La autonomía no tiene quién la lidere y La Haya puede ayudar a Evo Morales

 el no se multiplicó en las actas en algunos puntos de la paz, la relación fue cuatro a unoEl No se multiplicó en las actas en algunos puntos de La Paz, la relación fue cuatro a uno. APG NOTICIAS.Si el No en los referendos sobre estatutos autonómicos golpeó la mandíbula del oficialismo, el fallo de La Haya da oxígeno y buenos augurios a los planes de cambio constitucional de Morales. El daño colateral es el proceso de autonomía departamental. Pablo Ortiz, EL DEBER Semana frenética en la política boliviana. El lunes, el país despertó con una sorpresa mayúscula que no estaba en los planes ni del más acérrimo opositor a Evo Morales: los cinco departamentos donde suele ganar las elecciones el MAS habían rechazado los estatutos autonómicos elaborados por asambleas departamentales controladas absolutamente por el oficialismo. Pero el rechazo fue tal que por cada voto que decía Sí, había al menos dos que respondían No. Era como si el voto duro del MAS se había atrincherado en la aceptación de los estatutos y el resto de los votantes que no es masista pero que se decanta por Evo Morales en las elecciones nacionales haya huido despavorido a refugiarse en el No.El dato, la derrota de los estatutos y por ende de sus redactores, el MAS, no tenía precedente en los últimos 10 años. Lo más cercano fue la reacción de la población a las elecciones judiciales, donde el voto nulo y blanco superaron a los magistrados más votados y se leyó como voto Tipnis, como rechazo a la represión de indígenas en Chaparina. Esta vez, Potosí podría haber expresado su rechazo al Gobierno por la negociación fallida tras más de un mes de huelga general, pero, ¿qué estaba diciéndole al Gobierno Oruro, Chuquisaca, La Paz y Cochabamba? Para el vicepresidente Álvaro García Linera esto fue un mensaje que privilegiaba al centralismo y pronto fue confundido con un humorista más que con un teórico del proceso de cambio. Para la oposición, esto fue la respuesta de la población al anuncio del cambio de la Constitución para permitir una nueva repostulación de Evo Morales para que llegue como presidente a 2025.Esta decisión se había anunciado oficialmente el 17 de septiembre, tres días antes de la votación. Ahora, los analistas, ven otras posibilidades: en el occidente del país no hay quién lidere la autonomía, pero no deja de ser una llamada de atención a Evo Morales y sus aspiraciones de continuar en Palacio.La Haya tenía, sin embargo, una carta para jugar en esta semana. El jueves admitió que tenía competencia para juzgar la demanda boliviana por una salida al mar y -si bien Bolivia sigue siendo tan mediterráneo como cuando firmó el Tratado de 1904- esto es leído como una gran victoria política de Morales, que puede cambiar los vientos huracanados que hinchaban la vela de la re-re-reelección.¿Por qué el rechazo?“Todo proceso de autonomías necesita un actor que lo impulse -dice el politólogo Franz Flores-. En el caso cruceño está claro que al frente del proceso autonómico estuvo el Comité Cívico y, detrás de él, las élites que vieron en el proceso autonómico un mecanismo para proteger sus intereses. Cuando se presentan las autonomías en Chuquisaca o Potosí es un proceso sin actores. No existen interesados en que un proceso autonómico avance”.Flores está por concluir su doctorado en Ciencias Políticas. Es un potosino que vive en Sucre y tiene la cercanía como para medir el clima de ambas ciudades y los conocimientos para interpretarlos. Observa, por ejemplo, que los cooperativistas mineros, la élite potosina, se sienten mucho más cómodos negociando directamente con La Paz y no le es útil desarrollar una entidad departamental. En el caso de Chuquisaca ni siquiera existe élite. Lo único que identifica es un grupo de funcionarios que también se sienten más cómodos siendo interlocutores del Gobierno central.Jorge Komadina es un sociólogo cochabambino que ha seguido de cerca la elaboración del estatuto de la Llajta. Cree que ahí estuvo la clave del fracaso electoral. En su opinión, el documento tenía vacíos, pero además acarreó deficiencias en el proceso de construcción, que califica como sectario, no incluyente y limitado solo a las organizaciones afines al MAS. A ello le suma una campaña deficiente, que confundió al electorado sobre los alcances de los estatutos y un celo excesivo sobre las reglas de quién podría hacer campaña y quién no.En La Paz, el politólogo Yerko Ilijic dedicó su domingo a recorrer los puntos de votación del centro metropolitano y, aunque esperaba que el rechazo al estatuto ganara en esos recintos, nunca se imaginó que los ratios fueran tan altos. El 80% del electorado se inclinaba por el No y, aunque la tendencia se atenuó con el voto rural, no cambió demasiado en El Alto, por ejemplo.Ilijic cree que esta elección fue una reverberancia de los comicios subnacionales. Al menos eso se aplica a La Paz. Ve que la población paceña aplazó la gestión del MAS en la Gobernación, que estuvo en desacuerdo con su desarrollo legislativo, con la forma que Cocarico administró los recursos y por eso se decantó por Félix Patzi.Para el también politólogo Jorge Lazarte, fue un resultado inesperado por el oficialismo que lo tomaba como un trámite, y por la oposición, que nunca tuvo el coraje para decir lo que realmente pensaba sobre el tema.Uno de los llamados a explicar qué pasó es Hugo Siles, ministro de Autonomías, que achaca el fracaso al cambio de autoridades subnacionales que hubo entre la elaboración y la aprobación de los estatutos. Cree que las nuevas autoridades no se empoderaron ni se embanderaron en el proceso. Asegura que su ministerio se limitó en ofrecer material informativo a las asambleas legislativas y que si bien el MAS se inscribió para hacer campaña, no se involucró como partido.Ilijic no considera que esto sea un retroceso hacia el centralismo, como lo leyó García Linera. Es más, asegura que la respuesta a favor de las autonomías se dio en marzo, cuando el electorado dejó en manos de partidos regionales, gobernaciones y administraciones de las ciudades más importantes del país. Komadina apunta otro factor de fracaso: las restricciones para organizar foros y los requisitos que había que cumplir para difundir información. Eso pudo generar desconfianza en los votantes.Para Óscar Ortiz, líder de los Demócratas en la Asamblea Legislativa Plurinacional, esto fue un mensaje de los electores al Gobierno: “La gente no vota a ciegas y a la población no le gusta que la quieran manipular o que le quieran imponer las cosas y estas son señales muy importantes que nos muestran el camino para evitar la re-re-reelección que el MAS está tratando de imponer», aseguró el lunes.Pero hay pocos, después del fallo de La Haya, que quieran seguir esa línea de análisis. Morales nunca se involucró realmente en la campaña por los estatutos. Es más, Flores hace notar que no se lo vio a Morales caminar por las calles pidiendo el voto por el Sí, ni esforzarse por mostrarse autonomista. Komadina tampoco lo ve como un factor determinante para el referendo de modificación de la Constitución que permitiría una nueva postulación a la presidencia a Evo Morales, aunque admite que el anuncio de la presentación del proyecto de modificación, tres días antes de la votación pudo interferir. No se puede medir, sin embargo, cuánto influyó.Lazarte sí cree que el referendo por los estatutos se transformó en plebiscitario, aunque Siles asegure que no es así. Es más, cree que le ha dado al MAS la medida exacta de cuánto es su núcleo duro y a la oposición, la cuantía de cuánto electorado que ha votado por el MAS se puede conquistar.Eso sí, Komadina, Ilijic, Flores y Lazarte coinciden en que el fallo de La Haya es una victoria que Evo Morales puede adjudicarse. Allí, en el tema marítimo, en la política y el electorado no hay medias tintas ni matices y ahora es una medalla que cuelga de la solapa del traje del repostulable Evo Morales. En las urnas se sabrá si es tan grande como para tapar la mancha que le dejó el referendo de la semana pasada