Caso. La juez le asignó medidas sustitutivas. Investigarán qué arma terminó con la vida del ‘matón’.
EL DÍA, Santa Cruz, Bolivia
Ref. Fotografia: Hecho. El trabajador se defendió del ataque de un presunto sicario.
La juez Estrella Montaño determinó la liberación con medidas sustitutivas para Eduardo Ayala Pedraza, chofer que disparó y mató al presunto sicario brasileño, Valfredo Nunes, en un confuso hecho el pasado jueves en la zona del canal Isuto. Asimismo, la Fiscalía tiene seis meses para investigar los móviles del hecho, tomando en cuenta que el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, dijo que se trataría de una pugna de poder entre las casas de juegos clandestinas.
Aún no se sabe con qué arma murió el brasileño. Luis Enrique Rodríguez, fiscal asignado al caso, informó que la juez dictaminó la libertad irrestricta para el chofer, por lo que deberá presentarse cada semana en el Ministerio Público, presentar dos garantes, arraigo y la prohibición de portar armas. También comentó que se hará una investigación de balística en la Felcc para determinar el arma que dio fin a la vida del presunto sicario.
«Aún hay mucho que investigar, tenemos que ver los móviles y otras situaciones. Al parecer el brasileño habría muerto con su misma arma, pero eso hay que comprobarlo», dijo Rodríguez a tiempo de añadir que desconoce el móvil de las casas de juegos, pero que se investigará.
En tanto el otro ciudadano brasileño, José Vilela, quien era el objetivo del sicario, no tiene ningún cargo en su contra.
Por último, Fernando Barba, abogado de Vilela, comentó que su cliente tiene trabajo conocido y es una persona «honorable», siendo un hecho de defensa propia.
Indagan pugnas por las salas de juegos
El chofer que salvó a su patrón victimando al esbirro fue liberado. Ministro Romero instruyó una pesquisa a fondo.
EL DEBER, Santa Cruz
A raíz de la muerte del sicario brasileño Valfredo Nunes e Silva Filho (27), que el jueves intentó matar a otro brasileño en la avenida Canal Isuto, la Policía cree haber hallado la punta del ovillo del negocio de las salas clandestinas de juego en Santa Cruz.
El matón falleció de un tiro en la espalda disparado por Eduardo Ayala Pedraza (46), chofer y hombre de seguridad del brasileño conocido como ‘Neto’ que, junto con su esposa, se salvaron de la andanada de balas que el esbirro disparó contra el BMW en el afán de eliminarlo, al parecer, enviado por alguien.
“Es un hecho que tendrá connotaciones mayores porque puede representar la punta del ovillo para desencadenar un proceso investigativo en torno al cual confluyen un conjunto de organizaciones vinculadas a las disputas por el control de las casas de juegos que operan de manera clandestina y que, a su vez, están ligadas a otras actividades económicas”, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero, que instruyó a la Policía profundizar la pesquisa para establecer no solo los móviles del crimen, sino todos los circuitos en torno al ilícito negocio.
El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, acotó que la indagación arroja indicios de que tres grupos se disputan el control de las casas de juegos.
Libre, con restricciones
Un juez liberó ayer a Eduardo Ayala, pero debe acudir periódicamente ante el fiscal Luis E. Rodríguez, presentar dos garantes, tiene prohibido salir del país, portar armas y frecuentar locales.
El abogado Freddy Álvarez argumentó que su defendido actuó en legítima defensa