Del descuido a la improvisación

Karen ArauzkarenEs sabido que para SE todo se vuelve personal. Y hay síntomas de por dónde anda su ánimo. Posiblemente es atribuible -en partes-, a la inexistencia de líderes regionales potables que puedan garantizar un resultado pasable en las elecciones de marzo. La debacle de Cocarico, por el escándalo de los Hogares dependientes de la Gobernación, es un golpe certero en los planes para La Paz. Sin contar con que los diputados Marca y  Bonifaz, han resultado hábiles y oportunos operarios de un gran serrucho.  Se barajan nombres como el de Eugenio Rojas cuyo desempeño como presidente del Senado no ha sido para nada descollante y es más conocido por la matanza de canes en su natal Achacachi. Se menciona también al Senador Surco,  Jesús María y José! y a César Dockweiler, gerente de Mi teleférico, lo que no lo hace una figura conocida o atractiva ante los votantes.La Paz va con seguridad por la reelección de Luis Revilla, una piedra tan filosa en el zapato del oficialismo como lo puede ser la Gobernación de Santa Cruz.  Lo mismo acontece en casi todos los distritos del país, donde la gestión masista no brilla precisamente por ser modelo de eficiencia y responsabilidad. Es que es muy difícil que en un movimiento político extremadamente caudillista, surjan figuras que  se destaquen bajo el rígido paraguas. La sombra que proyecta Evo Morales sobre sus conmilitones, no hace propicio el surgimiento de nadie que actúe con cierta independencia para lograr un liderazgo aunque sea local. Incluso las obras que se realizan en diversos municipios, han sido endosadas a la campaña presidencial dejando a los alcaldes reducidos a tristes figuras con cero protagonismo y absoluto sometimiento.Es que la campaña presidencial para la re-reelección no ha dejado pájaro con cabeza. Como todos son éxitos, pasan al exclusivo haber de SE y los fracasos son muy bien encubiertos. Nada fácil la elección de candidatos-a dedo obviamente- que tienen la obligación de renunciar al libre pensamiento como la primera condición sine qua non. A qué extremo de carestía estarán llegando, que están por repatriar a Jessica Jordan de su premiado destino en el consulado en Nueva York para que intente por enésima vez, hacerse con la Gobernación beniana.En esta era de la comunicación satelital -(no el Tupac precisamente)- las noticias vuelan a la velocidad de la luz, quitándoles a los gobernantes la remota posibilidad de contar hasta diez antes de lanzarse con bríos dignos de Atila. La respuesta a Ollanta Humala en sentido que el ferrocarril bioceánico será directo del Pacífico peruano al Atlántico brasilero, es una muestra de la ligereza en la que incurren por la ausencia de asesores, cabezas pensantes y Presidente oyente, que formulen una posición de país serio. Nadie se puede oponer (obviamente) a que el presidente se lance con una chiquillada semejante a «nosotros haremos nuestro propio bioceánico» en reacción pueril al anuncio del Perú, cuando el tema amerita -en todo caso- una posición de firmeza muy fundamentada. Si se calculara que el 95% de la carga boliviana usaría el ferrocarril bioceánico, Chile, para salvar a su norte, aflojaría la presión a su acelerador. Debió haber alertado a los estrategas la suspendida visita de Rousseff y Humala en 2012.Sin mayores explicaciones y a horas de que se produzca el encuentro trinacional, se anunció que ni Humala ni Rousseff, podían sincronizar agendas y ahí quedó todo. Nunca se habló del tema y no le quitó el sueño ni al Ministro de la Presidencia muy avispado para ciertos proyectos y menos al megalítico canciller. Y de ahí a la improvisación, es un paso. Desde julio hasta la fecha, cuando en el BRIC en Brasilia ya se supo de la intención de baypasear a Bolivia,-aparte de las consabidas viscerales declaraciones en sentido sobre que Perú estaba preparando una «jugada sucia»-, fue la campaña electoral la que arrasó con las prioridades.El Perú toma decisiones que le son preeminentes para sus políticas de Estado. Recordemos su imparable proyecto gasífero de Camisea, mientras en Bolivia nos dedicábamos a dilucidar el sexo de los ángeles a tiempo de buscar hegemonía oficialista en la totalidad del país. El Perú, como las potencias contra las que chocamos permanentemente, no tiene amigos por el vecindario, sí intereses particulares.  Y la relación emergente de la separación de siameses como fuimos antes de la Independencia, hace muy dudoso -como siempre- el sentimiento de amistad del Perú hacia Bolivia.Lo notable es que el país sí se ha movilizado con ahínco a tabear la festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno para que no haga uso de nuestra música y danzas. Para ello sí que una aguerrida comisión está en París para hacerse oír en la Unesco. Faltaba más.Dilma Rousseff no está para charla de café y menos con Bolivia, gentileza de  Petrobras. Parece que hay mucho que explicar mientras las falencias en nuestro servicio diplomático, serán algunas de las monumentales recriminaciones que se le hará a esta administración si esto se vuelve otro acto fallido en la historia.El Día – Santa Cruz