Cristianos libertarios en Texas

Alberto MansuetialbetEn agosto del año pasado se celebró en EEUU la Primera Conferencia de «Cristianos por la Libertad» (Christians For Liberty, CFL en inglés). Asistieron delegados de otros países.Hubo gente procedente de distintos contextos: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, empresarios, trabajadores, profesores y estudiantes, llegados de diversas ciudades y países, todos en la fe cristiana y la filosofía libertaria. Muchos del Tea Party, simpatizantes de Ron Paul y Ted Cruz, y del «Movimiento de Reconstrucción Cristiana».Fue en el campus de la Universidad Saint Edwards de Austin, Texas, donde pasaron cosas interesantes y prometedoras, entre ellas que el evento fue co-patrocinado por la WebSite LibertarianChristians.com (LCC), y Students for Liberty, entidad en la que militan libertarios ateos y agnósticos. Pero el lema fue: «Cristianos libertarios para contrarrestar la falsa religión estatista». El punto clave: el estatismo no es meramente una idea y un sistema político; es una religión.Esta religión es muy vieja, y ha conocido muchos nombres: «cesarismo» llamaron los historiadores a la forma específica del estatismo en el Imperio Romano. Sus consignas eran «César o nada»; y «César es el Señor». Como respuesta a tal aberración, los primeros cristianos levantaron su consigna contra el estatismo: «Cristo es el Señor», que hoy conoce todo cristiano, pero pocos saben de su origen.Norman Horn, fundador de LCC, es PhD en Ingeniería Química y Master en Teología, declaró «El estatismo es contrario al Reino de Dios; no está incluido en el orden natural de las cosas como Dios lo hizo». Estatismo y religión cristiana son incompatibles: «Por cientos de años, los cristianos han defendido la libertad individual y la restricción del poder gubernamental». En la internet, LCC declara que «creemos que el libertarismo es la única filosofía política de verdad consistente, que tiene sentido moral y racional, y que es acorde con la Biblia y la historia cristiana».Muchos participantes, como Jackson Trigg, creen que la Iglesia es en parte culpable del apoyo cristiano al estatismo. Nacido en Canadá, Trigg se vio perturbado al descubrir cuán inmiscuida se encuentra la Iglesia cristiana en el nacionalismo estadounidense. Horn subrayó: «la pregunta que los cristianos nos debemos es: «¿Qué dice la Escritura acerca de la violencia y el uso de la fuerza contra la gente? ¿Qué opina Dios sobre el poder?» Horn apuntó: «veo que los cristianos libertarios tienen poca representación, y en muchos casos abrigan temor a declararse libertarios, por miedo a repercusiones sociales indeseadas, incluso en sus Iglesias».Entre los conferencistas destacó Jason Rink de la Fundación por una Sociedad Libre. Su charla se tituló «Ídolo estadounidense: Cómo el Estado intenta remplazar a Dios». Rink es un cristiano que se ingresó en el libertarismo tras la campaña del excongresista texano libertario Ron Paul para la Presidencia en 2007.»Mucha gente de iglesias no está enterada del tipo de esclavitud que es el estatismo, que pone al Estado en el lugar de Dios. Esto es blasfemo, porque pretende el Gobierno asumir atributos características y exclusivos de Dios, y tomarlos como suyos», explicó Rink, «sobre todo en el socialismo, la forma más extrema de las actuales expresiones de la ‘estatolatría’ o adoración al Estado. En EEUU el Gobierno Federal ha usurpado funciones de las familias y las iglesias, tomando el rol de proveedor y sanador a través de sus programas de «asistencia social y salud», e incluso de tutor moral de la gente, imponiendo por la fuerza sus propios criterios acerca de lo que es malo y lo que es bueno, lo que debe hacerse y lo que no. Por eso la gente ve al Estado como «omnipotente, omnipresente, bueno, justo y santo».»Por absurdas que sean las leyes, desde el púlpito se nos dice que deben ser obedecidas a toda costa», denunció Rink. Eso es anti-bíblico. Muchos pastores y teólogos ignoran la enseñanza bíblica acerca de política, Gobiernos, justicia, leyes y economía nacional. Por eso mucha gente ve erradamente al Estado como «eterno», la idea de que el Estado «siempre existió y siempre existirá». Es como creer que Juan 1:1 dice: “En el principio fue el Estado, y el Estado estaba con Dios, y el Estado era Dios”.Rink mostró cómo el Gobierno ha tomado todos los aspectos de una iglesia o religión organizada. Textos constitucionales y leyes, himnos y banderas etc., son venerados como símbolos sagrados. Y todos los expresidentes son vistos como santos sin pecado, los edificios gubernamentales como templos, los colegios públicos como “congregaciones locales”, y el juramento a la bandera como una oración. Se ve la democracia como algo divino; “la voz del pueblo es la voz de Dios”, y los comicios y actos de investidura de los elegidos son celebraciones como religiosas.Según Horn, la Conferencia demostró que “el cristianismo puede ser, es y siempre ha sido un gran defensor de la libertad individual. Y siendo esta la primera, el resultado es muy alentador, sobre todo considerando el corto presupuesto, y los medios de comunicación disponibles: el ‘boca a oreja’, las redes sociales y la Página de internet. Así hicimos todo esto”.Y si Dios permite así vamos a hacer este año la versión latinoamericana, bajo el lema: “¿De Dios o del César? Cristo y el capitalismo.” Ya la estamos preparando en el Centro de Liberalismo Clásico y en el Instituto Bíblico Crisólogo Barrón, como puedes ver en Facebook y Twitter. ¡Saludos y bendiciones para todos!.El Día – Santa Cruz