Franz Rafael Barrios GonzálezEn la tan cacareada entrevista que le realizaron en Chile al vocero marítimo, Carlos Mesa, le preguntaron «si en Bolivia existe democracia plena». Lo irónico de la pregunta y la respuesta -a 12 años de “Octubre Negro”- es que Mesa, en rigor jurídico y político, fue un Presidente devenido del PRIMER GOLPE DE ESTADO “desde que la democracia fue recuperada” (y que en estos días celebra sus 33 años).En efecto, la «democracia plena” dejó de existir entre que “golpearon” a Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL), asumiera Mesa, sucediera Eduardo Rodríguez V. (evitando ilícitamente bajo coacción que lo hicieran Vaca Diez y Cossio, presidentes de Senadores y Diputados respectivamente, en clara expresión golpista) y se convocara a elecciones el 2005. Por tanto se colige que, todo acto posterior al acto viciado de nulidad (es decir las 2 sucesiones, la convocatoria a elecciones y la misma posesión de Evo), ¡son también e irremediablemente actos nulos!Recordemos que desde el lunes 13 hasta el viernes 17 de Octubre de 2003 (día en el que GSL presentó su renuncia), Mesa habría incurrido en los delitos de ABANDONO DE CARGO (Art.156, Código Penal) y de “no haber resistido la sedición por todos los medios a su alcance” (Art.123, Código Penal). Ya que durante una conferencia de prensa el 16 de Octubre, desde su domicilio particular, -confesa y cómodamente- anunció que: “Le era imposible pensar en su retorno al Gobierno.” (Sic) Lo que lo INHABILITÓ para suceder a GSL, porque sencillamente DEJÓ DE SER VICEPRESIDENTE al haber abandonado el cargo.Los actores sociales y políticos que propiciaron la caída y huida de GSL, toleraron la ilegal sucesión de Mesa, porque ya habían conseguido “deshacerse” de lo que consideraban era el símbolo del “neoliberalismo” (GSL). Pero no todo salió como esperaban. Mesa asumió -inconstitucionalmente- la Presidencia del Estado, amnistió a los sedicionistas de Octubre (que usaron como “carne de cañón” a ciudadanos alteños, capitalizando políticamente a sus heridos y a sus muertos), gozó de cierta gobernabilidad hasta que se encontró con el rechazo a su Proyecto de Ley de Hidrocarburos p.ej. Situación, entre otras, que lo llevaron a renunciar en 2 oportunidades. La 1er renuncia preocupó a sus aliados masistas y sus planes, porque los sucesores constitucionales eran el entonces Presidente de la Cámara de Senadores (H. Vaca Diez), o en su defecto, el Presidente de la Cámara de Diputados (M. Cossio).En la 2da renuncia, ni siquiera con el Congreso Nacional convocado en Sucre y cercado por sectores movilizados (otra clara expresión golpista), y la muerte de un minero, Carlos Mesa pudo evitar que la misma sea considerada, porque recordemos que quiso retractarse en función a sus cálculos políticos y en colusión con Evo Morales; quien le dijo por teléfono al entonces Presidente del Senado Vaca Diez (habilitado para asumir la Presidencia del Estado): “Sólo nos podemos reunir para tratar su renuncia”. Mesa, por su parte, también le había exigido a Vaca Diez lo que él mismo no pudo, es decir desprenderse de cálculos personales y desistir de la sucesión (que según vimos ni siquiera le tocaba por haber abandonado el cargo).Finalmente, resulta indiscutible sobre los acontecimientos de “Octubre Negro” que, GSL, no fue electo ni gobernó sólo con su Ministro Sánchez Berzaín. Mesa ocupó la situación jurídica de Vicepresidente hasta que sucedió -inconstitucionalmente- como Presidente. Por tanto, Mesa “no llegó al Gobierno en un país al borde del cataclismo, después de dos meses de violencia sostenida, con un saldo de 67 muertos y casi 400 heridos”. Mesa fue parte de ese mismo Gobierno, y mientras fue Vicepresidente es y será corresponsable con GSL por todo su Gobierno. Y en consecuencia, por respeto a las víctimas, debe ser incluido en el mismo proceso que quien fuera su Presidente (GSL); y en otros procesos, por los ilícitos en los que habría incurrido como se advirtió, ¡y que forman parte del 1er golpe de Estado “desde que la democracia fue recuperada”!