Encuesta Global del Petróleo trae malas noticias para América Latina

Laurie Blairglobal petroleum surveyLa Encuesta Global del Petróleo 2014 —publicada este jueves por el Instituto Fraseren Canadá— será un resultado difícil de digerir para los Gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador que recurren a sus importante reservas petrolíferas para financiar su gestión.Las conclusiones de la octava edición de la encuesta en la que fueron consultados 710 ejecutivos del sector petrolero de 156 jurisdicciones sorprenderán a pocos: la excesiva burocracia, las altas tasas impositivas, y los climas de inestabilidad política tienden a ahuyentar inversores dedicados a la explotación de petróleo y gas natural.Por el contrario, los líderes de la industria siguen apostando a aquellas jurisdicciones que ofrecen ambientes regulatorios más competitivos, como es el caso los primeros países del ranking: Oklahoma (1), Mississippi (2), Saskatchewan, (3), Arkansas (4) y Manitoba (5). En los 10 primeros lugares se ubican provincias y Estados norteamericanos.De acuerdo con el Índice de Percepción de Políticas de la encuesta  —que evalúa diversos factores independientemente del tamaño de las reservas petrolíferas— Venezuela se ubica en el último lugar de las 156 jurisdicciones, precedida inmediatamente por sus colegas de la Alianza Bolivariana, Bolivia (155) y Ecuador (154). Los resultados de los países sudamericanos son incluso peores que los de Irak (150), la República Democrática del Congo (148) y Siria (138).Los inversores desconfían de la intervención estatalEl economista boliviano Javier Paz traza un paralelo entre el Gobierno de Evo Morales y otros países “populistas” en América Latina, argumentando que el Gobierno es “abiertamente hostil a la iniciativa privada”.“No hay garantías respecto de la inversión y la propiedad privada; el Gobierno frecuentemente amenaza con nacionalizar empresas privadas. La falta de reglas claras para invertir impide la planificación a largo plazo. Y el sistema judicial es corrupto… sujeto a presiones del Ejecutivo”, le dijo Paz al PanAm Post.El clima desfavorable para las inversiones en el sector del petróleo y del gas no es ninguna novedad, dice Paz. A pesar de los registros históricos en los precios del petróleo, en 2008 el barril alcanzó un máximo de US$145 —cuando 10 años antes apenas costaba US$10— y una recaudación fiscal “récord”, el Gobierno de Morales ha fracasado en atraer nuevas inversiones al sector.Retrocediendo aún más, un decreto de nacionalización de 2006 derivó en un incremento del 32% en impuestos y regalías sobre los dos productores más grandes, Petrobras y Repsol YPF.“Si agregamos la reciente caída de los precios a alrededor de $80 por barril”, dice Paz, “podemos concluir que la inversión disminuirá aún más”.Comentarios anónimos de ejecutivos de la industria petrolera, analistas y especialistas destacaron que los controles de cambio de Venezuela “limitan el influjo de capitales”. También criticaron la interferencia gubernamental en empresas mixtas, así como también la expropiación de activos de Exxon-Mobil en Venezuela.Venezuela, con las reservas petrolíferas más grandes del planeta y una producción diaria de 3,9 millones de barriles, comenzó a importar crudo liviano de Argelia a finales de octubre. Críticos como la periodista venezolana Mariana Párraga sostienen que el Gobierno se ha enfocado exclusivamente en las ganancias y no ha logrado invertir lo suficiente en exploración y desarrollo de nuevas reservas, en especial de crudo liviano.Mientras tanto, en septiembre, la Corte Suprema de Holanda falló en contra de Ecuador y le ordenó pagar una multa de $106 millones a Chevron por no respetar los contratos de concesión firmados durante la década de 1990.Una salida del pantanoSin embargo, no todas son malas noticias para la región. Uruguay (21), Surinam (40), y Guayana (51) han experimentado considerables mejoras desde la encuesta de 2013, en la que se ubicaban en las posiciones 63, 87 y 90 respectivamente. Los encuestados notaron que en Uruguay existen “reglas claras, apoyo gubernamental y parámetros económicos positivos” que alientan la exploración en tierra y de alta mar.Los consultados no descartaron que Venezuela, Bolivia y Ecuador puedan experimentar incrementos significativos en la exploración y desarrollo de reservas, si esos países logran “una transición total y completa” hacia un clima de inversión más favorable. Un 84% de los encuestados estuvieron de acuerdo en que estos países podrían impulsar significativamente sus sectores petroleros, y casi la mitad considera que la industria petrolera de Venezuela podría duplicar su tamaño si se implementan las reformas necesarias.El informe sostiene que los inversores “continúan rechazando jurisdicciones con onerosos regímenes fiscales, inestabilidad política, y disputas territoriales. Del mismo modo, los inversores prefieren evitar jurisdicciones con costosas e inciertas regulaciones que consumen tiempo. Ante una misma situación, regímenes fiscales y regulatorios competitivos pueden atraer inversiones y así generar beneficios económicos sustanciales”.Ben Eisen, director de investigaciones y programas del Instituto Atlántico para Estudios de Mercado —con sede en Halifax, Nueva Escocia, en Canadá— sostuvo en declaraciones alPanAm Post que el informe del Instituto Fraser confirma que las jurisdicciones con altos impuestos tienden a espantar a los inversores.“Un régimen regulatorio claro, previsible y relativamente fácil de entender, con una aplicación coherente, es otro atributo que puede ayudar a una jurisdicción a atraer inversiones. Obligaciones regulatorias caras o complicadas de cumplir, impuestos poco competitivos, o una incertidumbre extrema sobre la evolución futura del clima regulatorio, son todos factores que pueden desalentar la inversión”, dijo.PanAm Post