Fernando CrespoHace más de tres años, el Gobierno Municipal de Porongo y vecinos preocupados por el desarrollo armónico de esta parte de la metrópoli grigotana, vimos la urgente necesidad de construir un segundo puente que una a Santa Cruz de la Sierra con el distrito denominado Pueblo Colinas del Urubó y, por consiguiente, articule con todo el municipio de Porongo.Desde entonces, se han realizado una serie de gestiones tanto en la Gobernación como en la comuna cruceña, con el objetivo de hacer posible esta obra de imperiosa necesidad. A partir de una medida excepcional y sin precedentes, mediante una ordenanza del Gobierno Municipal de Porongo, se creó un tributo especial que obliga a los vecinos del Pueblo Colinas Urubó y zonas circundantes a contribuir para el financiamiento de esta importante obra. Esta decisión libera, de alguna manera, a las entidades estatales de su responsabilidad de realizar importantes erogaciones.No es para nadie desconocido el grave problema de congestionamiento vehicular que existe actualmente en esta zona, donde se desarrollan más de 200 importantes obras, entre megaproyectos habitacionales, urbanizaciones, centros comerciales, de turismo y de negocios. También viven más de 6.000 familias, entre las que se cuentan comunidades campesinas del municipio que deben trasladarse diariamente a través del ya saturado puente Mario Foianini. Con una visión más amplia, vemos que esta obra no solo beneficia al municipio de Porongo, sino que se constituye en parte de la solución a un problema que se vive día a día y es el extraordinario crecimiento de la ciudad de Santa Cruz. Se habla de proyectos de siete u ocho puentes para que den continuidad a los anillos, que posibiliten que la ciudad se desarrolle también hacia oeste y que el río Piraí sea parte de la gran metrópoli y no una limitante, solución que existe en otras ciudades del mundo.Otro aspecto que justifica la construcción de un nuevo puente es que Porongo será la vía de ingreso y salida de la nueva ruta Santa Cruz-Buenavista. A finales de 2014, con el objetivo de dar cumplimiento a lo requerido por las instituciones departamentales, se procedió al rediseño del proyecto del nuevo puente Bicentenario, que ha sido aprobado por el Searpi. Se han cumplido con los requisitos para la aprobación de la ficha ambiental y desde hace casi un año se está a la espera de que la Alcaldía cruceña acepte la firma de un convenio para que una parte de esta obra pueda asentarse en su territorio. Estamos seguros de que el beneficio que reporta a la comunidad cruceña en general será el gran aliciente que movilice a las autoridades a la pronta concreción de este anhelado puente.El Deber – Santa Cruz