¿QUÉ NECESITAN EN LA ALCOBA?
La naturaleza lo muestra: dominar. Eso no significa que te conviertas en una muñequita de trapo sumisa que él debe mover. A ellos les gusta sentirse deseados, saber que te gustan sus caricias y que puede darte orgasmos.
Claro, nosotras queremos todo eso, pero además amamos futurear y quisiéramos dejar una huella imborrable en su memoria, ser insustituibles: o sea, jamás puede llegar a su vida alguien con quien la pase mejor en la cama. Y quieres que te desee por la eternidad. Tranquila, eso no depende de ti. Y por ahí comenzaremos.
ANTES QUE NADA… ENTIENDE LO QUE NO TIENE QUE VER CONTIGO
– SU ERECCIÓN
Quítate esa piedra de la espalda. Si él no está logrando una firmeza adecuada, o sea la dureza de al menos un plátano con cáscara y –qué mejor– la de un pepino (de acuerdo con la escala de firmeza del pene), no es tu culpa. No es que no le parezcas bella o sexy, ni eres mala amante. Sencillamente echó su mente a andar, se sintió vulnerable y comenzó a juzgarse.
– SU EYACULACIÓN
¿Tarda demasiado? Se trata de una desconexión erótica, de un asunto de abrirse y permitirse la experiencia. Noesquenotequieraole gustes. Fuera de cuestiones orgánicas o neurobiológicas (que son las menos frecuentes), terminar en el tiempo que cada uno desea, depende solamente de su autoconocimiento y de cómo se ha masturbado desde que tuvo su pene por primera vez en la mano, especialmente si – por el contrario– eyacula en un suspiro. Tú puedes ayudarlo, pero si él no está dispuesto a rediseñar su modo de masturbarse, no harás la magia por ti misma. Lo que nos lleva a…
LOS ASPECTOS DE SU SEXUALIDAD QUE HAY QUE ENTENDER
– SE MASTURBA, Y TAL VEZ MÁS DE LO QUE IMAGINAS
Desmitifica la masturbación y deja de satanizarla. Estadísticamente comprobado, ellos lo hacen mucho más que nosotras. Y eso no está mal. Es un modo de ‘hacer masculinidad’. No va a dejar de hacerlo porque tenga una vida sexual de ensueño o de cinco rounds al día. Son dos experiencias distintas. El promedio común es de una a dos masturbaciones a la semana.
El problema está en que si lo hace con demasiada frecuencia, compromete su respuesta eyaculatoria, condiciona a su cerebro a enviar la señal de expulsión al menor estímulo.
– VE MÁS PORNO DEL QUE CREES
Y no, no es ningún adicto a las ‘pornstars’. No juzgues. Es una conducta aprendida que hace un match perfecto porque como todo hombre es megavisual. Y en muchos casos puede ser hasta un hábito, para relajarse o masturbarse. Salvo que detectes que toda su vida gira en torno de ver, descargar o compartir porno -lo que indica una adicción-.
– QUIERE QUE LO TOQUES
¡YA! Osea,no a él, si no a su amiguito. Nosotras, salvo que estemos muy excitadas, amamos que las caricias se vayan acercando a la zona de forma sutil para que no lleguen ahí de golpe. Son hormonas y mera biología. Durante el foreplay, tu mano ahí (yendo y viniendo, no tienes que enfocarte exclusivamente en el área) puede ser la clave para que él se mantenga tanto como tú necesites antes de que inicie la contienda.
– SU MR. P ES SU CLON EN ESCALA Y AMA QUE LO VENERES
No lo minimices ni te quejes de su paquete porque le dejarás una huella temible. No le pondrás un altar, obvio, pero trata de hacer comentarios cariñosos a ese viejo amigo que sabemos que amas. Le crearás una sensación de intimidad contigo y aumentarás la confianza en sí mismo. Parece algo de lo más bobo, pero no sabes cómo incrementarás su deseo, su pertenencia y concepto de que está siendo un buen amante.
– PUEDE SENTIR DESEO, A PESAR DE QUE ESTÉ ENOJADO
Otra de las cosas que nos parecen WTF. Él puede separar mucho mejor que nosotras el sexo de las emociones. En ocasiones no entendemos cómo un hombre puede tener intimidad con alguien que le cae pésimo, pero que le gusta, o cómo nuestro chico puede encenderse y querer vernos desnudas aun cuando estemos en plena pelea.
Sí, sus circuitos cerebrales están bien diferenciados. Lo cual tiene una buena y una mala noticia: la primera, si has hecho algo mal, puedes fomentar un encuentro sexual para bajar su furia; la segunda, aunque suele ser de ayuda, el coraje seguirá ahí una vez que el round termine. Así que no es la solución real, pero vale la pena probar. Y, bueno, claro –después– hacerte responsable de tu metida de pata.
– SE ACABA EL SEXO, SE ACABA EL ARRUMACO
Claro, hay excepciones. Pero neurobiológicamente casi todos, una vez que eyaculan necesitan tomar distancia. No lo tomes personal. Su bajón de neurotransmisores y hormonas no es tu asunto, ni de él. La explicación biológica es que la naturaleza lo dotó de esa capacidad para recuperarse pronto de ese encuentro y poder comenzar otro con la siguiente hembra fecundable de su manada. Claro, eso aplicaba hace millones de años, pero aprovecha esos lapsos para también recuperar fuerzas. Tranquila, leona, lo tendrás listo para la siguiente batalla.
– NO PUEDE DEJAR DE VER A OTRAS
Una de las que más odiamos. De nuevo, sus ojos lo vencen. Tú le encantas, pero no podrá dejar de voltear a ver, en especial si una chica sexy pasa frente a él. Claro, algunos hombres son mucho más morbosos que otros. No te sulfures, velo como parte de su “instinto”.