Un informe de Inteligencia procesado por efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural condujo al hallazgo de armas de fuego y municiones que se encontraban escondidas en un lote baldío de la localidad de Santa Fe de Yapacaní. El jefe de Umopar Yapacaní, Gustavo Prieto, informó que luego de un intenso rastrillaje en una zona casi inaccesible y de poca afluencia de personas, se evidenció entre unas calaminas viejas la existencia de las armas que se encontraban hábilmente envueltas entre hules. «Se trata de armas de grueso calibre como carabinas, pistolas y municiones con sus cargadores que se encuentran en buen estado de funcionamiento», puntualizó Prieto.
Destinadas a la custodia. El jefe provincial declaró que estas armas son por lo general escondidas en sitios determinados cercanos a las pistas clandestinas donde recogen drogas vía aérea. «Las armas las usan para dar seguridad en las pistas y ante cualquier contingencia abren fuego contra la Policía», explicó en presencia del ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Una vez secuestrado el armamento en terreno hostil, los efectivos antidrogas tuvieron que salir casi escapando del lugar debido a la aglomeración de personas y ante el temor de que hayan represalias de ciertos comunarios vinculados a actividades ilícitas.
Tráfico de armas. El pasado 21 de mayo, agentes de la misma unidad confiscaron en una precaria vivienda 1.790 proyectiles, entre ellos 375 unidades calibre punto 50, munición con poder de fuego como para derribar un helicóptero. En esa ocasión se detuvo como sospechosos a Osvaldo Segundo Carrasco Tolosa (52), chileno; y Abigail Gutiérrez Fuentes (20), recluidos en la cárcel de Palmasola.
Fuente: www.eldia.com.bo