Ministro Moldiz dice que Fiscalía y la justicia deben informar sobre origen de las armas del grupo de Rózsa

El coronel boliviano refugiado en España, Germán Cardona. denunció que las armas presentadas en el caso terrorismo, fueron sustraídas de otros casos de la Octava División del Ejército de Santa Cruz.

image

El armamento que fue presentado por el Gobierno como prueba en el caso terrorismo. Foto: archivo



La Paz, 27 de abril (ANF).- A tres días de la salida del país, del húngaro Elöd Tóásó y el croata boliviano Mario Tadic, juzgados por el caso “Terrorismo”, el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, dijo que la Fiscalía y el Órgano Judicial deben rendir cuentas sobre la localización y origen de las armas presentadas en el proceso como pruebas de cargo. 

“Lo de las armas forman parte del proceso y todo proceso tiene sus actores, su objeto, y el objeto tiene que ver con todas estas acciones con terrorismo, organización criminal, alzamiento armado (…). Está en manos de la Fiscalía y de la justicia darles cuenta a ustedes, cuántas armas, la calidad de estas, los calibres, etcétera, etcétera», afirmó en conferencia de prensa.

Antes de viajar a España en busca de asilo político, el coronel de Ejército, Germán Cardona, aseguró que las armas de varios casos que estaban bajo su custodia en la Octava División del Ejército fueron sustraídas por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, el hermano del Vicepresidente, Raúl García Linera y una delegada presidencial, y que sorpresivamente las mismas fueron presentadas como prueba en contra del presunto grupo separatista.  

Moldiz señaló que la salida de ambos ciudadanos extranjeros fue legal, ya que los dos cumplieron su sentencia de cinco años y diez meses por los delitos de terrorismo y alzamiento armado, organización criminal, así como tenencia, fabricación y comercialización de sustancias explosivas.

“Ambos aportaron con elementos que serán tomados como base para el caso “Terrorismo II” eso es inevitable; ya que dentro del juicio abreviado al que se sometieron, mostraron su disposición de colaborar con todos los medios que fueran posibles para dar con la verdad”, dijo.

En ese marco dijo que de así que quienes están tratando de utilizar el tema de las armas para descalificar el proceso, están equivocados. “Tratan de cantar victoria no sé de qué. Les pido que sean más moderados porque estamos convencidos que estos ciudadanos aportaron al proceso”, señaló.

Antecedentes del armamento

En abril de 2009, un grupo élite de la policía boliviana organizó un operativo en el Hotel «Las Américas», donde murieron tres extranjeros, sindicados de ser parte de la celula separatista que operaba desde Santa Cruz. Horas después se intervenía el stand de COTAS, la cooperativa de teléfonos de la ciudad. Esta última acción tenía un propósito específico: encontrar y secuestrar el arsenal que estaba depositado en esas instalaciones. 

Sin embargo, en declaraciones recientes, el coronel Germán Cardona, el militar que huyó a España esta semana, aseguró que tales armas no pertenecerían a la llamada “célula terrorista”, sino que habrían sido extraídas de la Octava División del Ejército, y desde ahí llevadas hasta el stand de COTAS por funcionarios del gobierno con el fin de incriminar a los presuntos «separatistas». El lote de armas habría estado bajo custodia de la Octava División, la que habría decomisado tal armamento en distintos momentos y por diferentes casos.  

Pero, ¿de qué armas se trata?, ¿cuántas eran?

Según el informe de la Comisión Especial Multipartidaria que investigó este caso, las armas que se encontraron en el stand de COTAS eran las siguientes: 

•    Una pistola calibre 45 de industria argentina, marca Ballester y de color negro. Contaba con dos cargadores y cada uno de ellos contenía siete cartuchos. 

•    Una ametralladora de 54 cm. de largo sin marca ni calibre.

•    Un rifle (carabina) de color plateado con la culata de madera, de 90 cm. de largo y con cargador. 

•    Una ametralladora calibre 22,3 marca Colt, de industria norteamericana y de color negro (con cargador).

•    Una ametralladora de industria norteamericana, calibre 9 mm. Serie N° 2-3004275.

•    Tres armas largas, sin marcas y calibre por determinar. Los cañones presentan varios orificios.

•    Una escopeta marca Remington, calibre 12, de industria norteamericana.

En total, se trataría de nueve las armas que el grupo habría logrado reunir. La denuncia de Cardona señala que estas armas habrían sido retiradas de la Octava División, aspecto que no ha sido probado. 

Por otra parte, en la intervención que se realizó en el hotel «Las Américas» –donde murieron Rózsa, Dwyer y Magyarosi– se encontraron las siguientes armas: 

En la habitación de Eduardo Rózsa: 

una ametralladora Sub Machine con dos cargadores y un silenciador.

una pistola Bereta de industria italiana Cal. 9 mm y dos cargadores.

una pistola Taurus tipo Bereta Cal. 9mm y dos cargadores.

En la habitación de Michael Dwyer

una pistola Bereta industria italiana Cal. 9 mm.

una pistola Bereta industria Italiana Cal 22 largo

En la habitación de Arpád Magyarosi

una pistola “Glock” industria sueca calibre 9 mm con dos cargadores.

Sumadas todas, resulta que el arsenal de la célula «separatista» se componía de 15 armas.