Los imprescindibles de la historia

MOIRA OKMoira Sandoval Calvimonte*Luego de semanas de intercambio de discursos a favor del SÍ o del No en el Referéndum de febrero 21, mientras la oposición se concentra en esgrimir que la alternabilidad es necesaria como requisito de la democracia y que se visibiliza una exacerbada corrupción en el régimen, percibo que el argumento central del oficialismo, es la necesidad, imperiosidad de la continuidad de Evo y Álvaro para la consolidación de los cambios que vive el país desde hace una década.Es bueno analizar el rol que ocuparon ambos mandatarios en los cambios en que se halla inmerso el país desde el año 1990 y que fueron el preámbulo de la última década, con cuyos efectos se pretende justificar la presencia imprescindible de Evo y Álvaro en la dirección del país más allá del 2020.Al referirse a los cambios, el gobierno hace hincapié en el crecimiento de la macroeconomía, en la inclusión social y de género, acompañada de una mejoría en la calidad de vida y la eliminación de un segmento de la población de la pobreza extrema, señalando que sin Evo y Álvaro, la continuidad de estos logros estaría en peligro.Al respecto, conviene recordar que:

  1. Ni Evo ni Álvaro participaron de las marchas o reivindicaciones indígenas que derivaron en las leyes favorables a los Pueblos Indígenas, Ley INRA y declaratoria de Territorios Comunitarios de Origen, y de la inclusión social -gestada a lo largo de siglos- y que se plasmó en la Declaración de Naciones Unidas de 19/09/2007 y el convenio OIT sobre Pueblos Indígenas. A diferencia de la 1ª. Marcha, recibida por el presidente Paz Zamora, Evo y Álvaro permitieron una represión brutal a la Octava Marcha Indígena, y empezaron una arremetida de avasallamiento de los territorios sagradamente consolidados como TCOs en leyes de la “época neoliberal”.
  1. Tampoco fueron fans –menos proyectistas- de la ley de Participación Popular que generó los cambios y desconcentración del poder local en municipios y OTBs, así como la posibilidad de la descentralización administrativa efectiva.
  1. Ni Evo ni Alvaro lucharon por el porcentaje del 5% IDH que permitió la creación el Fondo Indígena mediante Decreto Supremo Nº 28571 (2005), reivindicación que fue iniciada por el pueblo guaraní y conseguida para todos los pueblos indígenas; en cambio, desde esta administración prolongada de diez años, recién el 2009 se creó una estructura que permitía la aprobación de proyectos mediante contubernio de las ORGANIZACIONES INDIGENAS PARALELAS, con los representantes de los ministerios, todos ellos parte del Directorio bajo la tuición y presidencia complaciente de N. Achacollo. Y recién el 2010 se hizo el primer desembolso, de dinero que les pertenece a los Pueblos Indígenas. Los cinco años previos, ¿dónde fueron esos recursos?
  1. La Ley de Hidrocarburos Nº 3058, que generó y propició los recursos ingentes que ingresaron al país en esta última década, TAMPOCO TUVO DE PROTAGONISTAS A EVO NI A ÁLVARO, pues ninguno de ellos propugnó, gestionó, ni aprobó dicha norma –en cambio Evo se opuso cuando era diputado- ni la distribución y porcentaje del IDH.
  1. Ni Evo ni Álvaro fueron gestores, ideólogos o propulsores de las exportaciones de hidrocarburos, a Brasil y Argentina, tampoco fueron responsables de la construcción del gasoducto, que permite ahora exportar gas a Brasil, o de la exportación de minerales a China, ellos sólo fomentaron el cooperativismo que evade gran parte de tributos, dando lugar a una pequeña burguesía con muchas ventajas. Por un mínimo de honestidad intelectual, a la luz de la historia, ambos mandatarios deberían recordar que el contrato inicial de compra-venta del gas, lo firmaron 1991-1993, Paz Zamora y Franco (entre 8 y 16 mmcd.), consolidándose con la iniciativa de Sánchez de Lozada de asociar a Bolivia con la norteamericana Enron para ser contraparte con el Brasil, pues ningún país se puede desarrollar sin inversión extranjera directa, constituyendo el esfuerzo económico de mayor magnitud hasta aquel momento, en un panorama de una pesada deuda externa. Esa capitalización permitió que en 1996 Sánchez de Lozada y Cardoso firmaran el contrato de venta de gas (ampliando el volumen a 30 mmcd.) que entre 1999 y 2002, fue de 1.44 dólares por millar de pies cúbicos. Asimismo, en 1996 suscribieron el contrato de construcción del gasoducto que se inició en julio de 1997 y fue inaugurado por Banzer en 1999, comenzando a operar en julio del mismo año. Entonces, Evo y Álvaro llegaron directo a cobrar los montos producto de las exportaciones de este valioso producto, con un panorama de previos favorables, que llegó a quintuplicarse, incluso hacia el año 2012. Ellos cosecharon lo que otros sembraron.
  1. Sobre los cambios sociales, ni Evo ni Alvaro estuvieron en las gestas de octubre del 2003, que reflejaban el hastío que arrastraba la población de un período de medidas severas en la economía, para estabilizarla luego de la debacle del gobierno democrático de Siles Zuazo –que a su vez, había heredado la deuda externa generada en las dictaduras- y de la inversión necesaria para capitalizar a YPFB, a fin de que ahora podamos ser exportadores de gas. Así como del hastío de un sistema político que colapsó en el mal gobierno de Banzer-Tuto y que le heredó una economía tambaleante y empobrecida, al presidente derrocado por las movilizaciones de octubre negro. A Sánchez de Lozada le correspondió regularizar la quiebra del sistema de pensiones, mediante la Ley que permitía la capitalización individual, creando certeza de la acumulación de los aportes, pero que al presente, constituye una incógnita el manejo de los recursos de las Pensiones y de los jubilados, con la ley vigente.

Convertir a Bolivia en un país exportador de gas, exitoso, fue un logro conjunto de varias gestiones, que debe incluir necesariamente, en la memoria colectiva, a los héroes anónimos que dieron sus vidas en las duras arenas del Chaco y que al presente, deben realizar enormes esfuerzos para cobrar sus míseras pensiones vitalicias.Lo mismo sucedió con la inclusión social, que tuvo un apogeo en cuanto a la normativa marco durante la gestión de Evo Morales, pero de ninguna manera se podría decir que fueron los gestores principales, únicos o precursores, de dicha evolución natural de las luchas y conquistas sociales. Afirmar aquello, sería una falta de respeto y desconocimiento de los actores principales de estos cambios, desde Túpak Katari, Zárate Willka o los primeros diputados de la Revolución Nacional de 1952, transcurriendo por la inclusión realizada por CONDEPA, hasta el vicepresidente originario Víctor Hugo Cárdenas.Bajo estas consideraciones, a la lupa del análisis de la historia real, no de la deformada, resulta claro que el actual gobierno heredó las gestiones, los contratos y directrices concretas de anteriores gobiernos, que con dificultades, con deuda externa y con solo 4 años de gestión, lograron sembrar para el país, en medio de conflictos, en medio de presiones sociales inmisericordes y sin contar con la mega-mayoría parlamentaria que tiene este gobierno.¿Por qué entonces podríamos considerarlos imprescindibles, si no son actores principales de los cambios que vinieron gestándose en el país hace tres décadas?Los actores fundamentales son aquellos que piensan primero en el país, aunque ello no garantice gran popularidad, esos son los imprescindibles en la historia. Quienes piensan primero en sus intereses, a punto de intentar modificar la Constitución para adaptarla a sus designios, son totalmente son decorativos, y totalmente reemplazables.*Abogada, fue asesora de organizaciones indígenas