Desde hace décadas científicos advierten de un cambio climático «abrupto» que está conllevando consecuencias dramáticas a escala planetaria. Kennedy Elliott, de ‘The Washington Post’, decidió exponer en un mapa los daños que sufre el hielo del Ártico.
Las fluctuaciones estacionales de las temperaturas en la tierra y en los océanos directamente afectan el volumen del hielo en el Ártico. Bajo unas temperaturas más altas en verano se deshiela y en invierno, vuelve a congelarse. Tradicionalmente, el hielo ártico alcanza su máximo en marzo y su mínimo, en septiembre.En 2015, la capa de hielo en el Ártico alcanzó su máximo el 25 de febrero, siendo el más bajo desde el inicio de la historia de registros satelitales: 14,54 millones de kilómetros cuadrados, según la NASA. Elliott, de ‘The Washington Post‘, no se conformó con la cifra y analizó los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. a partir de 1979.Comprobó que desde hace décadas el Ártico no es capaz de recuperar completamente la capa que pierde durante el período de deshielo. Recreó este resultado en un mapa. A la izquierda combinó las imágenes del hielo en el Ártico en marzo entre los años 1979 y 2014 y a la derecha, en septiembre. El color azul marca cuánto territorio perdió la capa gélida durante estos años.
Fuente: ActualidadRT