En Bolivia urge la opción de los partidos políticos tras fracaso de las agrupaciones ciudadanas

Elecciones. Consideran que si bien se potenció la participación ciudadana en la última década, pero no lograron un contrapese real al oficialismo.

Urge otra vez la opción de los partidos políticos

Ante el fracaso de las agrupaciones ciudadanas.Urge-otra-vez-la-opcion-de-los-partidos-politicosRef. Fotografia: Poderío. Según analistas, de cualquier manera, las agrupaciones ciudadanas constituyeron el gérmen de los partidos políticos. El MAS basa su origen en agrupaciones.EL DÍAAexcepción del protagonismo efímero de PODEMOS (Poder Democrática Social), ninguna otra agrupación ciudadana llegó a tener alcance nacional. Estas opciones, que surgieron en momentos de crisis de la partidocracia como alternativa para inclusión social y participativa, hoy al cabo de casi 11 años no han sabido tomar la posta y ante este escenario los expertos consideran necesario que se impulse y profundice el protagonismo del sistema de partidos políticos en Bolivia.Claro está, según analistas, hay que reinventar no para retornar al pasado, sino para configurar y constituir, lo que históricamente desde 1825, Bolivia, no logra consolidar: verdaderos partidos políticos, con exquisita visión democrática y construcción de estructuras con base sostenible en el tiempo para un proyecto país de largo alcance.Según el analista político Iván Arias, las agrupaciones ciudadanas surgieron con el objetivo de romper el monopolio de los partidos políticos. Se cuestionaba la dictadura de estos que impedían la emergencia de nuevos líderes, sobre todo en el ámbito local. «A más de diez años de su aplicación de la Ley (Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas), si bien se ha ampliado la participación ciudadana, en contrapartida se ha agravado el debilitamiento de la práctica política», señaló.Una historia pendiente. Según diversos tratados y estudios históricos, Bolivia emergió en 1825 a la vida constitucional y republicana sin partidos políticos. Entonces la presidencia era asumida por caudillos, militares, entre otros personajes influyentes. O bien, en la mayoría de los casos, el Congreso Nacional de la República (hoy Asamblea Legislativa Plurinacional) definía al mandatario. Hace 132 años surgieron en el país los primeros partidos políticos, entre corrientes Liberales y Conservadores. Mientras unos proponían la recuperación del Litoral, otros pugnaban porque la guerra con Chile culmine.»Las formaciones surgieron al amparo de una crisis política, económica y/o social para la cual ofrecieron una respuesta», refiere un analisis de Salvador Romero Ballivian, expresidente de la Corte Nacional Electoral.Recién en 1937, una vez concluida la Guerra del Chaco, con un descenlace cruento y fatal que desnudó la enorme debilidad de un país manejado por una pequeña élite, surgieron los partidos políticos. «Decepcionados con el estancamiento socioeconómico de preguerra y las insuficiencias de la élite durante el período bélico, se abrieron a vientos renovadores», refiere la historia.Ese hito marcó un repensar para cientos de intelectuales y nuevas generaciones de Bolivia, cuya emergencia de nuevos liderazgos dinamizó la coyuntura sociopolítica del país hasta arribar con la Revolución Nacional de 1952.A comienzos de la década de 1940, los principales partidos representantes de esta generación ya se fundaron: el Partido Obrero Revolucionario (POR, 1938, José Aguirre), el Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR, 1940, José A. Arce, Ricardo Anaya), la Falange Socialista Boliviana (FSB, 1938, Unzaga de la Vega) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR, 1941, Víctor Paz, Hernán Siles, Wálter Guevara, Carlos Montenegro, Augusto Céspedes).Era de la Revolución Nacional. La Revolución de 1952 formuló promesas generosas, enarboló los valores de la igualdad, la justicia, la liberación nacional y el progreso. En ese contexto, según analistas, Bolivia experimenta la segunda generación de partidos políticos, cuyo predominio en el poder estuvo marcado en torno al MNR y sus ramificaciones haciendo frente a otras emergentes del sector de la izquierda. Pero este periodo estuvo marcado por sucesivos golpes militares, con una fuerte polarización entre sectores obreros populares y los gobiernos militares de derecha. En dicha etapa es cuando  aparecen nuevas organizaciones política como el Partido Socialista (PS, 1971, Marcelo Quiroga Santa Cruz) y el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR, 1971, Jaime Paz, Óscar Eid, Antonio Araníbar). En cambio en el ala derecha, el entonces dictador Hugo Banzer Suarez crea Acción Democrática Nacionalista (ADN, 1979).Luego del retorno de Bolivia a un largo periodo democrático en 1982, se establecen un sinúmero de partidos políticos, no solamente de corrientes de izquierda y derecha, sino los llamados «centros». Pero la fortaleza electoral de este periodo se acentúa en partidos como MNR, ADN y el MIR; sin embargo, de manera transversal surgen partidos como Unidad Cívica Solidaridad(UCS)con Max Fernández y Conciencia de Patria (Condepa)con Carlos Palenque, entre otros.En este periodo democrático, denominado la tercera generación, se instaura un sistema de partidos que mediante cinco procesos electorales nacionales entre 1985 y 2002, garantiza la gobernilidad del país bajo acuerdos, coaliciones y alianzas, caracterizada como «la democracia pactada». Esta llegó a culminar con la crisis de octubre de 2003, con la caída del poder de Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR y toda la coalición MIR, UCS y NFR (Nueva Fuerza Republicana). «Es que Bolivia, en todo este largo trajinar, sigue con la tragedia de no poder constituir un sistema de partidos políticos», refiere Arias.Una alternativa democrática. En el corto periodo de Carlos Mesa, se aprueba la Ley de Agrupaciones Ciudadanas, cuya aplicación con las elecciones municipales el 2014, dos años antes de la ascención al poder de Evo Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS). «Actualmente estas organizaciones políticas son los instrumentos formales de la democracia. Pero en ese ámbito siguen con las mismas estructuras y defectos de los partidos políticos. Siguen con esa falta de institucionalidad», señala Jorge Asbún, analista político.Por su parte, María Teresa Zegada, analista politica, señala que pese a la importante presencia de los municipios, territorios indígenas y regiones de las agrupaciones ciudadanas, los partidos políticos se mantuvieron en vigencia. «Si revisamos los datos, a pesar de la presencia de agrupaciones ciudadanas en la competencia electoral, los partidos siguen articulando el escenario de la representación, sobre todo a nivel nacional», enfatiza.Por su parte, el exparlamentario y político Carlos Borth Irahola señala que los partidos políticos no pueden perder vigencia, cuando menos estos siguen siendo importantes para el proceso democrático. «En este momento, como fue en otro momento el MNR, MIR, ADN, el MAS es un partido grande que articula y genera hegemonía. Eso muestra la importancia de generar partidos políticos. Si bien estos se desprestigian, como muestra la historia, la democracia sigue, eso hay que fortalecerla», apuntó. En cambio, Asbún, señala que lo fundamental es enfatizar en la estrutura institucional de las organizaciones políticas, llámese partidos o agrupaciones ciudadanas.PanoramaAgrupaciones en 339 municipiosContexto. Si bien las agrupaciones ciudadanas a lo largo de todos estos años se han multiplicado, sobre todo en los 339 municipios, dando paso a liderazgos locales, una presencia significativa de mujeres; está al paso de los procesos electorales, se han convertido en mecanismos de reciclaje de políticos tradicionales, de nuevas componendas y hasta de instrumento de compra y venta de siglas.  «Ciertos caudillos locales se empoderaron, se han hecho dueños de espacios que se dedicaron incluso a traficar con la sigla. Una agrupación ciudadana, por ejemplo, no puedo citar su nombre, alquilaba su sigla a $us 5.000 a los municipios. A ese extremo se ha llegado», señaló Iván Arias, analista político.Presencia. En las últimas elecciones subnacionales (municipios y gobernaciones) alredor de102 agrupaciones ciudadanas se inscribieron para ser parte de dichos comicios. Entre ellas, según el reporte del Tribunal Supremo Electoral, se inscribieron oficialmente en La Paz 36 organizaciones, seguido de Santa Cruz con 25, posteriormente Cochabamba con 16 y Tarija con 10.Otros departamentos. A diferencia de las citadas regiones, el resto de los departamentos del país no contaron con más de cuatro agrupaciones inscritas con alcance departamental: Oruro con 3, Sucre 4, Beni 3, Potosí 3 y la última Pando con solo dos agrupaciones.Siglas. Gran parte de las siglas surgieron a partir de organizaciones sindicales, civicas y/o como efecto del desmembramiento de los partidos tradicionales, como efecto de la criisis de liderazgo, concentración de poder y poco margen a la participación de nuevos liderazgos. Al interior del mismo Movimiento Al Socialismo, las disidencias y las esciciones políticas implicaron la creación de agrupaciones ciudadanas con exdirigentes del MAS.Punto de vistaVíctor Hugo CárdenasAnalista político«En estos diez años hubo un debilitamiento político'»Las agrupaciones ciudadanas se crearon con mecanismos más flexibles con relación al monopolio de los partidos políticos, para ampliar la representación política y ser parte de las contiendas electorales. Con el arribo de Evo Morales al gobierno y  el Movimiento Al Socialismo(MAS), hubo un ataque frontal no solo a los partidos políticos sino a las agrupaciones ciudadanas, bajo la lógica de un partido único, en el escenario político y electoral del país.Otro de los aspectos es que estas agrupaciones ciudadanas también se convirtieron en un ‘disfraz’ de los partidos políticos donde muchos de los integrantes de la cuestionada partidocracia se reciclaron.En ese contexto, en estos diez años se ha vivido una situación de liquidación de las agrupaciones ciudadanas y debilitamiento de todo diferente al MAS, cuyo liderazgo caudillista no admite ninguna chance para la reconstrucción de sistema de partidos.Ello conlleva al debilitamiento de la democracia, con escasa representación política, por los mismos rasgos caudillistas y prácticas. Hay que reconstruir el sistema de partidos políticos bajo una comunidad ideológica-política».Entrevista: María Teresa ZegadaSocióloga con Maestría en CS.Políticas«Este ciclo parece en fase de agotamiento’E xperta en temas políticos inherentes al devenir de los partidos políticos en los últimos 33 años de democracia del país, María Teresa Zegada, socióloga y con Maestría en Ciencias Políticas, en contacto con El Día, destaca los diez años de existencia de agrupaciones ciudadana como signficativas, sobre todo en los nuevos liderazgos locales, pero en la misma dimensión ve importante seguir fortaleciendo la existencia de nuevos partidos políticos, con una amplia visión democrática, liderazgos nuevos y bases sociales más inclusivas.P. ¿Por qué las agrupaciones ciudadanas no crecieron?M.T.Z: Las agrupaciones han sido un recurso importante a nivel local, permitiendo un mayor pluralismo en municipios y localidades. Pero su alcance no trasciende dichos límites, por problemas puntuales y liderazgos concretos. Hay una escasa institucionalización de estas organizaciones.P. ¿Hay que volver al sistema de partidos políticos?M.T.Z: No es concebible un sistema democrático basado en la representación como el boliviano sin partidos u organizaciones políticas. Ellas hacen posible la competencia electoral y la selección de élites. No obstante, hay que repensar en el formato organizativo, los partidos existentes no parecen representar los intereses de la sociedad, es necesario poner atención en la reconstitución de dichos vínculos.P. ¿El MAS es un partido o un instrumento político como ellos señalan?M.T.Z:  Formalmente es un partido político, así está inscrito, no obstante su formato es muy particular ya que responde a una estructura político-sindical muy poderosa. Representa sin duda una nueva forma de organización política que se diferencia de los partidos por su matriz originaria en las organizaciones sociales, no obstante, con el transcurrir del tiempo ha conformado una maquinaria partidaria muy fuerte que aparece sobre todo en momentos electorales o en la toma de decisiones políticas.P. ¿Hasta qué punto lo del instrumento político fue o es viable?M.T.Z: Fue viable y aún lo es, la gran pregunta está en su sostenibilidad en el tiempo, pensando en el futuro de mediano y largo plazo, es decir, si ponemos atención a los lazos que unen al partido con las organizaciones sociales constatamos que están fuertemente mediados por la redistribución de incentivos desde el poder, de ahí  que, cuando estos recursos sean escasos, es posible que la alianza se vaya quebrando. No se percibe una articulación ideológica detrás de un proyecto político, que trascienda al poder.P. ¿Hasta qué punto la presencia del MAS opacó la expansión de las agrupaciones y los nuevos liderazgos?M.T.Z: La presencia de un partido predominante como es el MAS dificulta la aparición de alternativas políticas, aún estas cuenten con proyectos políticos. A ello hay que sumar una profunda crisis de liderazgos que hagan frente al partido mayoritario.P. ¿En estos diez años del MAS en el poder no se repite la misma praxis de antes con un caudillo a la cabeza?M.T.Z: Son coyunturas distintas, no se puede comparar el rol y características del MNR del ’52 con el MNR del ’85 y con los otros partidos de la democracia pactada, menos aún con el MAS, eran situaciones históricamente distintas. Lo que estos tienen en común es que son partidos altamente caudillistas y que arrastran una cultura política que se reproduce cuando estos llegan al poder.P. ¿Los partidos de gobiernos de izquierda llegaron a un punto de inflexión?M.T.Z: Los procesos tienen un ciclo, de edificación, auge y declinamiento, unos antes que otros, y este ciclo parece entrar en una fase de agotamiento. Lo importante es percibir que no hay retrocesos en la historia, no hay vuelta al pasado, y lo que se logró transformar en estos años, por poco que sea, queda sedimentado en la memoria colectiva. Son avances. Los partidos necesitan reinventarse, y necesitan surgir nuevas organizaciones, liderazgos y representaciones.