El credo del estatismo

Alberto MansuetimansuetiEn el tema “Religión y Libertad” hay cuatro posturas típicas, según el economista liberal Georg-Guido Hülsmann. Van a continuación, con mis comentarios:(1) La primera sostiene que religión y libertad son esferas herméticamente separadas, porque lo son la religión y la política. Todo punto de contacto, conceptual o histórico, es aleatorio y sin relevancia. Esta posición carece de base sólida y no tiene en su favor autor significativo alguno; pero es popular entre los liberales apegados a una noción dogmáticamente secularista del “laicismo”, según la cual el laicismo no es la separación entre Iglesias y Estado (laico), sino entre religión y política.Curiosamente, esta postura de separación es la declarada por la gran mayoría de católicos en el mundo y América latina, indiferentes a los temas de las libertades individuales, económicas, etc., porque asumen que pertenecen a la esfera de la política, la cual se separa por completo de la religión. Los evangélicos declaran lo mismo en su mayoría, bajo la premisa de que un cristiano debe ser un “buen ciudadano”; pero “bueno” aquí equivale a “obediente”. Sin embargo, se observa un muy ancho sector de cristianos, tanto católicos como evangélicos, que dicen separar la política de la religión para justificar así su voto por la izquierda y su apoyo al socialismo. Pero no es verdad: tan pronto se ahonda en el tema, salen a relucir ciertos pasajes de los Evangelios, supuestamente en favor de la “redistribución de la riqueza” y otros dogmas marxistas.(2) La segunda postura es que religión y libertad son inconciliables y frontalmente antagónicas. Muchos liberales ateístas y neoateístas suelen ver la religión como enemiga mortal de la libertad y el progreso, y el “progreso” como “secularización”. Tienden a disimular esta postura con la retórica de la primera. Alguna vez, la viuda del economista Murray Rothbard declaró de la filósofa atea Ayn Rand: “A diferencia de mi esposo, para ella el enemigo principal no era el Estado sino Dios”. Curiosamente esta es asimismo o la posición de los más ardientes y fundamentalistas entre los cristianos evangélicos: “la política es del Diablo” dicen, a lo cual el Diablo seguramente responde con un “Amén” entusiasta!Pero ¿quién es Hülsmann? Es uno de los grandes economistas de la Escuela Austríaca, candidato al Premio Nobel en su disciplina. Aborda este tema en su Prólogo a la tesis académica del historiador Ralph Raico, (dirigida por Friedrich Hayek , Premio Nobel 1974) sobre “El papel de la religión en la Filosofía Liberal de Constant, Tocqueville y Acton”, tres grandes pensadores liberales del siglo XIX. Hülsmann no comparte ninguna de las dos primeras posturas, sino las otras dos:(3) La tercera ve que religión y libertad son complementarios: A) Por un lado, la libertad de culto es la más importante de las libertades civiles, y por lo general el primer paso para salir de un orden totalitario a un régimen liberal. B) Y por otro, la religión pone a las conductas antisociales restricciones mucho más efectivas que las decretadas por leyes y Gobiernos; y así la religión hace menos necesaria la coerción gubernamental: “reduce la demanda de Estado”.(4) Por fin, la cuarta postura es que la religión, y en particular el cristianismo, es fundamental para la libertad. Y este lazo puede verse de dos maneras en la historia de las civilizaciones, una positiva y otra negativa.A) Positivamente, la libertad individual, y las libertades que puedan legítimamente enumerarse, son hijas del Gobierno limitado o restringido por la ley, que es general y universal, e igual para todos, incluso los gobernantes de turno. Es este un concepto propio y exclusivo de la cultura occidental, heredado de la tradición judeo-cristiana, y practicada solo por el pueblo de Israel en la Biblia hasta Salomón, y por todos los pueblos cristianos de Europa y América del Norte.B) Negativamente: los pueblos de las otras culturas, desde el Antiguo Egipto de los Faraones, los reyes babilónicos y medo-persas y los Emperadores romanos, hasta el fascismo y el comunismo, pasando por los déspotas indoamericanos, asiáticos y africanos, han practicado todos alguna forma de “religión política”, que endiosa religiosamente a sus tiranos; la que irónicamente (por ser hoy el último día del año) pudiera resumirse en este “Credo del Estatismo”:Creemos en un solo Dios: el Pueblo Todopoderoso, Padre creador del Cielo y de la Tierra, y de todo lo que existe, visible e invisible.Creemos en un solo Señor: el Estado, Hijo único del Pueblo, nacido del Padre antes de todos los siglos: luz de luz, dios verdadero de dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, y por quien todo fue hecho. Que por nosotros y para nuestra salvación vino del Padre: por obra del Espíritu de la Historia se encarnó en la Patria, la Virgen, y se hizo Revolución. Por nuestra causa fue crucificado en tiempos del Neoliberalismo: padeció y fue sepultado. Resucitó al tercer día, según la Sagrada Escritura Marxista, subió al Cielo y está sentado a la derecha del Pueblo. Ya ha venido con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tiene finCreemos en el Espíritu de la Historia: Señor y dador de vida, que procede del Pueblo y del Estado, que con el Pueblo y el Estado reciben una misma adoración y gloria, y que habló por los Profetas populistas.Creemos en el Movimiento Populista, que es uno, santo, universal, vertical y apostólico. Reconocemos un solo bautismo de inmersión popular, para remisión de pecados capitalistas. Adoramos a un solo Líder: nuestro Señor Presidente (o Presidenta), verdadero dios y verdadero hombre (o mujer), consustancial con el Padre según su deidad, y con nosotros según su humanidad; en todo igual a nosotros, pero sin pecado. Y esperamos la resurrección de los pobres y la vida en el Mundo Socialista. ¡ASÍ SEA!Ahora sí: hasta el año que viene si Dios quiere, y ¡Feliz Año Nuevo 2015 para todos!El Día – Santa Cruz