Bolivia en la CIJ: El Tratado de 1904 no zanjó el conflicto marítimo y Chile ofreció negociar

El equipo jurídico boliviano, encabezado por el agente Eduardo Rodríguez, defendió la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con el argumento de que la demanda no toca el Tratado de 1904 y se asienta en el incumplimiento chileno de resolver el diferendo independientemente de ese documento bilateral

La Razón Digital / Carlos Corz / La Paz

imageEl agente boliviano Eduardo Rodríguez Veltzé expone ante la CIJ.



El equipo jurídico boliviano defendió en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la segunda jornada de alegatos orales, que la demanda contra Chile está asentada en el incumplimiento de los compromisos que hizo para resolver el diferendo marítimo al margen del Tratado de 1904, lo que a su vez demuestra –aseguró- que el Tratado no zanjó ese tema que, incluso, fue planteado por Santiago en el juicio por límites marítimos con Perú.

El agente Eduardo Rodríguez empezó a las 04.03 de hoy la exposición de los alegatos en respuesta a los expuestos por Chile, el lunes, para que la corte niegue jurisdicción sobre la causa boliviana bajo el criterio de que pretende la renegociación del Tratado de 1904 vetado por el artículo VI del Pacto de Bogotá, que deja al margen de su competencia tratados vigentes antes de su constitución, 1948.

La argumentación boliviana se centró en demostrar que la demanda no toca el Tratado de 1904, como pretende hacer ver Chile, y que los compromisos de solución inconclusos trascendieron el año de constitución del Pacto de Bogotá. “Lo que pide Bolivia, tal como se manifiesta en su solicitud, es que Chile cumpla su obligación, que respete sus promesas repetidas, su acuerdo de negociar el acceso con soberanía al  mar, un acuerdo independiente del Tratado de 1904”, afirmó el agente frente a los 13 jueces internacionales de la corte.

El presidente Evo Morales, junto al gabinete ministerial, siguió desde Palacio de Gobierno el desarrollo de los alegatos orales.

Los abogados Mathias Forteau, Monique Chemillier, Antonio Remiro Brotóns y Payan Akhavan fundamentaron a su turno jurídicamente, además de apoyados en la jurisprudencia internacional, la posición boliviana. Chemillier fue la más dura en la argumentación, ya que acusó a Chile de “amnesia colectiva” por olvidar sus compromisos de negociar y recordó que, tras presentada la demanda en 2011, el propio canciller Heraldo Muñoz reconoció que la fundamentación no toca el documento bilateral de límites de hace más de 100 años.

Mientras el demandado apoyó su posición en el artículo VI del Pacto de Bogotá, La Paz reivindica el artículo XXXI del mismo documento que establece entre otros aspectos que la corte es competente para tratar controversias como “la existencia de todo hecho que, si fuera establecido, constituiría la violación de una obligación internacional” y “la naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional”.

Rodríguez aseguró que en diferentes momentos de la historia Chile ofreció solucionar el diferendo marítimo al margen del Tratado de 1904, lo que demuestra que el conflicto no fue zanjado por ese documento suscrito hace más de 100 años. Forteau respaldo la posición recordando la agenda bilateral de 13 puntos acordado en 2006, donde está inscrito el tema del mar.

En esa lógica, la posición boliviana estableció que la permanencia del diferendo sobreviene a 1948, constitución del Pacto de Bogotá, por lo que la corte es competente para procesar la causa boliviana. “La forma de promesas unilaterales o de intercambio de cartas, son la fuente de su obligación de negociar de buena fe un acceso soberano al mar en beneficio a Bolivia. Ahí estriba la cuestión del derecho internacional sobre la obligación que el Pacto de Bogotá les da competencia”, apuntó Chemillier tras hacer una recapitulación histórica de los hitos de propuestas de solución chilena.

La abogada también respaldó el principio de que el Tratado no resolvió el conflicto recordando que el propio Chile mencionó el diferendo, principalmente la propuesta de solución de 1979 de ofrecer a Bolivia un corredor al norte de Arica para una salida soberana al mar, en el litigio por límites marítimos que enfrentó con Perú en la misma CIJ.

“Está claro que un asunto que está en negociación (la demanda marítima) es un asunto que no está resuelto”, coincidió Akhavan en referencia a aspectos como la agenda de 13, que fue congelada en el gobierno de Sebastían Piñera, que cerró la negociación sobre el tema del mar, arrastrado desde 1879 tras la invasión y posterior guerra del Pacífico.

Remiro Brotóns aseguró a su turno que Bolivia no presentó ante la corte un diferendo territorial, por lo que “no podemos dejar que el Tratado de 1904 se use como ácido corrosivo para romper la competencia de la CIJ”. Añadió que Chile «trata de torpedear la competencia de la Corte» con argumentos alejados del contenido de la demanda.

La exposición de alegatos concluyó a las 06.53. Mañana es el turno de la réplica chilena y el viernes el turno de Bolivia. Luego los jueces debatirán y definirán su competencia y no para tratar la causa boliviana.