Evo, de “todo poderoso” a “todopoderoso”

ciceroEric Cícero Landívar*Para el entendimiento del presente artículo es importante aclarar previamente la diferencia entre los términos «todo poderoso” y «todopoderoso”. El primero lo utilizaremos para referirnos al excesivo poder político. En el segundo caso, para hacer alusión a una deidad omnipotente. Es decir, a un dios que todo lo puede.Partiendo desde esta aclaración, podemos decir que Evo Morales es un ser «todo poderoso”, es la persona que controla el poder político en el país. Está por encima de las leyes (si le dicen que algo es ilegal, le mete nomás); tiene a todos los órganos del Estado (Legislativo, Judicial y Electoral) subordinados bajo su poder. Y dentro de su partido político nadie se atreve a contrariar sus ideas, es más las aplauden y repiten por más incoherentes que sean, puesto que saben que el destino de un «librepensante” es su inevitable alejamiento del proyecto de poder.El MAS, en su campaña para el referendo del 21 de febrero está tratando de convertir a Evo Morales, el «todo poderoso”, en el «todopoderoso”. Esto es, en una suerte de mesías sin el cual las bolivianas y bolivianos estamos condenados a la tragedia; en un ser que está más allá de la razón humana, cuya ausencia en el cargo de Presidente provocaría una hecatombe en el destino del país. Sin Evo, Bolivia no tendría futuro, el sol se esconderá y la luna huirá.Desde la lógica del MASismo, el poder político ilimitado de Evo Morales es insuficiente. Por eso es necesario convertirlo en un poder divino y prodigioso, capaz de asegurar dicha y prosperidad.Lo paradójico es que esta concepción del poder, en vez de ser un avance resulta ser un retroceso en la evolución histórica de la democracia, puesto que se estaría retornando a la época de las monarquías que sustentaban su poder justamente en un origen divino.El rey era igual a Dios y tenía derecho a gobernar por herencia o mandato providencial. En relación con esto, uno de los últimos argumentos del oficialismo para sostener la continuidad de Evo Morales en el poder es que la oposición pretende recortar su mandato, haciendo entrever que tiene derecho a gobernar para siempre.Hoy en día, pensar que una persona tiene poderes o derechos sobrenaturales para conducir una nación es ir en contra de los principios de la democracia moderna, como lo es también otorgarle poderes políticos ilimitados.Para evitar la existencia de «todo poderosos” y la tentación de volverse «todopoderosos”, el poder político debe ser limitado, desde su origen (a través de elecciones limpias y transparentes), su ejercicio (respetando las leyes, la Constitución y los derechos fundamentales, sobre todo de las minorías) y su fin (fijando un tiempo límite para su duración). Esta es la visión democrática del poder.*Abogado constitucionalista y politólogoPágina Siete – La Paz