Irremediablemente vencidos

Carlos Federico Valverde BravoCVSe acabó la cumbre agropecuaria y más allá de los bailes y del discurso sin sentido del presidente, me queda una rara sensación de derrota regional. Y es que oír al vicepresidente decir a Julio Roda “lo difícil que fue llegar a esta instancia y convencer a los integrantes del Pacto de Unidad (pequeños productores) de dar más tiempo a los ganaderos y agricultores que trabajan a gran escala para demostrar que sus predios son productivos, por lo que García Linera subrayó que si no se cumple con la norma en cinco años será muy difícil volver a convencer a los campesinos e interculturales, por lo que lamentablemente se tendrá que cumplir con lo que indica la ley, que es la reversión de la tierra improductiva” (EL DEBER, 23/04/15, pág. 16), muestra cuán vencido está el sector agropecuario nacional frente a los caprichos políticos del Gobierno y sus aliados, los componentes del llamado Pacto de Unidad.Como siempre, el Gobierno puso dos caras frente a los agroproductores del oriente: la primera, que aparenta ser, abierta, conciliadora, colaboradora, impulsora de la iniciativa privada, y la otra, ‘inviabilizadora’, perjudicial, chantajista. Alguien puede decir que es un ‘avance’ ampliar la FES de dos a cinco años, pero, ¿y la advertencia? Los agropecuarios pedían multas al incumplimiento; se impuso la reversión después de cinco años. ¿Acaso no son necesarios cinco o más años, de manera imprescindible, para impulsar los procesos agrícolas y hasta 10 para consolidar el pecuario? ¿Quién va a dar crédito a trabajadores de la tierra que no tengan garantizada la tenencia de su tierra por al menos un plazo idéntico al del crédito? ¿Es posible pagar créditos de desmonte, preparación de tierra, siembra y cosecha en cinco años y generar excedente?El presidente habla de seguridad jurídica plena y el Pacto de Unidad de “frenar la extranjerización de la tierra (venta de predios a foráneos) y su mercantilización, algo que se vio plasmado en el documento que se firmó” (EL DEBER); entonces, ¿de qué seguridad jurídica hablamos en los dos casos? Uno, la amenaza de la reversión en cinco años y, dos, la imposibilidad de ser propietarios para los extranjeros. ¿Y la no liberación de exportaciones? ¿Cuál es el incentivo para producir más si no tienen certeza de exportar?El Deber – Santa Cruz