Tragedia aérea: Lufthansa quiere indemnizar a las víctimas según su nacionalidad

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La compañía alemana pretende regirse por las leyes vigentes en el país de origen de cada uno de los 150 muertos del vuelo que se estrelló en los Alpes franceses el 24 de marzo pasado. Los familiares, en contra.

El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, fue el encargado de presentar la primera propuesta de la empresa. Lo hizo ante la comisión parlamentaria de Transporte de la Bundestag. Según informó el diario español El Mundo, la compañía apelaría a la legislación vigente en cada uno de los países de origen de los 150 pasajeros del fatídico vuelo que salió de Barcelona con destino a Düsseldorf, el 24 de marzo pasado.



El periódico remarca que el representante legal de al menos 21 de las familias, Elmar Giemulla, buscará una cifra común para todos ellos, sin importar de qué país provengan. Y adelantó, además, que «si los términos de la negociación con Lufthansa no son lo suficientemente satisfactorios será presentada una demanda conjunta contra la aerolínea en EEUU, donde este tipo de demandas por daños puede resultar más ventajosa para los afectados porque los tribunales reconocen el derecho a compensación por daños emocionales».

Es que si se toma en cuenta el país de origen de cada víctima, los alemanes –por ejemplo– tendrían las de perder, ya que allí los daños se calculan «sobre la base de lo que ganaba la víctima y otras consecuencias financieras de su pérdida, como el costo de los transportes».

El abogado informó que buscarán, en esa negociación, alcanzar una indemnización de un millón de euros por fallecido.

La mayoría de los ocupantes del aparato eran alemanes y españoles, pero además viajaban ciudadanos con pasaportes de Israel, Marruecos, México, Reino Unido, Argentina, Colombia, Holanda, Estados Unidos, Venezuela y Chile.
La comparecencia de Spohr ante la comisión parlamentaria se produjo a poco de cumplirse un mes de la catástrofe y unos días después del funeral de Estado celebrado en la catedral de Colonia, en presencia de la plana mayor de la política alemana, de familiares de las víctimas y de la cúpula de Lufthansa y Germanwings.

El ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, informó que en este mes se sucedieron –en paralelo– las diligencias de las Fiscalías francesa y alemana implicadas en la investigación, cuyos resultados, aún parciales, apuntalan la tesis de la responsabilidad directa del copiloto Andreas Lubitz en la catástrofe. «La evaluación detallada de las dos cajas negras del aparato han reforzado las sospechas de que el copiloto estrelló con toda intención el Airbus contra la montaña», dijo el ministro.
Dobrindt recordó que, tal como informó en su momento la Fiscalía francesa, tanto las grabaciones de voz como los parámetros de vuelo indican que Lubitz accionó los dispositivos precisos para hacer descender el aparato y luego aceleró su velocidad hasta estrellarlo.

En los próximos meses se presentará un primer informe provisional y las conclusiones definitivas todavía se harán esperar, advirtió el ministro, para expresar su confianza en que aporte datos «de relevancia» a las investigaciones un vuelo de prueba que se realizará a finales de mayo repitiendo la ruta de 4U9525.
Se tratará así de reproducir los parámetros de vuelo y los sonidos de las grabaciones de las cajas negras, entre ellos, los gritos desesperados del capitán, instando a Lubitz a abrir la puerta de la cabina de vuelo, que al parecer cerró por dentro aprovechando que se había quedado solo.
La Fiscalía de Düsseldorf, mientras tanto, prosigue sus investigaciones centradas en el entorno, personalidad y antecedentes médicos de Lubitz, de quien se sabe que interrumpió su formación en la escuela de Lufthansa en 2009 por una depresión.
Por los registros realizados en la vivienda de sus padres, en la localidad de Montabaur (oeste), y en la suya de Düsseldorf, se supo que estaba de baja médica el día de la catástrofe, lo que ocultó a su empleador, y que había seguido sucesivas terapias en varias consultas.

Fuente: www.infobae.com