Santa Cruz es la región más satisfecha de Bolivia

Los niveles de satisfacción el trabajo, la vivienda, la justicia y la Policía son hasta un 20% mayor que en las áreas metropolitanas de La Paz y Cochabamba. “Es el clima”, dicen los expertos

La región cruceña es la más satisfecha y con más futuro

imageEL DEBER, Santa Cruz

El trabajo es duro, pero bien considerado en Santa Cruz. Archivo



No importa si el 83% de la población se apretuja a diario en micros y trufis, si fuera en algunos municipios vecinos solo un 25% de los hogares tiene alcantarillado o si hay hacinamiento y más de dos comparten una misma habitación: desde el área metropolitana de Santa Cruz de la Sierra se percibe la vida con mayor optimismo que en las de La Paz y Cochabamba. Incluso, con las peores estadísticas de robo agravado, la Policía y la justicia son menos repudiadas aquí que en el resto del eje central.

Eso se desprende del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que llegó a la conclusión de que los cruceños están satisfechos en todo.

Según el informe de Jacques Duhaime, la primera explicación podría estar en la economía. La ciudad de Santa Cruz de la Sierra por sí sola acapara el 22% del Producto Interno Bruto nacional. Eso es un 2% más que La Paz y El Alto juntas y más del triple de Cochabamba, que acumula solo un 6% del PIB.

Tiene además un porcentaje mayor de habitantes de clase alta, un 11%, aunque la mayor parte de su población está catalogada como clase media vulnerable. Eso quiere decir que el 41% de los habitantes de Santa Cruz de la Sierra está apenas por encima de la línea de la pobreza y tiene que remar a diario para no hundirse en ella.

Este estudio fue realizado sobre la base de una serie de encuestas aplicadas en 2014 y cruzadas con variables del Censo de Población y Vivienda de 2012; sin embargo, los investigadores del PNUD advierten de que “no siempre hay congruencia entre las condiciones objetivas y la idea que los individuos construyen”.

Miradas

En algunas categorías, el índice de satisfacción del área metropolitana de Santa Cruz supera hasta un 20% a las del resto del país. Eso se ve en el tema de empleo, por ejemplo, donde los cruceños están un 20% más satisfechos con su ocupación principal que los paceños y cochabambinos. Incluso en los índices de baja aceptación, como el transporte, la satisfacción local es mayor que la nacional (28%). Tal vez se deba a que en la ciudad capital está el mayor índice de uso del auto propio de los 20 municipios estudiados, que es del 14%. Pero por qué esta diferencia. “Es el clima”. “Salvo entre 2006 y 2008, antes de asumir el proceso de cambio, Santa Cruz siempre ha sido más optimista que el resto del país”, señalan los analistas del PNUD. Pero hay otras explicaciones.

“No puede ser solo el clima, aunque influye”, dice el pedagogo Álvaro Puente. “Un techo sin paredes en Santa Cruz es más acogedor que una choza cerrada en La Paz. Si ya el clima no te mata, es más fácil que estemos mejor”, señala. Sin embargo, cree que las condiciones no son tan distintas. Observa que ni los salarios ni las viviendas son mucho mejores que en Cochabamba y La Paz, pero sí cree que las ve con mejores ojos, con una actitud más descontraída, menos amargada, más esperanzada ante la misma cruda realidad. “Esa mirada nos hace que la misma desastrosa policía no nos parezca tan fea”, dice.

Rodrigo Barahona, sociólogo, la encuentra en la movilidad social. “La gente suele asociar la satisfacción con el éxito, y el éxito asociado con la posibilidad de tener dinero. Santa Cruz, como ciudad capital, da la posibilidad de ascender a las personas. La clase media es mucho más gruesa que en el resto del país y eso influye en la percepción del que radica acá”, señala.

Isabella Prado, sicóloga social, aporta prudencia. Es cierto que Santa Cruz está más satisfecha que el resto del país, pero tampoco es que sea la capital mundial del optimismo. Observa que los resultados mayores están alrededor del 70%, pero también hay fuerte rechazo en otros campos, como el transporte, la justicia y la Policía.

Sin embargo, el optimismo relativo lo explica, además del carácter más abierto del habitante de las llanuras, por la actitud general del migrante. Cree que la alta migración, conformada por personas que llegaron a la región pensando que aquí les irá mejor, hacen que tengan una actitud más optimista.

Para Puente, Prado dio en el clavo. Cree que el optimismo de los que migraron hacia Santa Cruz hace cinco o diez años hacen que comparen su situación actual con lo que tenían antes y se sientan satisfechos. “Donde estaban antes, sus aspiraciones y sueños estaban cerrados.

Es tal vez un poco más de lo que tenían antes, pero van paso a paso, mejorando”. señala. El pedagogo suma un punto más. El cruceño está lejos, a 1.000 kilómetros de los círculos de poder. “En el centro político del país la gente está más tensa. Acá la gente puede ganar poco, le puede alcanzar para poco, pero ve la botella medio llena. La distancia del centro de los latigazos y los insultos es importante. Allá ven la botella medio vacía”, describe el pedagogo.

Además, el PNUD ha llegado a la conclusión de que “el futuro es camba”. Una ciudad que duplica su población cada 20 años, tiene motivos para mirar su futuro con optimismo. Esa es la conclusión del PNUD.