Democracia representativa

mansuetiAlberto Mansueti“Representativa” es la democracia en la cual los representantes del pueblo, elegidos a través de los partidos políticos, discuten y gestionan los asuntos públicos, y ejercen las funciones de gobierno en los cargos públicos, principalmente el Parlamento, fiscalizador y controlador del Ejecutivo.Jurídicamente la “representación” es un tipo de mandato; y en Derecho Político es el mandato del pueblo a los candidatos, para “representarle” en los distintos poderes del Estado, reflejando el peso y los votos de cada partido.Entre el pueblo hay diversas ideas, incluso opuestas, obvio, por eso los partidos “representan” líneas diferentes de pensamiento y opinión; y desde luego su pluralidad y diversidad ideológica son de la esencia de la democracia representativa, forma constitucional que en sí misma compagina sin mayores conflictos con el Gobierno limitado, premisa mayor y primer pilar del Liberalismo Clásico. El problema es cuando no hay partidos liberales.Es obvio que siempre en todo país habrá una abundancia de partidos mercantilistas y socialistas a favor de la continua y creciente expansión del Estado, en funciones, poderes y recursos. El único remedio es un partido antiestatista para mantener en sus límites a los Gobiernos, desde la opinión pública y la prensa, y las diversas instancias y espacios de la vida social, fundamentalmente el Congreso. Si no hay tal partido, siendo todos puramente personalistas y del mismo color ideológico, el pluralismo no implica diversidad. En tales casos la democracia se enferma, se pone “patológica” según el Prof. brasileño Olavo de Carvalho. Y el socialismo avanza y conquista.Pero no es culpa de la democracia representativa, que como siempre hoy está bajo fuerte ataque. ¿Por qué? (1) Porque con sus defectos, que los tiene, como todo lo humano, la democracia es vista hoy como la única fuente de legitimidad política, en todo el mundo. Y (2) la “representativa” es la única forma viable y practicable de democracia; no hay otra. Por eso los enemigos de la democracia no la atacan de frente sino de costado: van contra la representación, los partidos y la democracia representativa.Las embestidas más fuertes siempre vienen de la izquierda. Los socialistas esgrimen falacias como “democracia participativa”, y “protagónica”, etc., etc.. Son todas utópicas versiones de la “democracia directa”, voceadas hipócritamente, para socavar la legitimidad de la democracia representativa. Porque así con este engaño es más fácil para ellos imponernos sus tiranías caudillistas, astutamente. La mentira era entonces (y sigue siendo) que «el pueblo se expresa directamente a través de su caudillo».Ya en 1944, en medio de los feroces ataques de socialistas como Mussolini, Hitler y Stalin, la democracia representativa tuvo una brillante defensa, muy liberal clásica, realista y cristiana, de parte de Reinhold Niebuhr (1892-1971), teólogo y politólogo, fundador con Hans Morgenthau de la escuela llamada “realismo político americano”, en un libro regiamente titulado: “Los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas”.Lo que Niehbur nos recomendó a los no socialistas es ser “sagaces y astutos”, como son los hijos de las tinieblas. Así dice Jesús en la parábola del mayordomo astuto: no sean estúpidos. (Lucas 16:8, “Ved que los hijos de las tinieblas son más astutos y sagaces que los hijos de la luz.”) Hay que leer este libro para vacunarse contra este tipo de ataques a la democracia representativa. Sobre este libro y otros de Niehbur hay mucho material en internet, aunque en inglés.El problema ahora es que mucho despistado que no es de izquierda, pero es empecinadamente anarquista, o es partidofóbico y antipolítico, se suma al ataque contra la democracia representativa. Esgrimen otras falacias, como “democracia digital”, y “ciberdemocracia” etc., etc., que son otras tantas versiones de la “democracia directa”, igualmente utópicas, e igualmente falaces. La mentira es ahora que «el pueblo se expresa directamente a través de internet».No son sagaces ni astutos. Les hacen el juego a los hijos de las tinieblas. Las redes sociales no pueden sustituir a los partidos; ¡imposible! Y más: internet es una poderosa herramienta de dominio en manos del “Gran Hermano”, como George Orwell (1903-1950) llamó al Super-Gobierno que proféticamente anticipó en su novela “1984”, de política-ficción distópica (1949), y contra el cual nos advirtió.Pero ahora la democracia representativa tiene otro defensor brillante en el politólogo italiano Giovanni Sartori (1924), quien no es liberal clásico pero está muy cerca, porque es empecinadamente antiutópico y realista, como Reinhold Niehbur. Sartori ha escrito mucho sobre democracia (“Teoría de la Democracia”), representación política (“En defensa de la representación”, contra el “directismo”); y además sobre la actual sociedad digital (“Homo Videns”). Y sobre las fantasiosas utopías, de ayer y de hoy, y acerca de cómo los desinformados, incautos y desprevenidos, caen en las trampas de los malvados.Te invito a leer a Sartori para vacunarte contra estos otros ataques a la democracia representativa. También hay mucho material en internet, y en español.¡Saludos cordiales para todos!El Día – Santa Cruz