Redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto, reuniones, notificaciones de Twitter… ¿Es acaso posible despegarse del smartphone un momento? La facilidad que nos brindan estos dispositivos de sincronizarse con todas nuestras cuentas al mismo tiempo y brindarnos respuestas inmediatas ante cualquier eventualidad, ha logrado que lentamente nos volvamos dependientes de ellos. ¿Cómo podemos despegarnos del aparato que aparentemente nos ayuda a llevar tu vida eficazmente? Así:
1. Dale un descanso a tu cerebro
Los videojuegos no son los únicos que deberían hacerte descansar después de un período prolongado de uso. Al igual que las computadoras, tu cerebro se satura después de mucho tiempo de estar en contacto con la tecnología. Trata, cada 90 minutos, de ponerte de pie, dar una vuelta, buscar algo de tomar y conseguir maneras de relajar la mente.
2. Implementa “descansos tecnológicos” en tus reuniones
Estamos demasiado obsesionados con revisar constantemente nuestro teléfono. ¿Habrá llegado un correo? ¿Me habrán respondido el texto?, y otros pensamientos generan la sensación de ansiedad que nos lleva a estar permanentemente viendo si hay alguna novedad en nuestro dispositivo. La clave para superar esta ansiedad es implementar una serie de descansos tecnológicos que consisten en lo siguiente: Cada 15, 20 o 30 minutos, sonará una alarma que dará la señal para que los presentes puedan echar un vistazo a sus smartphones, responder brevemente, y volverlos a dejar inactivos durante otro lapso de tiempo. De esta manera irás entrenando a tu cerebro a no liberar los neurotransmisores que generan la ansiedad, podrás prestar más atención a la reunión, y no tendrás esa sensación molesta de que la vida se te va y tú ni te enteras.
3. Minimiza las distracciones
Las comunicaciones electrónicas tienden a distraer a las personas cada 3 o 5 minutos. Estas respuestas ansiosas logran desmejorar considerablemente nuestra productividad, pero puedes combatirlas fácilmente. Puedes programar tu smartphone para que realice chequeo de actualizaciones cada 15 o 30 minutos, en vez de constantemente. Sí, es posible reducir la ansiedad tecnológica y evitar convertirte en un tecnoadicto.