exoplanetas potencialmente habitables cuenta con más de veinte distintos candidatos.
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