David Alí Condori“El sol se va esconder y la luna se va escapar y todo será tristeza…”Álvaro García LineraCuando cada vez se acerca el 21 de febrero, día del referéndum para la modificación del Artículo 168 de la Constitución Política del Estado, los actores políticos del Movimiento Al Socialismo (MAS) muestran mucho nerviosismo y hasta una psicosis política. Todo hace pensar que vienen los malos presagios de que ganaría el No, por lo menos algunas encuestas realizadas por la empresa IPSOS para ATB muestran esa tendencia de voto, puesto que en las ciudades del eje, el No ganaría con un 50% frente al 45 % del Sí, mientras que un 5% no sabe, no responde.Ante ese panorama, en mes de noviembre del año 2015, el Vicepresidente Álvaro García Linera dijo que: “El sol se va esconder y la luna se va escapar y todo será tristeza…” si es que no reciben el apoyo electoral en el referéndum del próximo 21 de febrero. Estas expresiones apocalípticas develan el nerviosismo que cunde en las esferas gubernamentales. En ese contexto, aquí surgen alguna interrogantes: ¿Por qué hay mucho nerviosismo político en el MAS?, ¿será que están conscientes de que el No ganaría en el próximo referéndum? Y si fuera así ¿cuál sería el futuro del MAS en las próximas elecciones generales?En los 10 años del MAS en el poder, ésta agrupación política casi nunca ha conocido una derrota electoral, sino solamente en el referéndum del 20 de septiembre del pasado año cuando se consultaba sobre aprobación de los estatutos autonómicos, en los cinco departamentos (La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba) consultados perdió la opción Sí. Esta derrota fue atribuida al MAS porque era el único partido que hizo campaña por el Sí, incluso con algunos discursos coercitivos de que la probación de los estatutos era un requisito para el pacto fiscal, pese aquello el pueblo mostró su rebeldía en las urnas.Todo hace pensar que la derrota del Sí en el referéndum del año pasado fue la antesala de lo que podría suceder éste 21 de febrero, ya que el MAS se ve empañado con los actos de corrupción, sobre todo con el de Fondo Indígena. Hasta la imagen del Presidente ha sido salpicada con los desvíos de los recursos del exFONDIOC, tal como reveló el exdirector de ésta entidad, Marco Antonio Aramayo, que en la posesión simbólica de Evo Morales en Tiwanaku (el pasado 21 de enero del año 2015) se habrían gastado Bs. 300 mil, para costear el traslado de las principales organizaciones sociales afines al MAS.A esto se suma el carácter autoritario que suelen manifestar los actores políticos del MAS, pues no admiten ninguna voz discrepante y si alguien se atreve a hacerlo es rápidamente calificado de derecha o neoliberal. Bajo las prácticas de dominación, la elite gobernante del Estado Plurinacional reclama la obediencia del pueblo, que puede ser de buenas o de malas, así como ocurrió con la represión de los indígenas de TIPNIS en la localidad de Chaparina, cuando éstos se revelaron a las políticas del gobierno.En ese sentido, una cosa es lo que predican y otra es la que practican, todos los días pululan el discurso de la descolonización, pero en realidad con toda naturalidad practican las relaciones de dominación colonial. En esa lógica, el Presidente, quizá con mucha normalidad exige a sus colaboradores que le aten el guato de su zapatos.Estas y otras cuestiones generan un desencanto en la población, por esta razón muchos el próximo 21 de febrero apostarán al No a la modificación del Artículo 168 de la Constitución Política del Estado que permitiría la re re reelección de Evo Morales y Álvaro García Linera. Los actuales gobernantes están consciente de esta situación, que la tendencia electoral es por el No; la cual resultaría una derrota política del MAS en los 10 años del poder. De ahí viene la desesperación y el nerviosismo del Vicepresidente y del Presidente que en los últimos días mostró su resignación al mencionar: “Aunque no aprueben (la reforma constitucional) finalmente nuestra reelección, no importa, hemos hecho, hicimos historia gracias al pueblo boliviano”.De confirmarse la hipótesis de la vitoria del No, el MAS entraría en un debacle político porque en la actualidad no tiene lideres alternativos a Evo Morales; y ¿por qué no se han formado nuevos líderes en el MAS? La respuesta es que desde la copula Evista se ha construido la teoría del líder único Evo Morales, así como en 2010 el Vicepresidente Álvaro García Linera sostenía que “…un liderazgo fuerte, surgido en tiempos de revolución, es insustituible. Su reemplazo es un hecho biológico, no político… Si te adelantas mucho eres un competidor y un buen líder no puede aceptar un competidor”. Con estos argumentos han ido anulando toda posibilidad de surgimiento de nuevos líderes en el MAS, porque representaban una competencia para el líder mesiánico del Estado Plurinacional de Bolivia.Sin embargo, ahora se encuentran con la carestía de líderes sustitutos a Evo Morales, ahí se devela la miseria intelectual de los “genios del proceso de cambio”. Muchos se preguntan ¿quién después de Evo?, pues no hay alguien, y recién se dan cuenta de que sin Evo Morales, la élite gobernante no es nada, no hay poder político, tampoco poder económico. En consecuencia se infunde la psicosis política en las esferas de la copula dirigencial del MAS, porque estarían en las vísperas de una derrota, al igual que en Argentina con el partido de Cristina Fernández y en Venezuela con el de Nicolás Maduro.