El microtráfico de droga, una amenaza creciente para los estudiantes de Cochabamba

SEGURIDAD | El microtráfico ingresa con fuerza en colegios de convenio, fiscales y particulares del departamento. Genera redes de consumo y venta al interior de estos sin que aún exista un control certero para frenar su presencia.

El microtráfico, una amenaza creciente para los estudiantes

Los TiemposPolicía encuentra restos de marihuana encima los estantes de un aula de segundo de secundaria, en Quillacollo.  - Carlos  López Gamboa Los TiemposPolicía encuentra restos de marihuana encima los estantes de un aula de segundo de secundaria, en Quillacollo. – Carlos López Gamboa Los Tiempos El toque de la campana para que los estudiantes regresen al aula fue la señal para que personal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, la Policía e Intendencia de Quillacollo ingresaran a un colegio de la zona norte tras la petición de auxilio de los padres de familia y profesores por el crecimiento del consumo y venta de marihuana.Los nervios y rostros de angustia de los estudiantes de segundo de secundaria no se dejaron esperar. Un policía y funcionarios de la Defensoría explicaron que se realizaría una inspección en el marco del plan “Mochila Segura” contra el microtráfico.Una madre de familia, que acompañaba el operativo, reconoció que ese es el curso más conflictivo por la cantidad de adolescentes de 15 años que consumen droga. El primer pedido del operativo fue dejar las mochilas y celulares encima los pupitres. En la primera revisión no se encontró nada, pero sorprendió que solo una estudiante pusiera su celular sobre el pupitre en un curso de 30 colegiales.Minutos después, la astucia de un uniformado derivó en un hallazgo: más de una decena de celulares habían sido escondidos en la parte alta de unos estantes de madera ubicados al fondo del aula. Allí en una esquina cercana a la ventana también se encontró, en un papel de cuaderno finamente doblado, restos de marihuana.En una consulta rápida a estudiantes, estos reconocieron que hace tres años que existe el consumo y venta de marihuana en el colegio, pero se trata de un secreto a voces. “He visto varias veces vender (droga) a jóvenes como nosotros que se salieron del colegio, aquí detrás en la t’anta calle. Disimuladamente se dan la mano y se pasan en una bolsita o en sobrecitos pequeños”, relató una estudiante de secundaria.Continuó: “Uno de 18 años más o menos es el que más trae, en la mañana, a mediodía y saliendo del colegio a las seis. Los vendedores esperan parados, pero yo disimuladamente me paso con mis audífonos para que crean que no me doy cuenta”.Esta situación es similar en varios colegios fiscales, de convenio y particulares donde el consumo y venta de marihuana, con preferencia, está al alcance de la mano de adolescentes y jóvenes.El responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Cercado, Juan Carlos Sánchez, dijo que desde julio se realizaron más de 20 operativos. En el 70 por ciento de los colegios se encontró material pornográfico en el celular, en el 50 por ciento sustancias controladas, 16 estudiantes solicitaban droga por el celular y otros la tenían en sus mochilas. Este año, en Quillacollo las denuncias por consumo de droga subieron un 40 por ciento.En nueve operativos realizados por la Estación Policial Integral (EPI) de Coña Coña desde el segundo semestre se identificó a 25 estudiantes consumidores y cinco vendedores. En la EPI del Sur en 19 unidades educativas de nivel secundario se detectó más de 2.000 celulares; en cinco colegios había marihuana; en dos, latas de cervezas vacías y se detuvo a dos estudiantes.En el último mes, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico secuestró 12 gramos de cocaína, 253 gramos de marihuana, aprehendió a 5 estudiantes y arrestó a 28. Policía revisa celulares en un colegio, durante el plan “Mochila Segura”Pornografía en celularesLas inspecciones realizadas a las diferentes unidades educativas no sólo evidenció el consumo de sustancias controladas, sino la presencia de pornografía en los celulares de última generación donde se hallaron videos e imágenes con actos obscenos.Es así que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Cercado constató que el 70 por ciento de los adolescentes varones y mujeres tiene pornografía en sus celulares. Algunos con conocimiento de causa y otros porque lo enviaron a un grupo de WhatsApp. Lo que quiere decir, que el uso de las tecnologías se está centrando en buscar material perjudicial para la salud mental y la futura personalidad del estudiante. En la zona sur la Policía secuestró celulares con material pornográfico y filmaciones violentas.OPINIONESMAXIMILIANO DÁVILA, DIRECTOR DE LA FELCN“Sólo les interesa ganar más plata”Hay gente que se dedica al tráfico de sustancias controladas por tener mayores réditos económicos, por eso no tienen escrúpulos. No piensan en el daño que están haciendo a un menor o a una persona de buena familia, no les interesa nada ni que la gente que consume se cree ciertos daños nocivos a la salud; ellos sólo buscan ganar más plata. De esa forma, se incrementa el microtráfico, principalmente en jóvenes que no tienen plata o están con problemas familiares.JOSÉ PARDO, REPRESEN. DE PADRES DE FAMILIA CERCADO I“Microtráfico hasta en primaria”Lo más preocupante es que el tráfico y microtráfico incluso está ingresando a nivel primario (…) Por eso, nosotros hemos planificado con la Policía realizar inspecciones en diferentes unidades educativas y hemos detectado la posesión, particularmente, de marihuana y hemos visto que los jóvenes y señoritas tienen material pornográfico en sus celulares. Debe existir una normativa para poder controlar esta situación que está aumentando.IBETH CORRALES, JEFA DE LA DEF. DE LA NIÑEZ Y ADOLESC. DE QUILLACOLLO“Red de portadores de marihuana”Los niños como portadores de marihuana son como una red que se va conformando dentro la unidad educativa, puede ser que esto esté ignorando la profesora o el director porque puede darse fuera del colegio (…) A mí me parece que es un problema de los padres porque si las instituciones hacen el mayor esfuerzo, dónde están los papás. Ellos no miran el verdadero problema de encontrar drogas en los colegios, lo ven superficialmente.