De trenes, tranvías, buses y micros

salmFernando Prado SalmónÉrase una vez un reino en el que sus súbditos vivían amargados porque el reino estaba devastado por 7.000 micros que, desoyendo la débil autoridad real, sembraban el caos, la inseguridad y el desorden en todo el reino, hasta en los alrededores del palacio. Pero he ahí que un día, desde el cielo, llega su salvación: un personaje que en una mano trae a un grupo de k’aras con maletines llenos de euros y contratos, y en la otra mano nada menos que tranvías. Desde el cielo llegó la solución a sus plegarias, para resolver algo que no iban a poder resolver jamás.Como fábula político-electoral está bien, pero hagamos algo de números, porque a mí las cuentas de este regalo no me cuadran: la ciudad de Santa Cruz atiende 25.000 hectáreas (ha) pobladas con 7.000 destartalados micros de transporte público organizados en 129 líneas. Su estructura urbana tiene nueve anillos y 50 radiales (algunas cortas). Lo que con bombos y platillos se ofrece es atender a la ciudad con una línea a corto plazo, por $us 600 millones y tres líneas a proyecto completo, por $us 1.800 millones. ¿Pueden tres líneas, a ese costo, ser solución para una ciudad de 25.000 ha y que tiene 129 líneas? ¿Y qué pasa con el 80% de la ciudad que queda fuera del área de influencia de esas tres líneas? ¿No sería más lógico invertir solo $us 400 millones, con lo cual podemos comprar 3.000 buses grandes a gas que pueden atender a toda la urbe cubriendo todas las líneas? Es decir que, aparentemente, para cubrir toda la ciudad con nuevos buses necesitamos mucho menos de lo que nos costaría una sola línea de tranvías. ¿Vale la pena?Otra cosa es si es que estamos hablando de la creación de dos o tres troncales que son parte de una red urbana y que deben estar adecuadamente complementadas, conectadas e interactuantes con un conjunto de líneas menores servidas mediante buses, eso ya es otra cosa, eso es concebir el transporte público como debe ser, un sistema conformado por una red completa e interconectada. Pero si el proyecto presentado no conecta ni siquiera las tres líneas entre sí, como hace el metro de cualquier ciudad, menos aún ha pensado en conectar todo el sistema urbano, por lo que las falencias en lo hecho hasta ahora son más que evidentes.Pero sigamos haciendo cuentas, porque se trata de un préstamo y debe pagarse. ¿Cuánto debe costar el boleto para que un proyecto de este costo sea sostenible? Según estimaciones atendibles, el boleto debe costar por lo menos Bs 10, si no, es deficitario. ¿Quién cubre el déficit? Señores, hagamos más seriamente las cosas, no es un juego ni puede ser solo campaña electoral.El Deber – Santa Cruz