Arturo Yáñez CortesResaltando que esos principios: “…contribuyen de manera positiva a reforzar los compromisos del individuo y la sociedad en lo que respecta a mejorar la eficiencia, la eficacia y la transparencia de la administración pública y promover unos servicios públicos inclusivos y responsables para el desarrollo sostenible”; recientemente las Naciones Unidas aprobaron la trilogía del ama sua, ama lulla y ama khella (no seas ladrón, no seas mentiroso y no seas flojo) como enunciados para la gestión pública universal.Inmediatamente y como no podía ser de otra manera, la propaganda del oficialismo que se hace con recursos públicos ha resaltado como un éxito diplomático –del Mariscal de Chaparina- ese enunciado, pues incorpora algunos de los denominados por la Constitución de la Calancha, “principios ético – morales de la sociedad plural” (art. 8.1) al sistema de las NNUU.Acordándome de aquella máxima popular en sentido de que no existe inventor que no se joda con su invento, sostengo que más allá de la propaganda, la proclamación universal de esa trilogía pone una vez más al Gobierno en un manifiesto off side entre lo que discursea y realmente hace. Veamos:En lo que concierne al ama sua y pese a la proclamación oficial de una suerte de superioridad moral de los pueblos indígenas, la prueba evidencia que son tan susceptibles como cualquier otro de los mortales para delinquir contra los intereses del estado y sociedad que dicen defender, por ejemplo con lo poco que ha salido de la monumental trama delictiva del FONDIOC, en la que pese a los esfuerzos de los lavadores oficialistas de evidencias, fue imposible ocultar el desvío y derroche de fondos públicos hacia bolsillos, cuentas y khepis particulares, cumpliendo rigurosamente aquella tradicional receta que define a la corrupción como el uso de fondos públicos…con fines particulares.Lo propio con motivo del ama llulla. Por ejemplo, entre muchos otros, la palabra empeñada públicamente por el Presidente para no ser reelegido for ever ha sido manifiesta como sistemáticamente incumplida por su persona, sea con la ayudita de sus Magistrados; de su “Tribunal” Electoral y otros subordinad@s. Ni qué decir de las estrategias envolventes –trampas– de las que públicamente se regocija su Vicepresidente. La votación de ayer, sin poder realmente elegir, es otro ejemplo de embuste.Sobre el ama khella, me remito como evidencia a la enorme cantidad de servidores –no públicos, sino gubernamentales- que unas veces mediante sueldo y otras –sus movimientos sociales– por prebenda, se han especializado en levantar la mano, aplaudir a su jefazo y, fundamentalmente, obedecer ciegamente sus dictados, sin hacer nada productivo. Por cierto que se olvidaron del ama llunkhu.Es decir, se trata, una vez más, de un demagógico producto for export del gobierno del estado plurinacional, cuidadosamente fabricado para la platea del consumo externo, sin el menor interés y peor capacidad para empezar por casa, donde se le mete nomás. A propósito, Orwell decía que: “Doble pensar significa el poder de mantener dos creencias contradictorias en la mente simultáneamente y… aceptar ambas”.Correo del Sur – Sucre