A pesar del incremento, está entre los países con los sueldos más bajos junto a Nicaragua y México. El salario mínimo creció más del 100% del 2010 al 2014, mientras que el salario básico aumentó un 80% desde 2006 al 2014.
Ref. Fotografia: El salario mínimo se ha incrementado considerablemente los últimos años, pero su poder adquisitivo sigue casi igual.
Si bien el salario mínimo nacional se incrementó más del 100% en los últimos cuatro años, subiendo de Bs 648 a 1.440 ($us 207) y el salario medio creció un 80% en el periodo 2006-2014, Bolivia aún sigue teniendo uno de los salarios más bajos de Latinoamérica. Aunque los economistas señalan que en algunos países como Venezuela donde el salario mínimo es el más alto en la región ($us 892), el poder adquisitivo de su moneda es muy débil comparado con el de nuestro país.
Crecimiento no va acompañado del valor del boliviano. A partir del 1 de febrero de este año, Venezuela incrementó su salario mínimo en un 15% alcanzando los $us 892 y colocándose como el más elevado de la región, le sigue Panamá con $us 624 y en tercer puesto se sitúa Argentina con $us 546. Rezagados en la cola se encuentran Bolivia con $us 208, Nicaragua con $us 166 y México con $us 144.
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De acuerdo al economista Carlos Schlink, no solo estamos en la «cola» en salarios mínimos, sino también en pobreza, índices de desarrollo humano, además que la estructura y actividades económicas no permiten superar el desempeño económico que tienen los demás países de la región.
«Desde el 2006 hasta el 2014, el incremento salarial básico ha sido de un 80%, sin embargo, la inflación en el mismo periodo fue de 112,85%, lo que significa que durante este periodo se ha tenido una pérdida del poder adquisitivo del 32,79%, es decir que con Bs 100 ahora solamente se puede comprar productos por el valor de Bs 67 por el incremento de los precios», indicó Schlink.
El economista también señala que para definir las políticas salariales en el sector privado se debe evaluar el crecimiento de la economía, crecimiento de cada actividad económica y de cada sector, rentabilidad de las empresas privadas, entre otras variables y así evitar los problemas que se originaron con el doble aguinaldo. Por otro lado, comenta que en el Presupuesto General del Estado 2015 (PGE) se contempla un incremento salarial del 8% al salario básico y 20% al salario mínimo para el sector público, «tomando en cuenta que la inflación real de la economía en el 2014 fue de 10,79%, el incremento del sector público debería encontrarse entre 8% y 11%», se adelanta Schlink.
El valor real está en el poder adquisitivo más que el monto. En tanto para el director de la Fundación Milenio, Roberto Laserna, la realidad del salario debe medirse en ¿Cuánto realmente puede comprar un salario mínimo en Bolivia comparado con Brasil o Venezuela? Siendo así Bolivia no está en la «cola», dice el experto, sobre todo en la adquisición de los productos básicos, pero sí en la adquisición de bienes más sofisticados.
«El salario mínimo es un parámetro decidido políticamente, y que tanto empresas como trabajadores toman en cuenta al negociar los contratos. Si el salario mínimo sube, presiona sobre los costos de la mano de obra, ya que crea expectativas en el trabajador y demandas sobre el empleador, que este podría no poder satisfacer si no mejoran al mismo tiempo sus ventas. Así, una política de aumento en el salario mínimo puede tener un efecto dentro de las empresas, reduciendo los incentivos a la productividad, y otro efecto en la economía en su conjunto, reduciendo las oportunidades de empleo para los jóvenes (inexpertos) o los menos calificados», explica Laserna.
También señala que el salario mínimo se ha incrementado, pero no así el salario medio, (que se paga en promedio a los trabajadores). Ya que este último depende más de las posibilidades reales de las empresas que de la voluntad política de las autoridades.
«Y las posibilidades reales de las empresas no se manejan por decreto ni por la buena o mala voluntad del empleador; ellas dependen de la posición en el mercado, la productividad del trabajador, la competencia, las inversiones», dice Laserna.
En 2013 el mínimo nacional debía haber estado en Bs 2.120 Por su parte, Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), afirmó que solo en 2013 el mínimo nacional para asegurar la canasta básica alimentaria alcanzaba a Bs 2.120, mientras que la canasta familiar (vestimenta, salud, transporte) bordeaba los Bs 5.100, por lo que sugiere que estos montos deberían ser tomados en cuenta solo como referencia.
«Si se compara estos números con el salario mínimo nacional actual, nos encontramos con una gran diferencia que demuestra la infrasubsistencia del trabajador y que lo incentiva a buscar otras fuentes de ingresos, por ejemplo provoca una migración de miembros de las familias a otros países en busca de otros ingresos. Entonces lo que está en debate actualmente tiene que ver con el valor real de la fuerza del trabajo», expresó Rojas.
El investigador también mencionó que el salario mínimo nacional es el más bajo de la región, aunque se acercó bastante a Perú los últimos años. Sin embargo, señala que el mismo es una fijación política y no así una remuneración de acuerdo a la fuerza manual o mental del trabajador.
Por último, Rojas señala que el incremento que está en debate actualmente debe ser fijado por una política salarial, lo «más realista posible» en función de la canasta básica familiar y en el salario mínimo vital.
OIT
Desempleo mundial crecerá hasta 2019
De acuerdo al reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2019 podrían anotarse más de 219 millones de personas privadas de empleo. También menciona que más de 61 millones de puestos de trabajo se perdieron desde el comienzo de la crisis mundial en 2008.
La OIT añade proyecciones donde se muestra que el desempleo se agravará hasta fines de la década, lo que representa una crisis para la fuerza laboral, indicador difícil a resolver, criterios corroborados por el director general de la agrupación, Guy Ryder.
Sin embargo, el organismo internacional señaló mejorías en el empleo en Estados Unidos, Japón y el Reino Unido, pero la situación tendrá serios problemas en sentido general en toda Europa.