Cómo dar el discurso de agradecimiento per-fec-to en 5 pasos

Dicen que febrero es el mes del amor pero en realidad es el mes de los premios. Se avecinan los Goya, la Berlinale, los Bafta, los Grammy, los César y nos aproximaremos a marzo, exhaustos, pero sabiendo si Leonardo DiCaprio gana o no un Oscar. Tenemos por delante semanas de vestidos imposibles o maravillosos, alfombras rojas y verdes y anécdotas que todavía no han ocurrido pero de las que hablaremos todo el año.Ustedes y nosotros vamos a pasarlo muy bien. Sin embargo, un mínimo ejercicio de empatía nos obliga a hacernos cargo de la angustia con la que estarán viviendo los nominados el momento del discurso. Los perdedores encontrarán alivio rápido a su frustración sabiendo que, al menos, no tendrán que subir al escenario y soltar esa perorata de la que no estaban convencidos del todo. Los ganadores estarán eufóricos y, aunque en ese momento solo querrían poder beber tranquilos su copa favorita, tienen por delante otro trago: el de soltar su discurso de agradecimiento y que sea adecuado.

Desde Vanity Fair deseamos ayudar a esas pobres gentes del arte y les damos algunas claves para que esos minutos de oratoria agradecida no arruinen la velada de ningún premiado. Así, y no de otra manera, debería ser el discurso perfecto.



PASO 1: SALUDE

El protocolo dice que a las autoridades primero, pero las autoridades ahora están mal vistas, en funciones y haciendo como que pactan. Así que basta con que salude a los anfitriones y a los presentes como haría en cualquier otra circunstancia.

PASO 2: DÉ LAS GRACIAS POR SU PREMIO

Unas “gracias” diligentes, madrugadoras, directas y por supuesto intensas, ¡que le acaban de premiar a usted! “Hola a todos, muchísimas gracias por … (inserte aquí la razón de su reconocimiento) …” debería ser una frase sin discusión y sin espacio de ningún tipo para la creatividad. No intente ser original, basta con que sea agradecido para generar, a su vez, gratitud entre los presentes, como en una bonita parábola budista.

PASO 3: SEA CÍNICO Y CONSUELE A LOS PERDEDORES.

O al menos sea sensible a los ejercicios de contracción de nalgas y contención lacrimal que disimulan desde sus asientos los otros nominados.Piense que ahora mismo no solo le odian sino que están ideando cómo provocarle una rotura de fémur lo antes posible. Recuerde que ante un suculento premio todos somos niños egoístas y no hay madurez que valga. «[Inserte nombre de perdedor #1] y [inserte nombre de perdedor #2], este premio es tan vuestro como mío». Sí, sí, pero es suyo, ríase por dentro y continúe con su discurso.

PASO 4. PROCEDA A LUCIRSE

Ahora sí, es su momento y podrá plantearlo como usted desee aunque existen varios comodines que puede explorar si no está dispuesto a dedicarle tiempo y esfuerzo a elaborar un discurso que puede que nunca pronuncie.

AGRADEZCA PRIMERO A LA PAREJA (LE QUIERE A USTED MENOS QUE SUS PROGENITORES Y TIENDE MÁS AL ENFADO TONTO) Y DESPUÉS TODO AQUEL QUE PUEDA TOMAR DECISIONES QUE LE AFECTEN (EL TESTAMENTO O EL CALENDARIO DE TURNOS DE LA CASA FAMILIAR DE VACACIONES)

Son los siguientes:

A) LA FAMILIA*

Es la marca blanca de los discursos. Cualquiera lo ha hecho mejor y con más emotividad que usted, pero ahorra divorcios y cambios de última hora en testamentos problemáticos. No debería dedicarle más de 30 segundos, así que llévelos organizados.Primero la pareja (le quiere a usted menos que sus progenitores y tiende más al enfado tonto). Después, todo aquel que pueda tomar decisiones que le afecten (el mencionado testamento, el que lleve el calendario de turnos de la casa familiar de vacaciones, etc.). Deje para el último lugar el grupo de parientes con el que la antipatía sea mutua y consiga así una baza para las próximas navidades.*El equipo de trabajo gracias al cual está usted ahí recogiendo un premio, en tanto que conjunto de personas que en un periodo de tiempo limitado puede entenderse como familia putativa, puede situarse tanto al principio como al final dela parte dedicada a «los suyos».

B) LA PROTESTA

Cualquier reivindicación es bienvenida en un discurso y dará de usted una imagen de persona al tanto de los grandes problemas de su tiempo. Podrá ser social o medioambiental, colectiva o minoritaria. No importa, solo acuérdese de lo mal que ha envejecido el “No a la Guerra”, tenga en cuenta de que para ese tipo de exigencias ya está Podemos y concéntrese en ser más concreto. Si es mujer súmese al carro de la lucha contra el patriarcado que inauguró Patricia Arquette el año pasado. Si es varón súmese al carro de la lucha contra el patriarcado y siéntase mejor persona o, al menos, simule que lo es.

B) LA ICONOCLASIA

Se trata de un área que estimula la inventiva más radical pero también conviene que su gesto se entienda, sea oportuno o no. Puede hacer cosas sencillas como desnudarse o besar sin pudor a cualquier ser humano que esté cerca mostrando naturalidad o sobreexcitación, según convenga. Debe evitar, en cambio, acciones que supongan elucubraciones intelectuales mayores como parafrasear a Chomsky o contradecir a Paulo Coelho. Haga lo que haga, es importante que no se extienda en este punto si no quiere que le ocurra lo mismo a Pedro Almodóvar declamando el santoral.

C) EL HUMOR

Tiene el riesgo de que depende usted del tiempo que el público lleve escuchando chistes de guión sin gracia pero, por lo demás, el humor es siempre bienvenido en un discurso. Evite chistes polémicos, para eso está el tiempo dedicado a la protesta, y abrace sin pudor la burla de su propia persona, cuanto más cruel y sincera más reirá el auditorio y más lo lamentarán Paulo Coelho, su seguidores y el Colegio de Psicólogos. Pero mata así dos pájaros de un tiro, algo que dará buena cuenta de su capacidad de síntesis para la oratoria.

PASO 5: DESPÍDASE

Hay pocas cosas tan humillantes como que le echen a uno de un escenario ¡no permita que suceda! Hágase con un “wearable” que le produzca calambres o cólicos nefríticos súbitos y muy molestos o pídale a su hermana que le haga gestos desde la grada pero, por el amor de Dios, asegúrese de que le da tiempo a despedirse con dignidad. Un “adiós, buenas noches, gracias” será suficiente.

FIN: ¡YA PUEDE IRSE AL BAR!

No olvide apuntar en la hoja de su discurso el límite de copas que no debe superar sin riesgo de contarle a los presentes que ha seguido los cinco pasos de esta información para elaborar su discurso.

Fuente: www.revistavanityfair.es