Fracasa intento de la FAB de fabricar aviones de instrucción

SEGÚN INFORME | El proyecto establecía la implementación de una fábrica de aviones, pero se limitó a hacer ensamblaje asociándose con una empresa extranjera que, según se supo después, no tiene certificación para construir aeronaves

Una vista interior del hangar 80 del aeropuerto El Trompillo donde se implementó el CITA, en Santa Cruz. – Los Tiempos | Usuario

La Fuerza Aérea Boliviana (FAB) invirtió 5 millones de dólares para montar el Centro de Industria y Tecnología Aeroespacial (CITA), en enero de 2013, que incluía la construcción de cuatro naves más la implementación de la fábrica. Sin embargo, un informe de la FAB y al que tuvo acceso Los Tiempos señala, entre varias falencias, que el trabajo realizado fue empírico, no hubo control de calidad, tampoco certificación y que el CITA no fue producto de un estudio estructurado, pues saltó varios pasos en su creación. El informe fue presentado al Comando General de la FAB en junio de 2015, ocho meses después de que una aeronave ensamblada en el CITA cayera a tierra con el saldo de dos pilotos muertos.



En 2014, el presidente Evo Morales fue invitado a participar en la presentación de las aeronaves que supuestamente había fabricado el CITA, instalado en el hangar 80 del aeropuerto de El Trompillo, y un matutino cruceño reseñó el hecho señalando que Bolivia ya fabricaba aviones.

Lo que no se conocía es que aunque el proyecto hablaba de una fábrica, en realidad se trataba de una ensambladora ya que el 18 de marzo de 2013 la FAB firmó un contrato con la empresa estadounidense Team Tango Ceo por 632.030 dólares cuyo objetivo, según la cláusula cuarta, era la adquisición de tres aeronaves de entrenamiento con transferencia de tecnología. El plazo de entrega era el 31 de mayo de 2013.

El informe señala que pasado mes y medio de incumplimiento por parte de Team Tango, el 15 de julio de 2013 se firmó un contrato modificatorio ampliando el plazo de entrega en 60 días calendario a partir de la firma de ese contrato.

Ese contrato estaba orientado a cumplir la primera de las cuatro fases del proyecto: construir las aeronaves de instrucción Tiluchi y Gavilán, lograr transferencia del know how de la empresa Team Tango al personal del CITA, la elaboración de manuales de mantenimiento a cargo de Team Tango y la elaboración de manuales de operación de las aeronaves.

El informe de evaluación hace observaciones a aspectos técnicos, legales y administrativos y, entre varios puntos, señala que el CITA âno fue producto de un estudio bien estructuradoâ y que se creó âsaltando muchos pasosâ, pues âtoda organización requiere inicialmente de una planificación, de estudio de funcionamiento, entrenamiento previo del personal, equipamiento e instalacionesâ.

Se afirma que los trabajos que se realizaron hasta la fecha no contaron con control de calidad adecuado ni certificado, debido a que el uso de fibra de vidrio en la construcción de aeronaves es una actividad nueva para la FAB y no existe personal calificado para esa tarea.

Es por eso que âel trabajo se realizó de manera empírica por personal técnico de la FAB. Todo este conocimiento debería haberse transferido durante el know how (de Team Tango), el mismo que no se realizó de manera efectivaâ.

Respecto a la empresa que debió transferir la experticia, el informe señala que âTeam Tango no posee la certificación FAA (Autoridad Federal de Aviación por sus siglas en inglés) y tampoco tiene la competencia requerida para la fabricación de las aeronaves propuestas.

En el caso específico del CITA, señala que no posee certificación de la autoridad competente (Dirección General de Aeronáutica Civil) ni de sus operaciones ni de sus talleres de mantenimiento. Sin embargo, hace notar que este requerimiento aún no está claramente establecido, porque se trata de la fabricación de aeronaves militares y porque existe una diferencia básica entre lo que significa un centro de mantenimiento y una fábrica.

CITA no fue dotado de suficiente personal para la construcción de aeronaves y, por tanto, no fue posible efectuar un trabajo efectivo.

El informe añade que, âde acuerdo al estudio y análisis efectuado, el CITA no puede seguir funcionando bajo la actual estructura debido a que el producto final que es la construcción de aeronaves no cumple con los estándares de calidad y seguridad aérea operacionalâ.

La FAB no respondió a un cuestionario enviado por este medio, vía correo electrónico, hace más de una semana.

 

Contratos fuera de normativa

El informe sobre el CITA señala que Transporte Aéreo Militar (TAM), como brazo operativo de la FAB, aportó recursos; pero se firmaron contratos âincumpliendo las normas aprobadas mediante DS 181 (Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios). Se han firmado adendas o contratos modificatorios por montos superiores a los permitidosâ.

Añade que no se realizaron las retenciones en cada desembolso (como) garantía de cumplimiento de contrato y no se cumplió con los plazos de entrega de las aeronaves según el contrato.

 

Un geodésico estaba a cargo

Según la evaluación del CITA, al momento de la presentación del informe, estaba al mando de un gerente general âque idóneamente debería ser ingeniero aeronáutico, pero su primer gerente era ingeniero geodésico, actualmente es un piloto de helicópterosâ.

La FAB no cuenta con ingenieros aeronáuticos, pero esto podría ser subsanado si se tuviera un equipo de asesores, entre ellos un asesor aeropespacial, señala el informe.

La geodesia estudia la forma y tamaño de la Tierra y se ocupa de construir mapas.

Fuente: lostiempos.com