Casarse en tiempo de crisis requiere de astucia

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En crisis económica, cuando la inflación supera los ingresos, pero aún las mujeres guardan el deseo de entrar a la iglesia vestidas de blanco y decir el “sí acepto”, resulta complejo organizar una boda. Así sea íntima, exige de una serie de gastos, que si no son planificados a tiempo, pueden generar problemas financieros a la pareja.

Es común escuchar a jóvenes comentando que no celebrarán el matrimonio porque es “un gasto” innecesario, con el cual simplemente responden a un requisito social.



Pero, ¿qué se impone lo material o lo espiritual? ¿Se trata de puro lujo o planificadamente se puede lograr una boda menos costosa de lo esperado?

Hacerlo por cuenta propia

Existen parejas que sin importar el tiempo y los gastos, organizan su boda, puesto que impera el amor y deseo de recibir la bendición de Dios. Sin embargo, ante los costos elevados, deciden unirse a la tendencia de “lo hago yo misma”. De esta manera sienten que abaratan montos y garantizan que culmine como lo planearon.

Sin perder lo mágico y lo especial, organizan en pareja sus presupuestos y recursos, con suficiente tiempo de antelación, a fin de planificar y proyectar los gastos, buscar los mejores y más económicos proveedores y realizar por cuenta propia detalles como la tarjetería, arreglos florales, centros de mesa, bouquet y porta alianzas.

Abaratar los costos

Los novios pueden reducir los costos, si reducen la lista de invitados, una tarea difícil cuando se trata de familias numerosas, puesto que se deben “sacrificar” algunas personas. Lo esencial al realizarla es confirmar que realmente sean los invitados con los cuales la pareja desea compartir este momento, y no personas que probablemente no asistan y le generen un gasto innecesario, que incluso los obligue a dejar a alguna persona especial fuera de los convocados.

Si esta tarea es compleja aún restan varias opciones, como celebrar la boda en épocas que no suelen ser de fiesta, evitar meses como diciembre, realizar la recepción en la casa de campo o finca de algún familiar o amigo e invitar para un brindis y no una fiesta; algunas personas coinciden con que la boda de día es más económica, puesto que no se realiza el mismo gasto en licor.

Cuentan algunas novias, que sin intereses frívolos, también acuden a esta amigos y familia que de alguna manera puede abaratar los costos, colaborando con sus habilidades y profesiones, bien sea en la torta de matrimonio, dulcería, sonido, música, fotografía, maquillaje o peinado, entre otras opciones.

Tome en cuenta que en Venezuela se producen excelentes licores, reconocidos en el mundo. Usted puede dejar la rigidez de las convenciones sociales y reducir gastos, comprando para el brindis algún destilado nacional, que incluso forme parte del estilo de los novios, por lo cual no necesariamente la elección será atribuida a los altos costos de productos como la champagne o el whisky. Comprar en zona libre es otra buena opción.

Hay novias que junto a sus madres elaboran los recuerdos o utilizan los porta alianzas de alguna familiar o amigo.

Civil o religiosa

Al planificar el estilo de la boda debe meditar varios puntos: si se trata de una boda civil o eclesiástica, de día o de noche. Esto le permitirá establecer estilos y reducir gastos de decoración, vestimenta, licor e incluso comida.

Una de las novias consultadas confesó que para la decoración de la iglesia pagó catorce mil bolívares, mientras otra dijo ponerse de acuerdo con las otras parejas que se casarían el mismo día, a fin de costear los arreglos en conjunto. Vale destacar que también hay familias que optan por decorarlas por cuenta propia.

Si se trata de un matrimonio civil, las reuniones en restaurantes son más convenientes y económicas. Realizar una recepción para esta ocasión puede costarle hasta Bs. 25 mil.

Vestido de novia

Toda novia que desea casarse ha soñado con su vestido. No obstante, en una tienda especializada de Barquisimeto lo puede adquirir por 95 mil bolívares, dependiendo de lo que tenga en mente y los recursos que disponga.

Ante tales escenarios, existen múltiples posibilidades, que no arriesgan las ilusiones de la protagonista de este día. Algunas de las opciones son alquilarlo (no lo utilizará por segunda vez), reutilizar el vestido de la madre o abuela (puede ser un hermoso gesto familiar), comprarlo en tiendas por internet (el cupo electrónico es una excelente opción y el costo puede ser inferior a los Bs. 4.000) o apartarlo con tiempo en la boutique y pagar cómodamente.

Más información en El Impulso.

 

Fuente: lapatilla.com