(E)lecciones de Argentina, reordenando el vecindario

macri-cristinaFranz Rafael Barrios GonzálezDe los liderazgos a las políticas “eternas”El Vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que “si Cristina Fernández era candidata en Argentina, el resultado electoral hubiese sido distinto”. Para empezar, debería admirar que a pesar de detentar una hegemonía política familiar, los ‘K’, postularon a Scioli. No es como en su caso, que sin Evo, él jamás hubiera sido Vicepresidente.Fuera de lo que Cristina Fernández de Kirchner (CFK) hubiera querido o no, al final del día, ella respetó el voto, respetó a su pueblo, respetó el mandato que le fue impuesto y pudo cumplir (criticable o no) hasta el 10 de diciembre de 2015.CFK no calculó poseer 2/3 de su Parlamento para reformar su Constitución y, angurrientamente, dar curso a un continuismo. Podría decirse que “sacrificó” su silla presidencial por un proyecto. Porque supo que lo logrado en un periodo de 12 años de kirchenirsmo, que el mejor legado que dejaron junto a su difunto esposo y ex Presidente, son/serán las políticas públicas que implementaron y que trascenderán a los distintos gobiernos de ahora en adelante. Y esta no es únicamente una percepción personal, tras la victoria de Mauricio Macri, la diputada kirchnerista Diana Conti declaró: «Se acabó la posibilidad de Cristina eterna, debemos ir por las políticas eternas».La victoria de Macri en Argentina recuperó el equilibrio y la alternancia democrática.  Y con su 51,4% obtenido, nos demuestra que aunque fuere por un sólo voto, esa victoria «mortalizó» lo que se creía «eterno».Esa victoria más que “un retroceso” implica una “amenaza” para los gobiernos disfrazados de ‘progres’ (saqueadores de recursos naturales, sirvientes de salvajes transnacionales, negociadores con el empresariado explotador) y ROBOlucionarios. Pero, sobre todo, la victoria de Macri ¡significa una esperanza para los pueblos sometidos del continente y un recordatorio para los Gobiernos de que en cualquier momento ‘se les acaba’!Ahora bien, volviendo a las afirmaciones del Vicepresidente García Linera, lo que el ignora es que, por definición, el continuismo NO es “avance”; sino el más pétreo statu quo, que impide el cambio en democracia. El continuismo es en esencia conservador, reproductor y encubridor de mañas y grupúsculos corruptos aferrados, cual garrapatas, al poder.Finalmente, la lección que se puede rescatar a partir del proceso argentino consiste en la emergencia decisiva de liderazgos que respeten la Constitución y las leyes. Liderazgos que prediquen el cambio en democracia y que se empeñen en consolidar políticas de Estado tan relevantes, que sean impersonales y trasciendan a gobiernos. Eh ahí lo “inmortal”. Ese es el desafío que personajes como Evo Morales NO están dispuestos a asumir, porque son conscientes de su fragilidad y “pasajerismo” en la historia.Siendo visionarios, al servidor público del futuro NO le debería preocupar “seguir estando” en el cargo. Sino y por sobre todo, hacer lo mejor posible en el tiempo que le toque estar, como para que su ausencia no interrumpa procesos iniciados.